Microscopio invertido estándar actualizado para registrar imágenes de células vivas en alta calidad. Fuente: Universidad de Uppsala.
Un estudio reciente de la Universidad de Uppsala (Suecia) ha demostrado que con teléfonos inteligentes o smartphones (y un poco de impresión 3D) se pueden llegar a hacer videos en alta resolución de células vivas, sin la necesidad de equipos caros.
El estudio ha sido publicado en la revista de acceso abierto PLOS ONE, así que cualquier laboratorio puede acceder a la información sobre cómo usar los móviles y la impresión 3D para tal fin.
Aguzando el ingenio
Las imágenes en vivo de las células resultan una herramienta muy potente para el estudio de las células, por ejemplo, para comprender cómo responden estas a diferentes sustancias, como medicamentos o toxinas. Sin embargo, los microscopios y el equipo para registrar este tipo imágenes celulares son a menudo muy caros.
Para resolver esta situación, en el presente trabajo, los científicos partieron de un tipo de microscopios muy presentes en universidades, y ya antiguos: los microscopios invertidos.
Estos dispositivos se llaman así porque su estructura está invertida, en comparación al microscopio convencional, esto es, su fuente de luz está ubicada por encima de la platina, aunque el principio de funcionamiento y formación de la imagen es el mismo que el del microscopio tradicional.
El estudio ha sido publicado en la revista de acceso abierto PLOS ONE, así que cualquier laboratorio puede acceder a la información sobre cómo usar los móviles y la impresión 3D para tal fin.
Aguzando el ingenio
Las imágenes en vivo de las células resultan una herramienta muy potente para el estudio de las células, por ejemplo, para comprender cómo responden estas a diferentes sustancias, como medicamentos o toxinas. Sin embargo, los microscopios y el equipo para registrar este tipo imágenes celulares son a menudo muy caros.
Para resolver esta situación, en el presente trabajo, los científicos partieron de un tipo de microscopios muy presentes en universidades, y ya antiguos: los microscopios invertidos.
Estos dispositivos se llaman así porque su estructura está invertida, en comparación al microscopio convencional, esto es, su fuente de luz está ubicada por encima de la platina, aunque el principio de funcionamiento y formación de la imagen es el mismo que el del microscopio tradicional.
Resultados obtenidos
Los microscopios invertidos ya se utilizaban principalmente para el estudio de cultivos celulares y las actividades (crecimiento, comportamiento) de las células.
Pues bien, lo que han hecho los científicos es mejorar estos microscopios para transformarlos en dispositivos que registren imágenes en alta calidad. Para ello, usaron unas pocas piezas impresas en 3D, algo de electrónica y un teléfono inteligente.
Gracias a ello, han logrado mejorar los viejos microscopios invertidos, y ahora estos sistemas proporcionan, a la par, excelentes condiciones de cultivo celular e imágenes de alta resolución de las células vivas.
Según Johan Kreuger, profesor titular del Departamento de Biología Celular Médica de la Universidad de Uppsala, este proyecto demuestra que la impresión 3D transformará la forma en que los científicos trabajan en todo el mundo, pues tiene el potencial de dar acceso a los investigadores a métodos de investigación hasta ahora demasiado caros.
"La tecnología aquí presentada puede ser fácilmente adaptada y modificada en función de las necesidades específicas de cada investigador, a un costo bajo. En el futuro, será mucho más común de lo que los científicos creen modificar los equipos de investigación e impulsar así el desarrollo tecnológico", concluye Kreuger.
Más allá del laboratorio, otros aparatos también podrían verse pronto mejorados por la impresión 3D. Por ejemplo, la compañía de software Autodesk ha desarrollado un sistema que permite personalizar e interconectar los controles de aparatos de uso diario tales como lámparas, tostadoras, hornos o radios, gracias a la incorporación de nuevos elementos modelados en tres dimensiones.
Los microscopios invertidos ya se utilizaban principalmente para el estudio de cultivos celulares y las actividades (crecimiento, comportamiento) de las células.
Pues bien, lo que han hecho los científicos es mejorar estos microscopios para transformarlos en dispositivos que registren imágenes en alta calidad. Para ello, usaron unas pocas piezas impresas en 3D, algo de electrónica y un teléfono inteligente.
Gracias a ello, han logrado mejorar los viejos microscopios invertidos, y ahora estos sistemas proporcionan, a la par, excelentes condiciones de cultivo celular e imágenes de alta resolución de las células vivas.
Según Johan Kreuger, profesor titular del Departamento de Biología Celular Médica de la Universidad de Uppsala, este proyecto demuestra que la impresión 3D transformará la forma en que los científicos trabajan en todo el mundo, pues tiene el potencial de dar acceso a los investigadores a métodos de investigación hasta ahora demasiado caros.
"La tecnología aquí presentada puede ser fácilmente adaptada y modificada en función de las necesidades específicas de cada investigador, a un costo bajo. En el futuro, será mucho más común de lo que los científicos creen modificar los equipos de investigación e impulsar así el desarrollo tecnológico", concluye Kreuger.
Más allá del laboratorio, otros aparatos también podrían verse pronto mejorados por la impresión 3D. Por ejemplo, la compañía de software Autodesk ha desarrollado un sistema que permite personalizar e interconectar los controles de aparatos de uso diario tales como lámparas, tostadoras, hornos o radios, gracias a la incorporación de nuevos elementos modelados en tres dimensiones.
Referencia bibliográfica:
Rodrigo Hernández Vera et al. A modular and Affordable Time-Lapse Imaging and Incubation System Based on 3D-printed Parts, a Smartphone, and Off-The-Shelf Electronics. PLOS ONE (2016). DOI: 10.1371/journal.pone.0167583.
Rodrigo Hernández Vera et al. A modular and Affordable Time-Lapse Imaging and Incubation System Based on 3D-printed Parts, a Smartphone, and Off-The-Shelf Electronics. PLOS ONE (2016). DOI: 10.1371/journal.pone.0167583.