Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Michigan ha revelado que existen ciertos patrones de conflicto en pareja que pueden ayudar a predecir los divorcios.

Según los científicos, un patrón particularmente tóxico es el que consiste en que uno de los miembros de la pareja afronte los conflictos constructivamente, tratando de discutir de forma calmada las situaciones y de comprender el punto de vista del esposo o esposa, mientras que el otro miembro de la pareja se retira.

Este hábito no participativo es vivenciado como ausencia de implicación por parte de la pareja, y no como un intento de enfriar las situaciones, explican los investigadores. Por el contrario, según ellos, los matrimonios en que ambos miembros utilizan estrategias constructivas en sus crisis presentan las tasas más bajas de divorcio.

El estudio fue realizado con 373 parejas a las que se entrevistó en cuatro ocasiones en un periodo de tiempo de 16 años, desde el año de su boda (1986) en adelante. Pasado ese tiempo, el 46% de estas parejas se había divorciado.

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