Una nueva investigación de ingenieros de las universidades de Bristol (Reino Unido) y Lund (Suecia), trabajando junto a la empresa National Instruments (NI), ha demostrado cómo un sistema de antenas gigante puede multiplicar por 12 la eficiencia del espectro en comparación con la tecnología celular actual 4G.
La tecnología de antena múltiple, conocida como MIMO, ya se utiliza en muchos routers Wi-Fi y sistemas de telefonía celular 4G. Normalmente esto implica hasta cuatro antenas en una estación base. Usando un plataforma prototipo flexibles de NI, la configuración de la Universidad de Bristol implementa MIMO Gigante, en el que se despliegan 128 antenas en la estación base.
La Universidad de Lund tiene un conjunto similar, el banco de pruebas LuMaMi, por lo que ambos grupos han trabajado de forma paralela, informa la universidad británica en un comunicado.
El sistema MIMO Gigante utilizado para la demostración funciona con una frecuencia portadora de 3,5 GHz y soporta una conectividad inalámbrica simultánea de hasta 12 clientes de antena únicos, que comparte un canal de radio común de 20 MHz. Complejos algoritmos de procesamiento de señales digitales desentrañan los flujos de datos individuales en el dominio del espacio observado por la red de antenas.
La prueba de MIMO Gigante se llevó a cabo en la Universidad de Bristol y logró una eficiencia de ancho de banda sin precedentes, de 79,4 bit/s/Hz. Esto equivale a una velocidad de flujo acumulada de 1.59Gbit/s en un canal de 20 MHz. El equipo pretende llevar este sistema al aire libre a finales de año.
La tecnología de antena múltiple, conocida como MIMO, ya se utiliza en muchos routers Wi-Fi y sistemas de telefonía celular 4G. Normalmente esto implica hasta cuatro antenas en una estación base. Usando un plataforma prototipo flexibles de NI, la configuración de la Universidad de Bristol implementa MIMO Gigante, en el que se despliegan 128 antenas en la estación base.
La Universidad de Lund tiene un conjunto similar, el banco de pruebas LuMaMi, por lo que ambos grupos han trabajado de forma paralela, informa la universidad británica en un comunicado.
El sistema MIMO Gigante utilizado para la demostración funciona con una frecuencia portadora de 3,5 GHz y soporta una conectividad inalámbrica simultánea de hasta 12 clientes de antena únicos, que comparte un canal de radio común de 20 MHz. Complejos algoritmos de procesamiento de señales digitales desentrañan los flujos de datos individuales en el dominio del espacio observado por la red de antenas.
La prueba de MIMO Gigante se llevó a cabo en la Universidad de Bristol y logró una eficiencia de ancho de banda sin precedentes, de 79,4 bit/s/Hz. Esto equivale a una velocidad de flujo acumulada de 1.59Gbit/s en un canal de 20 MHz. El equipo pretende llevar este sistema al aire libre a finales de año.
Fibra óptica
Investigadores de la Universidad de Illinois (EE.UU.), mientras, han conseguido velocidades de récord para la transmisión de datos por fibra óptica, con la tecnología VCSEL-óxido (un tipo de tecnología láser).
A medida que aumenta el big data, crece la necesidad de una infraestructura de transmisión de datos de alta velocidad, explica universidad en su web.
El grupo consiguió transmitir datos sin errores con VCSEL-óxido a 40 gigabits por segundo en 2014. Ahora han alcanzado 57 Gbps a temperatura ambiente, así como 50 Gbps a temperaturas de hasta 85 grados centígrados, lo que evita tener que gastar energía en sistemas de refrigeración.
Además de para los centros de datos, la tecnología podrá utilizarse en comunicaciones para sistemas que requieren poco peso, como los aviones, porque los cables de fibra óptica son mucho más ligeros que el alambre de cobre, explican los investigadores.
Investigadores de la Universidad de Illinois (EE.UU.), mientras, han conseguido velocidades de récord para la transmisión de datos por fibra óptica, con la tecnología VCSEL-óxido (un tipo de tecnología láser).
A medida que aumenta el big data, crece la necesidad de una infraestructura de transmisión de datos de alta velocidad, explica universidad en su web.
El grupo consiguió transmitir datos sin errores con VCSEL-óxido a 40 gigabits por segundo en 2014. Ahora han alcanzado 57 Gbps a temperatura ambiente, así como 50 Gbps a temperaturas de hasta 85 grados centígrados, lo que evita tener que gastar energía en sistemas de refrigeración.
Además de para los centros de datos, la tecnología podrá utilizarse en comunicaciones para sistemas que requieren poco peso, como los aviones, porque los cables de fibra óptica son mucho más ligeros que el alambre de cobre, explican los investigadores.