El derroche económico tiene un origen evolutivo relacionado con el deseo de encontrar pareja, revela un estudio de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos.

Un científico de dicha universidad analizó a una serie de adultos de edades comprendidas entre los 18 y los 45 años, descubriendo así que el grado de consumo económico estaba directamente relacionado con las intenciones futuras de emparejamiento y con el éxito amoroso en el pasado. Esto sucedía sólo en el caso de los varones.

Según el investigador, el gasto económico era el único factor a partir del que se podía predecir cuántas parejas quería tener un hombre en los próximos cinco años y cuántas había tenido en los cinco últimos años. El 25% de los hombres con las estrategias más conservadoras habían tenido una media de tres parejas en el último lustro, y deseaban emparejarse con una sola mujer en los próximos años.

Los hombres con estrategias financieras más arriesgadas doblaban estos números. El científico explica que la causa es que los hombres, históricamente, han sido valorados por ser buenos proveedores. En definitiva, muestran sus potenciales consumiendo bienes y consideran que, cuanto más consuman, más posibilidades tendrán de encontrar mayor número de parejas.

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