Las personas que llegan a los 100 años a menudo señalan tener hábitos de vida determinados, como seguir una dieta particular o ser positivas. Pero los científicos han sospechado siempre que la longevidad extrema se debe, al menos en parte, a un componente genético.

Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, ha identificado un conjunto de 281 variantes genéticas que distinguen a la gente que vive 110 años o más del resto de las personas, con un porcentaje de exactitud del 85%.

La identificación fue llevada a cabo a partir del análisis genético de 801 personas centenarias y de 914 individuos jóvenes.

Los científicos replicaron sus hallazgos en diversas pruebas, primero con un grupo de 253 personas de más de 90 y 100 años y un grupo de control de 341 más jóvenes; y después con 60 personas centenarias y 2.863 individuos más.

Los resultados obtenidos en los análisis sugieren que, realmente, habría un componente genético en la longevidad, especialmente en los individuos centenarios, explican los investigadores.

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