Una investigación realizada con hombres de Filipinas por científicos de la Universidad Northwestern de Estados Unidos ha revelado que los bebés varones que ganan peso rápidamente durante los seis primeros meses de vida, son más proclives a convertirse en hombres más altos, más musculosos y fuertes que la media del resto de los hombres.

Además, los hombres que en los primeros meses crecieron de manera rápida presentan niveles más altos de testosterona que el resto y una media de más de seis parejas sexuales en su vida.

Según los científicos, este descubrimiento sugiere que el desarrollo del cuerpo no sólo depende de los genes sino también de la llamada plasticidad del desarrollo, un proceso que consiste las respuestas del organismo a ciertas condiciones, como la nutrición o el estrés, en las etapas iniciales de la vida.

Las evidencias obtenidas en el presente estudio y en estudios anteriores señalan asimismo que las experiencias tempranas pueden tener un efecto permanente en cómo se desarrolla cada individuo, para bien o para mal, puesto que ciertas condiciones iniciales pueden derivar también en enfermedades a largo plazo, como la hipertensión o la diabetes.

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