Crean un modelo para mejorar las estrategias de tratamiento de infecciones bacterianas. El objetivo es evitar el abuso de los antibióticos mediante un cálculo más preciso del tiempo necesario para erradicar la infección.
El cerebro activa las mismas neuronas para escuchar sonidos que para percibir vibraciones, como las del móvil o las de un tren que se acerca. Por eso a veces nos molestan tanto como los ruidos.
El calor se comporta como un sonido al moverse a través del grafito a bajas temperaturas. Este fenómeno cuántico, conocido como segundo sonido, se produce también en un material ordinario y no solo en el helio.
El cerebro humano es capaz de reaccionar a las variaciones en el campo magnético terrestre, por lo que dispone de un sexto sentido similar al que poseen otras especies animales para orientar su navegación.
Investigadores norteamericanos han ideado un sistema para blindar el Internet del Cuerpo, que controla la salud de las personas con dispositivos implantados. Usa las propiedades conductoras del organismo: no se pueden hackear y consumen 100 veces menos energía.
Las emociones dificultan el olvido de recuerdos indeseados, ya que el cerebro no solo utiliza las estructuras de control y de la memoria cuando quiere olvidar algo, sino también las áreas sensoriales y perceptivas.
La publicidad potencia el consumo de alcohol entre los jóvenes, incluso de los que están por debajo de la edad legal, independientemente de su situación geográfica, familiar o social. Los que no lo han probado tienen el doble de posibilidades de ser bebedores antes de un año.
Investigadores japoneses han conseguido, mediante una técnica optogenética, visualizar los circuitos neuronales que controlan los comportamientos instintivos de los insectos. También manipularon las neuronas implicadas y modificaron la conducta de los invertebrados.
El riesgo de sufrir un infarto de miocardio inducido por el calor ha aumentado significativamente en los últimos años. Además, el aumento de los factores de riesgo, como la diabetes, ha hecho que la población sea más susceptible al calor.
La agresión genera nuevas neuronas en el cerebro y aumenta los comportamientos violentos porque modifica la actividad cerebral relacionada con el comportamiento. También aumenta la seguridad de los más fuertes, que quedan sin embargo dominados por la ansiedad.