Unas pruebas realizadas con ratones por investigadores del Penn State College of Medicine, de Estados Unidos, han revelado que ciertos compuestos extraídos de vegetales verdes como el brócoli o el repollo pueden usarse como potentes armas contra el melanoma.

Estos compuestos, de hecho, apuntarían hacia los tumores de forma más segura y eficaz que las terapias convencionales, aseguran los investigadores. Éstos afirman haber desarrollado medicamentos a partir de sustancias naturales capaces de inhibir el crecimiento de los tumores entre un 50 y un 60%, al menos en ratones.

Hace un tiempo, los científicos demostraron el potencial terapéutico del bloqueo de la proteína Akt3 en la detención del desarrollo del melanoma. A partir de este descubrimiento, desarrollaron un medicamento que bloquea dicha proteína, con unos compuestos denominados isotiocianatos.

Los isotiocianatos se encuentran en vegetales crucíferos, que ya se sabía que tenían ciertas propiedades anti-cancerígenas. Sin embargo, su potencia es tan baja que un medicamento efectivo contra los tumores debería ser consumido en cantidades inabarcables. Los científicos del Penn State han resuelto este problema, añadiendo al medicamento creado el selenio, cuya deficiencia es común en enfermos de cáncer.

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