Científicos de la Universidad de St Andrews, en Escocia, afirman que usamos el color de la piel del rostro de los demás para juzgar su grado de salud, y que la creencia popular de que el color “rosado” denota una buena salud mientras que el “verde” o la “palidez” denotan enfermedad es cierta.

Los investigadores usaron gráficos informáticos para permitir a los participantes de un experimento que cambiaran el color de las caras que aparecían en unas fotografías en pantalla, de manera que consiguieran que dichas caras pareciesen lo más sanas posibles.

En todos los casos, los participantes añadieron más color rojo para mejorar el aspecto de los personajes de las fotos. La razón para que pensemos que la gente más saludable tiene ese color es que nuestra piel contiene muchos vasos sanguíneos finísimos que llevan la sangre cargada de oxígeno hasta las células de la piel, explican los científicos.

Las personas que están en forma físicamente y aquéllas que tienen niveles más altos de hormonas sexuales tienen mayor cantidad de esos vasos sanguíneos y, por tanto, se sonrojan más fácilmente que las personas enfermas o en baja forma, que las personas mayores o que los fumadores. Inconscientemente, captamos el estado de las personas por su color facial.

Más información