El hábito de compartir cama con los hijos pequeños está muy extendido en Estados Unidos, a pesar de los peligros que entraña, y que han sido advertidos por la Academia Americana de Pediatría (sofocación accidental o muerte súbita pueden ser algunas de las consecuencias de esta costumbre).

Un estudio de la Universidad de Pittsburg ha revelado que muchos padres siguen pensando que dicho hábito tiene sus beneficios, incluso conociendo las advertencias. Entrevistas realizadas a 28 personas, que dormían regularmente con sus hijos, revelaron cinco motivos principales para hacerlo.

Según ellos, compartir cama permite dormir mejor tanto a unos como a otro; y resulta más cómodo a la hora de atender las necesidades de sus bebés, entre ellas la de la lactancia materna. Por otro lado, esta costumbre también se repite por tradición (antecedentes familiares), y algunos padres piensan que aumenta la seguridad de los niños porque creen que, al estar cerca de ellos, podrán socorrerlos en caso de peligro.

La última razón argumentada es la de las necesidades emocionales. Los padres afirmaron que dormir con sus hijos aumenta los lazos afectivos. Esta información es necesaria, según los científicos, para conocer las razones de este hábito, y así saber cómo aconsejar a los padres para que reduzcan los peligros de la “cama compartida”.

Más información www.upmc.com/MediaRelations/NewsReleases/2009/Pages/bed-sharing.aspx