Imagen del volumen de flujo a tiempo real de datos de Internet entre Nueva York y otras ciudades del mundo. Fuente: senseable city lab.
La ciudad de Nueva York ha sido descrita de una manera completamente novedosa e incluso artística: desde la perspectiva del intercambio global de información a tiempo real vía teléfono e Internet entre esta ciudad y otras ciudades del mundo.
En la era de la información, las telecomunicaciones unen a la gente en el espacio, eliminando las limitaciones de la distancia, ¿qué imágenes genera este hecho en el caso de Nueva York? ¿Cómo fluye el tráfico de las telecomunicaciones dentro y fuera de la ciudad?
Investigadores del senseable city laboratory, del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, han creado un proyecto que revela la compleja dinámica de la comunicación existente entre Nueva York y otras ciudades del planeta. El proyecto, bautizado como New York Talk Exchange (NYTE forma parte, desde el 24 de febrero, de la exposición del Museo de Arte Moderno neoyorkino (MoMA “Design and the Elastic Mind”, abierta hasta el próximo 12 de mayo.
Según declaraciones de Carlo Ratti, director del senseable city laboratory, en un comunicado del MIT, el resultado permite “mostrar cómo palpita el corazón de Nueva York a tiempo real, y cómo éste se conecta con la red global de ciudades”.
Tres grandes imágenes
Lo que se pretendía con el proyecto era visualizar y explorar las conexiones que esta ciudad establece con el resto del mundo, cómo intercambia información a lo largo del día, y cómo sus diversos barrios difieren unos de otros en el mantenimiento de relaciones especiales y distintas con ciudades y países concretos.
Los datos empleados proceden de la red de la corporación AT&T (American Telephone and Telegraph), especializada en telecomunicaciones, que mide el volumen del fluido de tráfico de Internet y voz dentro y fuera de Nueva York. Estos datos son proyectados como tres grandes imágenes, que están actualmente colgadas en el MoMA, aunque también pueden verse en la web del proyecto.
La primera de estas imágenes, llamada Globe Encounters, consiste en animaciones tridimensionales a tiempo real que muestran las conexiones globales de la ciudad con otras ciudades. La segunda de ellas, Pulse of the Planet, muestra cómo esas conexiones cambian a lo largo del día según van cambiando las franjas horarias de todo el planeta.
En ésta se aprecia que Nueva York está conectada las 24 horas del día con el resto del mundo. La tercera de las imágenes se centra en el interior de la ciudad, en cinco municipios de ella, y explora la forma en que sus conexiones globales varían dependiendo de los barrios.
Pobres y ricos, más globales
Así, el proyecto ilustra la manera en que las diferentes partes de la ciudad se relacionan con diferentes partes del mundo. Por ejemplo, Mumbai, en la India, es el lugar vigésimo cuarto con más llamadas desde Manhattan, pero sólo un 1% de las llamadas realizadas desde el Bronx le van destinadas.
A otra conclusión que se llega a partir de las imágenes es que las comunicaciones globales se dan especialmente en los dos extremos de la economía: en el extremo más rico y en el más pobre. Las capas intermedias de la sociedad neoyorkina son mucho menos globales, y se relacionan principalmente a nivel nacional y local a través del teléfono y de Internet.
Por otro lado, el proyecto permite también comparar el nivel de globalización de las ciudades. Por ejemplo, datos compartidos con el MIT por la compañía British Telecom, del Reino Unido, revelaron que Nueva York disfruta de unas telecomunicaciones globales más amplias, especialmente con Asia y Sudamérica (con Pekín, Bogotá o Riyadh), mientras que Londres despliega más contactos con Europa.
Comprender la globalización
El proyecto, aseguran sus creadores, no ha puesto en peligro en ningún momento la privacidad de los usuarios, porque el tráfico de las telecomunicaciones es medido a un nivel alto del flujo de la red global. Es decir, que no se han recogido datos individuales en ninguno de los puntos del proceso.
En los próximos meses, los investigadores esperan resolver algunas cuestiones importantes derivadas de las visualizaciones del MoMA: ¿Cómo está evolucionando la estructura de las ciudades globales, ¿cómo pueden los datos de las telecomunicaciones permitirnos comprender mejor las dinámicas de la globalización?, ¿cómo afecta la transmisión de bytes a través del mundo a la necesidad de viajar o de los desplazamientos físicos, con vistas a sugerir ideas para una mayor sostenibilidad a nivel planetario?
Según Ratti, el presente análisis ilustra la manera en que los datos de las telecomunicaciones pueden ayudarnos a expandir nuestra concepción de las ciudades globales, y su papel en el proceso de la globalización. Las imágenes en sí son un cúmulo de información sobre temas como los negocios, la cultura o la inmigración de la ciudad. En otras palabras, demuestran que en la era de la información, la vida urbana es tan global como local.
