El sistema suministra datos del vehículo en tiempo real y de manera inalámbrica. Fuente: KIT/e-mobil BW.
La información es la base de la movilidad inteligente. La tecnología de la información puede ayudar al conductor de un coche a realizar una conducción segura, barata y sostenible y a organizar el intercambio fiable de información entre los usuarios, los automóviles, los talleres y los proveedores de servicios.
ELISE, proyecto del Instituto Tecnológico de Karlsruhe financiado por el gobierno alemán, presenta un sistema electrónico que adquiere datos en tiempo real y los intercambia a través de las fronteras de los sistemas de una manera estandarizada. Las siglas significan "Unidad de Carga Autónoma y Entrada de Datos integrada en el Sistema para Vehículos Eléctricos".
"Hemos desarrollado un componente para hacer más fiables y económicamente eficientes los vehículos eléctricos e instalar la movilidad eléctrica en el mercado", explica Albert Albers, director del Instituto de Ingeniería de Producto de KIT (IPEK), en la nota de prensa del Instituto. "Sobre esta base, se pueden desarrollar aplicaciones innovadoras para la movilidad eléctrica, como que los automóviles actúen como sistemas de almacenamiento provisionales de energías renovables".
El sistema electrónico del proyecto ELISE es una unidad de control configurable en el vehículo con una interfaz telemática. Hace medición y diagnóstico de datos del vehículo eléctrico disponibles en cualquier lugar y en cualquier momento. Estos datos se utilizan luego en aplicaciones y servicios.
El sistema tiene en cuenta la protección de datos, con lo que el usuario del vehículo siempre tendrá control total sobre todos los datos, pero también ser capaz de disfrutar de las ventajas de los servicios internos y externos.
La unidad de carga autónoma del proyecto puede ajustar los parámetros para diversas infraestructuras de carga y, por lo tanto, ser utilizado junto con todos los sistemas existentes. Además, el vehículo eléctrico puede incluso convertirse en un proveedor de energía e introducir la energía almacenada de nuevo en la red, por ejemplo, cuando la demanda en la red aumenta u otros vehículos necesitan mayor reserva.
ELISE, proyecto del Instituto Tecnológico de Karlsruhe financiado por el gobierno alemán, presenta un sistema electrónico que adquiere datos en tiempo real y los intercambia a través de las fronteras de los sistemas de una manera estandarizada. Las siglas significan "Unidad de Carga Autónoma y Entrada de Datos integrada en el Sistema para Vehículos Eléctricos".
"Hemos desarrollado un componente para hacer más fiables y económicamente eficientes los vehículos eléctricos e instalar la movilidad eléctrica en el mercado", explica Albert Albers, director del Instituto de Ingeniería de Producto de KIT (IPEK), en la nota de prensa del Instituto. "Sobre esta base, se pueden desarrollar aplicaciones innovadoras para la movilidad eléctrica, como que los automóviles actúen como sistemas de almacenamiento provisionales de energías renovables".
El sistema electrónico del proyecto ELISE es una unidad de control configurable en el vehículo con una interfaz telemática. Hace medición y diagnóstico de datos del vehículo eléctrico disponibles en cualquier lugar y en cualquier momento. Estos datos se utilizan luego en aplicaciones y servicios.
El sistema tiene en cuenta la protección de datos, con lo que el usuario del vehículo siempre tendrá control total sobre todos los datos, pero también ser capaz de disfrutar de las ventajas de los servicios internos y externos.
La unidad de carga autónoma del proyecto puede ajustar los parámetros para diversas infraestructuras de carga y, por lo tanto, ser utilizado junto con todos los sistemas existentes. Además, el vehículo eléctrico puede incluso convertirse en un proveedor de energía e introducir la energía almacenada de nuevo en la red, por ejemplo, cuando la demanda en la red aumenta u otros vehículos necesitan mayor reserva.
Estándares
En primer lugar, se desarrollaron los conceptos y estándares de comunicación. En un siguiente paso, éstos se incorporaron a un sistema electrónico con un control de software apropiado. Luego se realizaron con éxito las pruebas de recepción de los conjuntos de datos de los vehículos eléctricos y de introducción y extracción de energía. Posteriormente, los sistemas fueron investigados en condiciones próximas a la realidad a partir de datos de campo de las pruebas de conducción.
ELISE fue diseñado como una plataforma modular flexible y configurable. Sobre esta base, los productos pueden ser desarrollados y adaptados para aplicaciones futuras.
Un estudio reciente del Rathenau Instituut -una organización holandesa para la evaluación de la ciencia, la tecnología y la sociedad- considera que los coches autónomos del futuro, sean o no eléctricos, deben colaborar entre sí.
El coche que se auto-conduce, señalan, tiene un gran potencial para mejorar el flujo del tráfico, la seguridad vial y reducir el impacto ambiental del tráfico. Pero sólo si está diseñado para comunicarse con otros coches y sistemas viales inteligentes, y no todos los coches de auto-conducción cumplen este requisito. Al mismo tiempo, se recomienda adoptar normas para el uso seguro y la protección de datos sensibles de los usuarios.
En primer lugar, se desarrollaron los conceptos y estándares de comunicación. En un siguiente paso, éstos se incorporaron a un sistema electrónico con un control de software apropiado. Luego se realizaron con éxito las pruebas de recepción de los conjuntos de datos de los vehículos eléctricos y de introducción y extracción de energía. Posteriormente, los sistemas fueron investigados en condiciones próximas a la realidad a partir de datos de campo de las pruebas de conducción.
ELISE fue diseñado como una plataforma modular flexible y configurable. Sobre esta base, los productos pueden ser desarrollados y adaptados para aplicaciones futuras.
Un estudio reciente del Rathenau Instituut -una organización holandesa para la evaluación de la ciencia, la tecnología y la sociedad- considera que los coches autónomos del futuro, sean o no eléctricos, deben colaborar entre sí.
El coche que se auto-conduce, señalan, tiene un gran potencial para mejorar el flujo del tráfico, la seguridad vial y reducir el impacto ambiental del tráfico. Pero sólo si está diseñado para comunicarse con otros coches y sistemas viales inteligentes, y no todos los coches de auto-conducción cumplen este requisito. Al mismo tiempo, se recomienda adoptar normas para el uso seguro y la protección de datos sensibles de los usuarios.