El Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo-Universidad Politécnica de Madrid, Iberdrola, Philips y la Fundación Acciona Microenergía han suscrito una alianza junto a Cooperación Española (dependiente del Ministerio de Exteriores).
Según datos de Acnur, nos encontramos ante las cifras de desplazamiento forzoso por conflictos más altas desde la II Guerra Mundial, con cerca de 60 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la guerra, la violencia o la persecución. De ellas, casi 20 millones son refugiados, más de la mitad son niños y el 86% de ellos se encuentran acogidos en los países más pobres del planeta. En 2014, cada día un promedio de 42.500 personas se convertían en desplazados forzosos, esto es cuatro veces más que tan sólo hace cuatro años.
Muchos de estos refugiados son acogidos en campamentos, donde el acceso a la red eléctrica es muy limitado, está en mal estado o, simplemente, no existe. Por ello, habitualmente se utiliza la quema de biomasa para cubrir las necesidades de la vida diaria como cocinar, calentarse o como alumbrado, una práctica que provoca degradación ambiental y genera, en algunas circunstancias, problemas de salud. En los mejores casos se utilizan generadores diésel, pero el coste de mantenimiento es muy alto.
Con el objetivo de analizar las necesidades y proponer soluciones técnicas y organizativas a esta carencia, se han unido dos empresas y una fundación empresarial expertas en energías renovables e iluminación -Iberdrola, Philips Ibérica y la Fundación Acciona Microenergía-, la Administración pública –la Cooperación Española, a través de la Agencia Española de Cooperación (Aecid)- y una universidad –la Universidad Politécnica de Madrid a través de su Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano.
Así lo acordaron el viernes, formalmente, los representantes de estas instituciones con la firma de un convenio que sella el compromiso de las instituciones con el bienestar de las poblaciones más vulnerables.
La Alianza, informa la UPM en una nota, trabaja en la búsqueda de sistemas de generación y suministro energético que sean de fácil acceso, fiables, sostenibles y adaptados a las necesidades de las poblaciones refugiadas, desplazadas y en situación de extrema vulnerabilidad, a causa de crisis humanitarias. Constituye la primera experiencia española de colaboración público-privada en el ámbito de la acción humanitaria, y tiene la vocación de seguir trabajando en el medio plazo al servicio de la comunidad humanitaria internacional.
Según datos de Acnur, nos encontramos ante las cifras de desplazamiento forzoso por conflictos más altas desde la II Guerra Mundial, con cerca de 60 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la guerra, la violencia o la persecución. De ellas, casi 20 millones son refugiados, más de la mitad son niños y el 86% de ellos se encuentran acogidos en los países más pobres del planeta. En 2014, cada día un promedio de 42.500 personas se convertían en desplazados forzosos, esto es cuatro veces más que tan sólo hace cuatro años.
Muchos de estos refugiados son acogidos en campamentos, donde el acceso a la red eléctrica es muy limitado, está en mal estado o, simplemente, no existe. Por ello, habitualmente se utiliza la quema de biomasa para cubrir las necesidades de la vida diaria como cocinar, calentarse o como alumbrado, una práctica que provoca degradación ambiental y genera, en algunas circunstancias, problemas de salud. En los mejores casos se utilizan generadores diésel, pero el coste de mantenimiento es muy alto.
Con el objetivo de analizar las necesidades y proponer soluciones técnicas y organizativas a esta carencia, se han unido dos empresas y una fundación empresarial expertas en energías renovables e iluminación -Iberdrola, Philips Ibérica y la Fundación Acciona Microenergía-, la Administración pública –la Cooperación Española, a través de la Agencia Española de Cooperación (Aecid)- y una universidad –la Universidad Politécnica de Madrid a través de su Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano.
Así lo acordaron el viernes, formalmente, los representantes de estas instituciones con la firma de un convenio que sella el compromiso de las instituciones con el bienestar de las poblaciones más vulnerables.
La Alianza, informa la UPM en una nota, trabaja en la búsqueda de sistemas de generación y suministro energético que sean de fácil acceso, fiables, sostenibles y adaptados a las necesidades de las poblaciones refugiadas, desplazadas y en situación de extrema vulnerabilidad, a causa de crisis humanitarias. Constituye la primera experiencia española de colaboración público-privada en el ámbito de la acción humanitaria, y tiene la vocación de seguir trabajando en el medio plazo al servicio de la comunidad humanitaria internacional.
Campos en Etiopía
La Alianza ha comenzado a desarrollar un proyecto piloto en la región de Shire (norte de Etiopía), donde Acnur gestiona cuatro campos de refugiados que acogen, en estos momentos, a 111.081 personas refugiadas de Eritrea.
Hasta 2011, estos campos de refugiados carecían de acceso a electricidad. En la actualidad, sólo los campos de Mai Aini y Adi Harush están conectados a la red eléctrica nacional que, en todo caso, se ha identificado que necesitan un refuerzo y adaptación a las circunstancias particularmente exigentes del entorno, así como a una evolución creciente de necesidades.
Un equipo técnico de la Alianza ha estado trabajando en la zona con los equipos locales de Acnur y de otras organizaciones que allí operan. El objetivo es identificar los retos que afrontan en relación al acceso a la energía y realizar análisis de factibilidad técnica, social y económica de diversas alternativas que pueden mejorar el suministro eléctrico, la generación de energía con fuentes locales y la iluminación.+En el desarrollo de estos trabajos se pretende, además de responder a problemas concretos y reales de los campos de Shire, generar un acervo de conocimiento útil a disposición de las organizaciones humanitarias, para su adaptación a otros contextos de crisis humanitarias en cualquier parte del mundo.
