En el escenario de Puerta del Ángel (Casa de Campo) se representa hasta después de Navidades (10-1-2016) el Cabaret Maldito del Circo de los horrores.
Espectáculo que sorprende desde el principio y en ocasiones encoge el corazón. Nos sugiere, nos enseña y nos brinda un sinfín de posibilidades erótico-humorísticas envueltas en un halo de “maldad”.
Una catedral gótica habitada por múltiples demonios, diablos, almas en pena, seres del inframundo y Lucifer hace de escenario y nos da la posibilidad de habitar en ella durante dos horas. El público es partícipe de este “juego infernal” de una manera directa y ”explícita”.
De cada uno de los que allí están salen los instintos más oscuros de su ser, dándoles rienda suelta porque en este espacio catártico te inducen a liberarte.
Lucifer, Mefisto o Mefistófeles, el ángel caído o el señor de las tinieblas, como queramos llamarlo, hace de maestro de ceremonias y guía espiritual para mostrar cada uno de los pecados capitales con diversas actuaciones muy acordes con la temática del espectáculo.
Espectáculo que sorprende desde el principio y en ocasiones encoge el corazón. Nos sugiere, nos enseña y nos brinda un sinfín de posibilidades erótico-humorísticas envueltas en un halo de “maldad”.
Una catedral gótica habitada por múltiples demonios, diablos, almas en pena, seres del inframundo y Lucifer hace de escenario y nos da la posibilidad de habitar en ella durante dos horas. El público es partícipe de este “juego infernal” de una manera directa y ”explícita”.
De cada uno de los que allí están salen los instintos más oscuros de su ser, dándoles rienda suelta porque en este espacio catártico te inducen a liberarte.
Lucifer, Mefisto o Mefistófeles, el ángel caído o el señor de las tinieblas, como queramos llamarlo, hace de maestro de ceremonias y guía espiritual para mostrar cada uno de los pecados capitales con diversas actuaciones muy acordes con la temática del espectáculo.
Un mundo de sombras
Son bastante arriesgados y dejan al público con el corazón la mano y la boca abierta. El humor terrorífico del 666 y su miniyo, 333, Fausto y La perversa está presente entre las actuaciones haciendo del tránsito un espectáculo más, que destaca por su calidad a nivel dramatúrgico, actoral y de dirección.
Suso Silva es el director artístico y el ideólogo de este show, que junto con su ayudante, Rob Tanninon, hace maravillas con sus actores y circenses. Quizá lo que más llama la atención sea la labor realizada por La Chacena Producciones, encargados del diseño de tocados y atrezzo, junto con el diseño de las máscaras de Álvaro Aguado, la escenografía (Miguel Brayda) y el vestuario de Paca Rico y Maribel Rodríguez.
La música y las luces acompañan en todo momento a crear un mundo de sombras, susurros y terror que envuelven la carpa, la obra y al público. Todo bien conjugado, con una duración perfecta, un guion increíble y una idea estupenda. Sin lugar a dudas: Vayan a ver el Cabaret Maldito. No se arrepentirán. Consejo: dejen en casa los prejuicios y a los menores de 18 años.
Son bastante arriesgados y dejan al público con el corazón la mano y la boca abierta. El humor terrorífico del 666 y su miniyo, 333, Fausto y La perversa está presente entre las actuaciones haciendo del tránsito un espectáculo más, que destaca por su calidad a nivel dramatúrgico, actoral y de dirección.
Suso Silva es el director artístico y el ideólogo de este show, que junto con su ayudante, Rob Tanninon, hace maravillas con sus actores y circenses. Quizá lo que más llama la atención sea la labor realizada por La Chacena Producciones, encargados del diseño de tocados y atrezzo, junto con el diseño de las máscaras de Álvaro Aguado, la escenografía (Miguel Brayda) y el vestuario de Paca Rico y Maribel Rodríguez.
La música y las luces acompañan en todo momento a crear un mundo de sombras, susurros y terror que envuelven la carpa, la obra y al público. Todo bien conjugado, con una duración perfecta, un guion increíble y una idea estupenda. Sin lugar a dudas: Vayan a ver el Cabaret Maldito. No se arrepentirán. Consejo: dejen en casa los prejuicios y a los menores de 18 años.