Un nuevo estudio realizado por investigadores del University College de Londres, en el Reino Unido, sugiere que la percepción de la belleza es posible gracias a la activación de una región situada en la zona delantera del encéfalo, concretamente en la corteza orbitofrontal medial.

Esta área del encéfalo «se enciende» cuando se experimenta algo bello, como una pintura o una pieza musical. Según los autores de la investigación, la única característica que compartirían todas las obras de arte, cualquiera que sea su naturaleza, es que son capaces de producir actividad en esta región encefálica.

Para su estudio, fueron evaluados 21 individuos que presentaban distintas características étnicas y culturales. Los científicos pidieron a estos voluntarios que calificasen una serie de pinturas o fragmentos de composiciones musicales como «bello», «indiferente» o bien «feo».

Posteriormente, se les presentaron esas mismas pinturas o piezas musicales mientras sus encéfalos eran analizados mediante escáneres de exploración magnética, con el fin de medir la actividad en ellos.

De esta forma, se constató que la corteza orbitofrontal medial -que forma parte del centro del placer y recompensa situado en el encéfalo- presentaba una actividad más intensa en el encéfalo de los participantes cuando éstos escuchaban la música o contemplaban las imágenes que habían calificado como bellas.

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