Islas Salomon
Islas Salomon
Los especialistas han intentado siempre reconstruir la historia de las lenguas y establecer las líneas de parentesco entre diferentes idiomas a partir de las similitudes entre las palabras de cada lenguaje. Debido a la rápida evolución de las lenguas, sin embargo, este método no permite que las investigaciones se remonten en el tiempo más allá de 10.000 años.
Sin embargo, un nuevo tipo de análisis de las lenguas y su evolución, que ha sido desarrollado por el Insituto Max Plank de Alemania, a cargo del especialista Michael Dunn y de un grupo de expertos, y testado en Melanesia, ha permitido romper esta barrera temporal.
El análisis consistió en la aplicación del método biológico cladístico no al vocabulario, como se ha hecho hasta ahora, sino a la estructura del lenguaje (sonidos y gramática). El método llamado cladismo o cladístico se ha convertido en el paradigma de la reconstrucción filogenética, que se utiliza en epidemiología, investigación de relaciones parásito-hospedador, conservación, filogeografía, etc.
La sistemática cladística (cladismo o sistemática filogenética) pretende producir hipótesis “comprobables” de las relaciones genealógicas entre grupos de organismos. Se basa en la “descendencia común”, o sea, la genealogía estricta. Aplicada a esta investigación, el método ha permitido retroceder aún más en el tiempo para descubrir conexiones remotas entre diferentes lenguas.
Este método se recoge en el proyecto Pioneers of Island Melanesia, de tres años de duración, y ha permitido al equipo del Instituto Max Planck profundizar en la prehistoria de este conjunto de islas, desde la época del primer asentamiento humano, que se calcula fue hace unos 40.000 años, hasta la llegada de los hablantes de las lenguas austronesianas (de las islas del centro y sur del Océano Pacífico) hace menos de 4.000 años.
Estudio gramatical
En Melanesia existe una veintena de lenguas que han evolucionado por separado desde hace al menos 35.000 años, desde que el hombre las habita. Todas ellas tienen muchas palabras en común pero el equipo de Dunn, en lugar de estudiar los diversos vocabularios, centró su investigación en determinados aspectos gramaticales: la naturaleza de la palabra (verbo, sustantivo), su lugar en la frase, y el género de las palabras (femenino, masculino y neutro)
Los investigadores han creado una base de datos que contiene 125 rasgos gramaticales característicos que se repiten en 15 de las 20 lenguas. Con la ayuda de un programa informático han conseguido, además, a partir de las bases de datos, establecer los árboles genealógicos más probables de cada una de ellas.
El proyecto ha comprendido también la acumulación y combinación de conocimientos lingüísticos, genéticos, arqueológicos, biológicos y antropológicos, campos en cuyo estudio se ha avanzado mucho en los últimos años, en lo que a prehistoria en esta parte del mundo se refiere, con el fin de crear un corpus completo, que dé más pistas acerca de la evolución de las diferentes lenguas de la región.
Mas iniciativas del Instituto Max Planck
Los investigadores, que han publicado los resultados del análisis en la revista Science, han demostrado así las relaciones, hasta ahora inconcebibles, que existen entre ciertas lenguas, por ejemplo entre las de las islas de Salomon y de Bougainville. Algunos pueblos debieron vivir sobre el mismo territorio hace 10.000 años, antes de que se disgregaran, sugieren a partir de estos resultados. El siguiente proyecto es realizar la misma investigación con las lenguas amazónicas.
El Instituto Max Planck trabaja en colaboración con investigadores procedentes de instituciones de Holanda, Alemania, Gran Bretaña y Suecia, encargados de ir acumulando nuevos datos, y de formular un modelo unitario acerca de las formas de vida, culturas y lenguaje de los primeros habitantes de estas islas. Esta nueva fórmula de análisis permite establecer una relación entre el lenguaje y la cognición en general, a partir del laboratorio natural que supone la variación de las lenguas.
Pero este instituto no sólo se dedica a investigar en esas islas o en el Amazonas. En la actualidad se estudian cerca de 12 áreas en el mundo cuyas lenguas a menudo son descritas por primera vez, así como examinadas sus categorías semánticas. Otro trabajo desarrollado actualmente es el de hallar la relación entre lenguaje y pensamiento a partir de las variaciones del lenguaje.
También se intentan determinar las bases neurocognitivas de la diferenciación espacial (Proyecto Space y proyecto Event Representation, así como las relaciones entre cultura, conocimiento e interacción social del ser humano (proyecto Multimodal Interaction. El Instituto Max Plankc acaba de editar asimismo The World Atlas of Language Structures, que sintetiza los estudios que se han hecho de las diferentes lenguas.
