Actualmente, en Europa hay más de 150.000 vertederos, una cifra que se debería reducir. Ahora, investigadores del University College de Dublín afirman que la solución para esta acumulación de basuras podría ser la siguiente: aprovecharla para la producción de compost.

El compost o compostaje orgánico serviría para controlar enfermedades en las plantas, como fertilizante y como medio de cultivo hortícola.

Para producirlo, habría que utilizar, concretamente, los residuos urbanos biodegradables que van a parar a los vertederos. De esta manera, se reduciría el volumen de desperdicios.

La producción de compostaje consiste en un proceso aeróbico que genera dióxido de carbono. Actualmente, en cambio, el proceso que se da en los vertederos es principalmente anaerobio y produce metano.

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