De izquierda a derecha, Ellen Do Yi-Luen (directora del Centro CUTE Keio-NUS), Ranasinghe, y Lee Kuan-Yi (diseñadora del Centro), con el equipo de electrodos de degustación. Fuente: NUS.
Ver y escuchar online son ya elementos básicos de la era digital. Pero, ¿y la degustación online? Eso puede ocurrir antes de lo que se espera, con un simulador inventado por un ingeniero y otros miembros del Centro Keio-NUS CUTE de la Universidad Nacional de Singapur (NUS).
La idea original de Nimesha Ranasinghe, investigador del Centro que encabezó el proyecto, consiste en una instalación que puede recrear el sabor de comida y bebidas virtuales, mediante la estimulación eléctrica y térmica no invasiva de la lengua.
El sistema genera señales transmitidas a través de un electrodo de plata que toca la punta de la lengua para producir sensaciones saladas, dulces, agrias y amargas. Mediante la combinación de diferentes niveles de corrientes eléctricas, y variando la temperatura del electrodo, puede reproducirse la simulación de los sabores.
A partir de varios experimentos, se consiguieron las sensaciones ácida, salada y amarga mediante estimulación eléctrica, mientras que el sabor mentolado, el picante y las sensaciones dulces se consiguieron a través de estimulación térmica.
En el del segundo segundo grupo de sabores, se obtuvieron sensaciones menos intensas, y requirió más trabajo lograr las sensaciones. Se consiguió que las encuestas fueran independientes de las respuestas de los participantes.
El proyecto
Este trabajo tiene tres aspectos novedosos, señala Ranasinghe en una nota de prensa de la Universidad: el estudio de la simulación y el control electrónico de las sensaciones gustativas alcanzables a través de la interfaz Digital Taste; el método de provocar sensaciones gustativas mediante métodos de estimulación eléctrica y térmica, ya sea individualmente o en combinación; y el objetivo de introducir una solución práctica para implementar interacciones virtuales de sabor en sistemas informáticos interactivos.
Ranasinghe comenzó su proyecto como estudiante graduado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de NUS (la Universidad). Amplió el trabajo al ingresar en el Centro CUTE y llevó al equipo de investigación a desarrollar un protocolo de degustación-en-internet para "mensajes de degustación", un formato de datos que permite el envío de información sobre los diferentes gustos recreados a través de un electrodo.
Ranasinghe señala que un nuevo sistema de recompensas basado en sensaciones gustativas en un entorno de juego podría ser una de las primeras aplicaciones del simulador. A modo de ejemplo, si un jugador completa una tarea o un nivel con éxito, será recompensado con una dosis dulce o de menta. Sin embargo, el fracaso se castigaría con un sabor amargo.
La idea original de Nimesha Ranasinghe, investigador del Centro que encabezó el proyecto, consiste en una instalación que puede recrear el sabor de comida y bebidas virtuales, mediante la estimulación eléctrica y térmica no invasiva de la lengua.
El sistema genera señales transmitidas a través de un electrodo de plata que toca la punta de la lengua para producir sensaciones saladas, dulces, agrias y amargas. Mediante la combinación de diferentes niveles de corrientes eléctricas, y variando la temperatura del electrodo, puede reproducirse la simulación de los sabores.
A partir de varios experimentos, se consiguieron las sensaciones ácida, salada y amarga mediante estimulación eléctrica, mientras que el sabor mentolado, el picante y las sensaciones dulces se consiguieron a través de estimulación térmica.
En el del segundo segundo grupo de sabores, se obtuvieron sensaciones menos intensas, y requirió más trabajo lograr las sensaciones. Se consiguió que las encuestas fueran independientes de las respuestas de los participantes.
El proyecto
Este trabajo tiene tres aspectos novedosos, señala Ranasinghe en una nota de prensa de la Universidad: el estudio de la simulación y el control electrónico de las sensaciones gustativas alcanzables a través de la interfaz Digital Taste; el método de provocar sensaciones gustativas mediante métodos de estimulación eléctrica y térmica, ya sea individualmente o en combinación; y el objetivo de introducir una solución práctica para implementar interacciones virtuales de sabor en sistemas informáticos interactivos.
Ranasinghe comenzó su proyecto como estudiante graduado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de NUS (la Universidad). Amplió el trabajo al ingresar en el Centro CUTE y llevó al equipo de investigación a desarrollar un protocolo de degustación-en-internet para "mensajes de degustación", un formato de datos que permite el envío de información sobre los diferentes gustos recreados a través de un electrodo.
Ranasinghe señala que un nuevo sistema de recompensas basado en sensaciones gustativas en un entorno de juego podría ser una de las primeras aplicaciones del simulador. A modo de ejemplo, si un jugador completa una tarea o un nivel con éxito, será recompensado con una dosis dulce o de menta. Sin embargo, el fracaso se castigaría con un sabor amargo.
Potenciales aplicaciones
El simulador podría tener aplicaciones sanitarias. Por ejemplo , los diabéticos podrían utilizar el dispositivo para degustar un sabor dulce sin que eso afecte a sus niveles de azúcar en la sangre. Los pacientes con cáncer podrían ser capaces de mejorar su sentido del gusto, apagado por la quimioterapia, con el electrodo.
Sin embargo, los cuatro sabores principales forman sólo parte de la ecuación de sabor. El olor y textura también tienen papeles cruciales, que los investigadores quieren añadir para conseguir una completa experiencia de degustación.
Qué pasa con los olores
Los intentos por enviar olores a través de las telecomunicaciones parecen todavía menos desarrollados. Olor-o-Visión, sistema que libera olor en una película, fue ideado por Hans Laube y sólo se empleó una vez como tal, en la película de 1960 Scent of Mystery. La banda sonora hacía que se fueran disparando 30 olores distintos en los asientos del cine.
Una compañía japonesa llamada Chaku Perfume ha desarrollado un sistema que supuestamente serviría para enviar olores a través de Internet directamente a tu teléfono. Sin embargo, sólo suelta olores que ya vienen guardados previamente en el accesorio de la aplicación.
El simulador podría tener aplicaciones sanitarias. Por ejemplo , los diabéticos podrían utilizar el dispositivo para degustar un sabor dulce sin que eso afecte a sus niveles de azúcar en la sangre. Los pacientes con cáncer podrían ser capaces de mejorar su sentido del gusto, apagado por la quimioterapia, con el electrodo.
Sin embargo, los cuatro sabores principales forman sólo parte de la ecuación de sabor. El olor y textura también tienen papeles cruciales, que los investigadores quieren añadir para conseguir una completa experiencia de degustación.
Qué pasa con los olores
Los intentos por enviar olores a través de las telecomunicaciones parecen todavía menos desarrollados. Olor-o-Visión, sistema que libera olor en una película, fue ideado por Hans Laube y sólo se empleó una vez como tal, en la película de 1960 Scent of Mystery. La banda sonora hacía que se fueran disparando 30 olores distintos en los asientos del cine.
Una compañía japonesa llamada Chaku Perfume ha desarrollado un sistema que supuestamente serviría para enviar olores a través de Internet directamente a tu teléfono. Sin embargo, sólo suelta olores que ya vienen guardados previamente en el accesorio de la aplicación.