Sin embargo, un nuevo tipo de análisis de las lenguas y su evolución, que ha sido desarrollado por el Insituto Max Plank de Alemania, a cargo del especialista Michael Dunn y de un grupo de expertos, y testado en Melanesia, ha permitido romper esta barrera temporal.
El análisis consistió en la aplicación del método biológico cladístico no al vocabulario, como se ha hecho hasta ahora, sino a la estructura del lenguaje (sonidos y gramática). El método llamado cladismo o cladístico se ha convertido en el paradigma de la reconstrucción filogenética, que se utiliza en epidemiología, investigación de relaciones parásito-hospedador, conservación, filogeografía, etc.
La sistemática cladística (cladismo o sistemática filogenética) pretende producir hipótesis “comprobables” de las relaciones genealógicas entre grupos de organismos. Se basa en la “descendencia común”, o sea, la genealogía estricta. Aplicada a esta investigación, el método ha permitido retroceder aún más en el tiempo para descubrir conexiones remotas entre diferentes lenguas.
Este método se recoge en el proyecto Pioneers of Island Melanesia, de tres años de duración, y ha permitido al equipo del Instituto Max Planck profundizar en la prehistoria de este conjunto de islas, desde la época del primer asentamiento humano, que se calcula fue hace unos 40.000 años, hasta la llegada de los hablantes de las lenguas austronesianas (de las islas del centro y sur del Océano Pacífico) hace menos de 4.000 años.
Estudio gramatical
En Melanesia existe una veintena de lenguas que han evolucionado por separado desde hace al menos 35.000 años, desde que el hombre las habita. Todas ellas tienen muchas palabras en común pero el equipo de Dunn, en lugar de estudiar los diversos vocabularios, centró su investigación en determinados aspectos gramaticales: la naturaleza de la palabra (verbo, sustantivo), su lugar en la frase, y el género de las palabras (femenino, masculino y neutro)
Los investigadores han creado una base de datos que contiene 125 rasgos gramaticales característicos que se repiten en 15 de las 20 lenguas. Con la ayuda de un programa informático han conseguido, además, a partir de las bases de datos, establecer los árboles genealógicos más probables de cada una de ellas.
El proyecto ha comprendido también la acumulación y combinación de conocimientos lingüísticos, genéticos, arqueológicos, biológicos y antropológicos, campos en cuyo estudio se ha avanzado mucho en los últimos años, en lo que a prehistoria en esta parte del mundo se refiere, con el fin de crear un corpus completo, que dé más pistas acerca de la evolución de las diferentes lenguas de la región.
Mas iniciativas del Instituto Max Planck
Los investigadores, que han publicado los resultados del análisis en la revista Science, han demostrado así las relaciones, hasta ahora inconcebibles, que existen entre ciertas lenguas, por ejemplo entre las de las islas de Salomon y de Bougainville. Algunos pueblos debieron vivir sobre el mismo territorio hace 10.000 años, antes de que se disgregaran, sugieren a partir de estos resultados. El siguiente proyecto es realizar la misma investigación con las lenguas amazónicas.
El Instituto Max Planck trabaja en colaboración con investigadores procedentes de instituciones de Holanda, Alemania, Gran Bretaña y Suecia, encargados de ir acumulando nuevos datos, y de formular un modelo unitario acerca de las formas de vida, culturas y lenguaje de los primeros habitantes de estas islas. Esta nueva fórmula de análisis permite establecer una relación entre el lenguaje y la cognición en general, a partir del laboratorio natural que supone la variación de las lenguas.
Pero este instituto no sólo se dedica a investigar en esas islas o en el Amazonas. En la actualidad se estudian cerca de 12 áreas en el mundo cuyas lenguas a menudo son descritas por primera vez, así como examinadas sus categorías semánticas. Otro trabajo desarrollado actualmente es el de hallar la relación entre lenguaje y pensamiento a partir de las variaciones del lenguaje.
También se intentan determinar las bases neurocognitivas de la diferenciación espacial (Proyecto Space y proyecto Event Representation, así como las relaciones entre cultura, conocimiento e interacción social del ser humano (proyecto Multimodal Interaction. El Instituto Max Plankc acaba de editar asimismo The World Atlas of Language Structures, que sintetiza los estudios que se han hecho de las diferentes lenguas.