El secreto de la resistencia de una antigua edificación de arena podría resucitar el uso de una antigua y ecológica técnica de construcción denominada tapial, que consistía en construir muros con tierra arcillosa, compactada a golpes mediante un "pisón".

El material utilizado en la técnica tapial era una mezcla de arena, grava y arcilla que, una vez humedecida, se compactaba entre moldes para fabricar las paredes.

Ahora, ingenieros de la Universidad de Durham, en Inglaterra, han descubierto, realizando diversas pruebas a muestras recogidas, que la fuerza de estas construcciones radica en su contenido de agua: cuanto menos agua tengan más duras son. La succión creada entre las partículas del suelo cuando el contenido de agua es más bajo genera dicha fuerza.

Según los investigadores, este descubrimiento podría tener implicaciones en el diseño y la construcción futura de edificios con tapial, una técnica que ayudaría a reducir el uso del cemento, cuya producción es responsable del 5% de las emisiones del C02 del planeta.

Por otro lado, los materiales necesarios para construir con tapial se pueden encontrar en cualquier sitio en que se vaya a construir, lo que también significaría un ahorro energético en transportes.

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