En concreto, con este proyecto se explorarán métodos sostenibles de generación de energía, se reforzará y mejorará la conexión a la red y la distribución de energía eléctrica en los campos, y se instalarán sistemas de iluminación eficiente en puntos sensibles de los mismos.
Los miembros
El Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo de la Universidad Politécnica de Madrid está integrado por 15 grupos de investigación y una red de 175 investigadores. Desarrolla innovaciones tecnológicas y de gestión para satisfacer necesidades básicas como el acceso al agua, energía, gestión de recursos naturales, habitabilidad básica y telecomunicaciones aplicadas a la salud y la educación.
Trabaja, por ejemplo, con el Instituto Brasileiro de Desenvolvimento e Sustentabilidade, una Organización de la Sociedad Civil, en el aumento de las capacidades de poblaciones que habitan zonas con alta vulnerabilidad al cambio climático, como el Semiárido Brasileño.
Con el Fondo Multilateral de Inversiones, miembro del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha realizado trabajos relacionados con la innovación en el acceso a servicios básicos.
Por su parte, la Agencia Española de Cooperación (AECID), principal organismo gestor de la Cooperación Española trabaja en más de 30 países a través de sus oficinas técnicas de cooperación, centros culturales y de formación. En Etiopía cuenta con una desde 2007.
La Fundación Acciona Microenergía (FundAME) nace en noviembre de 2008 con el objetivo de facilitar acceso sostenible a servicios básicos como energía, agua e infraestructuras en zonas rurales aisladas de países en vías de desarrollo. En la actualidad, desarrolla el programa Luz en Casa en Perú y México.
Iberdrola participa de forma habitual en proyectos de acceso a energía y cuenta con un programa denominado Electricidad para todos, que se desarrolla en países emergentes y en vías de desarrollo.
Philips tiene el objetivo de impactar positivamente en 3.000 millones de personas para 2025, mediante sus productos verdes, sanitarios y centrados en el bienestar.
La Alianza ha comenzado a desarrollar un proyecto piloto en la región de Shire (norte de Etiopía), donde Acnur gestiona cuatro campos de refugiados que acogen, en estos momentos, a 111.081 personas refugiadas de Eritrea.
Hasta 2011, estos campos de refugiados carecían de acceso a electricidad. En la actualidad, sólo los campos de Mai Aini y Adi Harush están conectados a la red eléctrica nacional que, en todo caso, se ha identificado que necesitan un refuerzo y adaptación a las circunstancias particularmente exigentes del entorno, así como a una evolución creciente de necesidades.
Un equipo técnico de la Alianza ha estado trabajando en la zona con los equipos locales de Acnur y de otras organizaciones que allí operan. El objetivo es identificar los retos que afrontan en relación al acceso a la energía y realizar análisis de factibilidad técnica, social y económica de diversas alternativas que pueden mejorar el suministro eléctrico, la generación de energía con fuentes locales y la iluminación.+En el desarrollo de estos trabajos se pretende, además de responder a problemas concretos y reales de los campos de Shire, generar un acervo de conocimiento útil a disposición de las organizaciones humanitarias, para su adaptación a otros contextos de crisis humanitarias en cualquier parte del mundo.
En concreto, con este proyecto se explorarán métodos sostenibles de generación de energía, se reforzará y mejorará la conexión a la red y la distribución de energía eléctrica en los campos, y se instalarán sistemas de iluminación eficiente en puntos sensibles de los mismos.
Los miembros
El Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo de la Universidad Politécnica de Madrid está integrado por 15 grupos de investigación y una red de 175 investigadores. Desarrolla innovaciones tecnológicas y de gestión para satisfacer necesidades básicas como el acceso al agua, energía, gestión de recursos naturales, habitabilidad básica y telecomunicaciones aplicadas a la salud y la educación.
Trabaja, por ejemplo, con el Instituto Brasileiro de Desenvolvimento e Sustentabilidade, una Organización de la Sociedad Civil, en el aumento de las capacidades de poblaciones que habitan zonas con alta vulnerabilidad al cambio climático, como el Semiárido Brasileño.
Con el Fondo Multilateral de Inversiones, miembro del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha realizado trabajos relacionados con la innovación en el acceso a servicios básicos.
Por su parte, la Agencia Española de Cooperación (AECID), principal organismo gestor de la Cooperación Española trabaja en más de 30 países a través de sus oficinas técnicas de cooperación, centros culturales y de formación. En Etiopía cuenta con una desde 2007.
La Fundación Acciona Microenergía (FundAME) nace en noviembre de 2008 con el objetivo de facilitar acceso sostenible a servicios básicos como energía, agua e infraestructuras en zonas rurales aisladas de países en vías de desarrollo. En la actualidad, desarrolla el programa Luz en Casa en Perú y México.
Iberdrola participa de forma habitual en proyectos de acceso a energía y cuenta con un programa denominado Electricidad para todos, que se desarrolla en países emergentes y en vías de desarrollo.
Philips tiene el objetivo de impactar positivamente en 3.000 millones de personas para 2025, mediante sus productos verdes, sanitarios y centrados en el bienestar.