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Una red de sensores inalámbricos controlarán la ciudad de Cambrige

Realizarán desde mediciones climatológicas hasta controles de los niveles de contaminación


Ingenieros norteamericanos planean instalar en la ciudad norteamericana de Cambridge 100 nodos de sensores interconectados y sin cables que, incorporados a los postes de teléfono, realizarán desde mediciones climatológicas hasta controles de los niveles de contaminación. Con radios Wi-Fi incorporadas, estos nodos se comunicarán entre sí a través de una topología en malla, y los datos que registren servirán no sólo para controlar determinados aspectos de la ciudad sino también para testar nuevos protocolos y softwares de red. Existe ya un prototipo de 10 nodos en marcha, repartidos por el campus de la universidad de Harvard y en las instalaciones de la compañía BBN Technologie, líder del proyecto. Por Yaiza Martínez.


17/04/2007

Mapa propuesto de sensores y nodo de prueba. Josh Bers, BBN.
Mapa propuesto de sensores y nodo de prueba. Josh Bers, BBN.
Ingenieros de la Universidad de Harvard y de la compañía BBN Technologies trabajan actualmente en un proyecto que aspira a llenar la ciudad de Cambridge, en Massachussets (Estados Unidos) de nodos de sensores sin cables que se incorporarán a los postes de teléfono, informa la revista Technology Review.

Se trata de un proyecto bautizado como CitySense, que consistirá, tal y como explica BBN Techonologies, en una red de 100 nodos de sensores destinados a realizar mediciones sobre el clima (velocidad del viento, su dirección, temperatura, presión del aire, humedad relativa y precipitaciones).

Los nodos también servirán para medir los picos de contaminación, a partir de datos como la cantidad de partículas en el aire. Esta información podría ser aprovechada por los médicos para advertir a los pacientes con asma de que se mantengan alejados de determinadas áreas de la ciudad, por ejemplo.

Interconectados

Eventualmente, se podrán sumar incluso otro tipo de sensores: de medición del tráfico, sensores que controlen los parkings, etc.

Con radios incorporadas, los nodos se comunicarán a través de una topología en malla o topología de red, que permitirá que estén interconectados unos con otros. De esta manera, será posible llevar los mensajes de un nodo a otro por diferentes vías.

Con estos dispositivos, los ingenieros aspiran asimismo a tener una herramienta de experimentación que cualquiera podría utilizar. En la actualidad, ya existe un prototipo del proyecto, con cinco nodos instalados en el campus de la universidad de Harvard y otros cinco en las instalaciones de la BBN.

Radios Wi-Fi

Cada nodo tendrá el tamaño de un ordenador Mackintosh mini, y uno de ellos incluirá un PC que funciona con el sistema operativo Linux, así como dos gigabytes de memoria de destello (flash memory, para el almacenamiento estable de información).

Y, en lugar de usar el protocolo Zigbee de comunicaciones inalámbricas tradicional, los nodos llevarán instalados radios Wi-Fi estándar, dos en cada uno, una de ellas para la gestión y control de la red, y la otra para la experimentación.

Virtualmente, cualquier tipo de sensor podría conectarse a estos nodos. De hecho, los investigadores esperan que, además de recoger y transmitir datos, los nodos sean utilizados por científicos computacionales para testar nuevos protocolos y softwares de red, lo que ayudaría a fortalecer las conexiones Wi-Fi (actualmente la única forma de probar estos protocolos sin cable es hacerlos funcionar en una simulación informática).

Otras aplicaciones

Otras futuras aplicaciones para CitySense van desde la posibilidad de rastrear la posición de un transporte público determinado, para que la gente sepa cuando viene el próximo autobús, por ejemplo; hasta la inclusión de cámaras de video para la monitorización de cualquier cosa.

Los desafíos ahora radican en conseguir que esta red sea lo suficientemente segura como para que no falle, dada la importancia de su potencial uso para investigadores. Para ello, el sistema incorporará un programa informático que controlará el buen estado del nodo, y que, si detecta que algo va mal, interrumpirá de manera automática su funcionamiento.

Por otro lado, BBN ha desarrollado varios protocolos de topología en malla que se ajustan cuando los nodos fallan, con el fin de asegurar el envío de datos de un punto a otro.

En el proyecto participan los ingenieros Matt Welsh, de la universidad de Harvard, Joshua Bers, de BNN Technologies y Majid Ezzati, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, entre otros.




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