Crear música se ha convertido en una tarea bastante accesible, especialmente a raíz de la introducción de las estaciones de trabajo de audio digital o DAW (siglas en inglés de Digital Audio Workstation). Cualquier persona puede ahora grabar sus maquetas con la ayuda de un ordenador portátil y un software de edición de audio.
Sin embargo, el problema llega cuando es incapaz de encontrar el sonido que desea. Cualquier músico o productor novel habrá usado palabras clave para definir un sonido, algo que puede resultar muy fácil de transmitir a otros, pero no tanto a un ordenador. Probablemente, si quiere conseguir un efecto difuso, no lo encuentre en la librería del software musical que esté utilizando.
El equipo no está familiarizado con la forma de comunicarse de los humanos, por lo que no sabe que parámetros debe ajustar. Aquí es donde entra en acción el proyecto SAFE, una herramienta que utiliza la inteligencia artificial para permitir a un ordenador percibir sonidos de forma tan realista como un ser humano.
SAFE (siglas en inglés de Semantic Audio Feature Extraction) es un software lanzado por investigadores de la Universidad de Birmingham City, en el Reino Unido, para tratar de definir computacionalmente palabras como difuso, de forma que el ordenador pueda configurar fácilmente los parámetros de este efecto de audio en un plugin.
La herramienta se presentaba la semana pasada en el Festival de Ciencia Británico, celebrado en la misma ciudad, una oportunidad excepcional para contactar con otros investigadores y discutir los últimos avances en ciencia, tecnología e ingeniería.
Sin embargo, el problema llega cuando es incapaz de encontrar el sonido que desea. Cualquier músico o productor novel habrá usado palabras clave para definir un sonido, algo que puede resultar muy fácil de transmitir a otros, pero no tanto a un ordenador. Probablemente, si quiere conseguir un efecto difuso, no lo encuentre en la librería del software musical que esté utilizando.
El equipo no está familiarizado con la forma de comunicarse de los humanos, por lo que no sabe que parámetros debe ajustar. Aquí es donde entra en acción el proyecto SAFE, una herramienta que utiliza la inteligencia artificial para permitir a un ordenador percibir sonidos de forma tan realista como un ser humano.
SAFE (siglas en inglés de Semantic Audio Feature Extraction) es un software lanzado por investigadores de la Universidad de Birmingham City, en el Reino Unido, para tratar de definir computacionalmente palabras como difuso, de forma que el ordenador pueda configurar fácilmente los parámetros de este efecto de audio en un plugin.
La herramienta se presentaba la semana pasada en el Festival de Ciencia Británico, celebrado en la misma ciudad, una oportunidad excepcional para contactar con otros investigadores y discutir los últimos avances en ciencia, tecnología e ingeniería.
Palabras clave
Según explica la universidad en un comunicado, SAFE está motivado por la falta de términos semánticos transferibles, es decir, palabras con sentido en la producción musical. El resultado es una herramienta que facilita el uso de palabras clave para procesar sonidos, en lugar de tener que recurrir a complejos parámetros técnicos. A través de un conjunto de plugins de DAW se pueden tanto guardar como cargar términos semánticos.
Por una parte, el usuario podrá controlar sus plugins de efectos de audio usando términos fáciles de entender para cualquier humano, pero no tanto para una máquina. Simplemente introduciendo palabras clave como ‘cálido’ o ‘brillante’ en el cuadro de texto, el sistema busca si existe alguna coincidencia en el servidor con lo que se consideraría un sonido cálido o brillante.
Al mismo tiempo, es posible registrar cualquier efecto musical que pueda explicarse en términos semánticos, simplemente etiquetándolo con palabras clave y guardándolo en el equipo o bien subiéndolo al servidor. Mientras más usuarios den entrada a sus piezas, más efectos representativos estarán disponibles para el resto, consiguiendo poco a poco una colección de sonidos bien agrupados y que fortalece aún más la búsqueda de tipos de sonido específicos.
Además, según explican en la web del proyecto, para ayudar en el análisis de los datos, también existe una opción para que el usuario introduzca información adicional sobre el audio en que está trabajando.
Según explica la universidad en un comunicado, SAFE está motivado por la falta de términos semánticos transferibles, es decir, palabras con sentido en la producción musical. El resultado es una herramienta que facilita el uso de palabras clave para procesar sonidos, en lugar de tener que recurrir a complejos parámetros técnicos. A través de un conjunto de plugins de DAW se pueden tanto guardar como cargar términos semánticos.
Por una parte, el usuario podrá controlar sus plugins de efectos de audio usando términos fáciles de entender para cualquier humano, pero no tanto para una máquina. Simplemente introduciendo palabras clave como ‘cálido’ o ‘brillante’ en el cuadro de texto, el sistema busca si existe alguna coincidencia en el servidor con lo que se consideraría un sonido cálido o brillante.
Al mismo tiempo, es posible registrar cualquier efecto musical que pueda explicarse en términos semánticos, simplemente etiquetándolo con palabras clave y guardándolo en el equipo o bien subiéndolo al servidor. Mientras más usuarios den entrada a sus piezas, más efectos representativos estarán disponibles para el resto, consiguiendo poco a poco una colección de sonidos bien agrupados y que fortalece aún más la búsqueda de tipos de sonido específicos.
Además, según explican en la web del proyecto, para ayudar en el análisis de los datos, también existe una opción para que el usuario introduzca información adicional sobre el audio en que está trabajando.
Simplificar y abaratar
Con este software los desarrolladores pretenden reducir los largos periodos de entrenamiento y el alto coste de los equipos necesarios para crear música de alto nivel, al tiempo que se ofrece a los profesionales un control más intuitivo de su producción.
El doctor Ryan Stables, profesor de Ingeniería de sonido y acústica en la Universidad de Birmingham City e investigador principal de SAFE, recuerda que cuando empezaron el proyecto estaban muy interesados en probar y simplificar todo el proceso de producción musical para acercarlo a quienes no tienen demasiada formación en la materia.
“Los músicos suelen llevar toda la vida dominando su instrumento, pero luego, cuando llegan a la fase de producción, les resulta muy difícil conseguir una pieza bien grabada”, señala el profesor. El proyecto SAFE pretende superar este obstáculo, proporcionando a músicos y productores noveles la capacidad de ser creativos con sus trabajos.
Los plugins de DAW son gratuitos, se pueden ejecutar tanto en Windows como Mac y están disponibles para su descarga desde la propia web del proyecto SAFE.
Con este software los desarrolladores pretenden reducir los largos periodos de entrenamiento y el alto coste de los equipos necesarios para crear música de alto nivel, al tiempo que se ofrece a los profesionales un control más intuitivo de su producción.
El doctor Ryan Stables, profesor de Ingeniería de sonido y acústica en la Universidad de Birmingham City e investigador principal de SAFE, recuerda que cuando empezaron el proyecto estaban muy interesados en probar y simplificar todo el proceso de producción musical para acercarlo a quienes no tienen demasiada formación en la materia.
“Los músicos suelen llevar toda la vida dominando su instrumento, pero luego, cuando llegan a la fase de producción, les resulta muy difícil conseguir una pieza bien grabada”, señala el profesor. El proyecto SAFE pretende superar este obstáculo, proporcionando a músicos y productores noveles la capacidad de ser creativos con sus trabajos.
Los plugins de DAW son gratuitos, se pueden ejecutar tanto en Windows como Mac y están disponibles para su descarga desde la propia web del proyecto SAFE.