En la era de la información, las telecomunicaciones unen a la gente en el espacio, eliminando las limitaciones de la distancia, ¿qué imágenes genera este hecho en el caso de Nueva York? ¿Cómo fluye el tráfico de las telecomunicaciones dentro y fuera de la ciudad?
Investigadores del senseable city laboratory, del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, han creado un proyecto que revela la compleja dinámica de la comunicación existente entre Nueva York y otras ciudades del planeta. El proyecto, bautizado como New York Talk Exchange (NYTE forma parte, desde el 24 de febrero, de la exposición del Museo de Arte Moderno neoyorkino (MoMA “Design and the Elastic Mind”, abierta hasta el próximo 12 de mayo.
Según declaraciones de Carlo Ratti, director del senseable city laboratory, en un comunicado del MIT, el resultado permite “mostrar cómo palpita el corazón de Nueva York a tiempo real, y cómo éste se conecta con la red global de ciudades”.
Tres grandes imágenes
Lo que se pretendía con el proyecto era visualizar y explorar las conexiones que esta ciudad establece con el resto del mundo, cómo intercambia información a lo largo del día, y cómo sus diversos barrios difieren unos de otros en el mantenimiento de relaciones especiales y distintas con ciudades y países concretos.
Los datos empleados proceden de la red de la corporación AT&T (American Telephone and Telegraph), especializada en telecomunicaciones, que mide el volumen del fluido de tráfico de Internet y voz dentro y fuera de Nueva York. Estos datos son proyectados como tres grandes imágenes, que están actualmente colgadas en el MoMA, aunque también pueden verse en la web del proyecto.
La primera de estas imágenes, llamada Globe Encounters, consiste en animaciones tridimensionales a tiempo real que muestran las conexiones globales de la ciudad con otras ciudades. La segunda de ellas, Pulse of the Planet, muestra cómo esas conexiones cambian a lo largo del día según van cambiando las franjas horarias de todo el planeta.
En ésta se aprecia que Nueva York está conectada las 24 horas del día con el resto del mundo. La tercera de las imágenes se centra en el interior de la ciudad, en cinco municipios de ella, y explora la forma en que sus conexiones globales varían dependiendo de los barrios.
Pobres y ricos, más globales
Así, el proyecto ilustra la manera en que las diferentes partes de la ciudad se relacionan con diferentes partes del mundo. Por ejemplo, Mumbai, en la India, es el lugar vigésimo cuarto con más llamadas desde Manhattan, pero sólo un 1% de las llamadas realizadas desde el Bronx le van destinadas.
A otra conclusión que se llega a partir de las imágenes es que las comunicaciones globales se dan especialmente en los dos extremos de la economía: en el extremo más rico y en el más pobre. Las capas intermedias de la sociedad neoyorkina son mucho menos globales, y se relacionan principalmente a nivel nacional y local a través del teléfono y de Internet.
Por otro lado, el proyecto permite también comparar el nivel de globalización de las ciudades. Por ejemplo, datos compartidos con el MIT por la compañía British Telecom, del Reino Unido, revelaron que Nueva York disfruta de unas telecomunicaciones globales más amplias, especialmente con Asia y Sudamérica (con Pekín, Bogotá o Riyadh), mientras que Londres despliega más contactos con Europa.
Comprender la globalización
El proyecto, aseguran sus creadores, no ha puesto en peligro en ningún momento la privacidad de los usuarios, porque el tráfico de las telecomunicaciones es medido a un nivel alto del flujo de la red global. Es decir, que no se han recogido datos individuales en ninguno de los puntos del proceso.
En los próximos meses, los investigadores esperan resolver algunas cuestiones importantes derivadas de las visualizaciones del MoMA: ¿Cómo está evolucionando la estructura de las ciudades globales, ¿cómo pueden los datos de las telecomunicaciones permitirnos comprender mejor las dinámicas de la globalización?, ¿cómo afecta la transmisión de bytes a través del mundo a la necesidad de viajar o de los desplazamientos físicos, con vistas a sugerir ideas para una mayor sostenibilidad a nivel planetario?
Según Ratti, el presente análisis ilustra la manera en que los datos de las telecomunicaciones pueden ayudarnos a expandir nuestra concepción de las ciudades globales, y su papel en el proceso de la globalización. Las imágenes en sí son un cúmulo de información sobre temas como los negocios, la cultura o la inmigración de la ciudad. En otras palabras, demuestran que en la era de la información, la vida urbana es tan global como local.