Ceres es el más pequeño de los planetas enanos dentro del sistema solar. Se ubica entre las órbitas de Marte y Júpiter. Fue descubierto el 1 de enero de 1801 por Giuseppe Piazzi y recibe su nombre en honor a la diosa romana de la agricultura, las cosechas y la fecundidad, Ceres.
En 2001, el telescopio espacial Hubble lo fotografió. Las imágenes fueron de baja resolución, pero confirmaron que es esférico y mostraban un punto claro en su superficie, probablemente un cráter.
Más recientemente, Ceres fue estudiado con el telescopio Keck, con el que se logró una resolución superior a la de los resultados del Hubble. El Keck fue capaz de distinguir dos rasgos grandes de albedo oscuro, probablemente cráteres de impacto; el mayor de ellos tiene una región central más brillante.
Además, en 2007, la NASA lanzó una misión llamada Dawn (en inglés, amanecer) para visitar Ceres y el asteroide Vesta. Fue lanzada el 27 de septiembre de 2007. Entró en la órbita de Vesta en julio de 2011, y lo observó durante poco más de un año. En septiembre de 2012, Dawn abandonó Vesta y, tras un viaje de tres años, en marzo de 2015, llegó a Ceres, convirtiéndose en la primera misión de exploración a un planeta enano.
Mapa del planeta en color
Ahora, gracias a este exploración, la NASA ha elaborado un mapa de color del planeta, que revela la diversidad de su superficie. Las diferencias en la morfología y color de esta sugieren que Ceres fue una vez un cuerpo activo, han afirmado los investigadores, según un comunicado del NASA/Jet Propulsion Laboratory.
Por tanto, Ceres no fue una roca inerte a lo largo de toda su historia sino un cuerpo celeste activo, con procesos que dieron lugar a diferentes materiales en diferentes regiones, aseguran.
Gracias a Dawn se ha descubierto, por otro lado, que, mientras Vesta es un cuerpo seco, Ceres podría tener una masa compuesta hasta en un 25% por hielo de agua. También que la superficie de este planeta enano está llena de cráteres (como se esperaba), aunque parece tener menos grandes cráteres de lo que los científicos habían previsto.
En 2001, el telescopio espacial Hubble lo fotografió. Las imágenes fueron de baja resolución, pero confirmaron que es esférico y mostraban un punto claro en su superficie, probablemente un cráter.
Más recientemente, Ceres fue estudiado con el telescopio Keck, con el que se logró una resolución superior a la de los resultados del Hubble. El Keck fue capaz de distinguir dos rasgos grandes de albedo oscuro, probablemente cráteres de impacto; el mayor de ellos tiene una región central más brillante.
Además, en 2007, la NASA lanzó una misión llamada Dawn (en inglés, amanecer) para visitar Ceres y el asteroide Vesta. Fue lanzada el 27 de septiembre de 2007. Entró en la órbita de Vesta en julio de 2011, y lo observó durante poco más de un año. En septiembre de 2012, Dawn abandonó Vesta y, tras un viaje de tres años, en marzo de 2015, llegó a Ceres, convirtiéndose en la primera misión de exploración a un planeta enano.
Mapa del planeta en color
Ahora, gracias a este exploración, la NASA ha elaborado un mapa de color del planeta, que revela la diversidad de su superficie. Las diferencias en la morfología y color de esta sugieren que Ceres fue una vez un cuerpo activo, han afirmado los investigadores, según un comunicado del NASA/Jet Propulsion Laboratory.
Por tanto, Ceres no fue una roca inerte a lo largo de toda su historia sino un cuerpo celeste activo, con procesos que dieron lugar a diferentes materiales en diferentes regiones, aseguran.
Gracias a Dawn se ha descubierto, por otro lado, que, mientras Vesta es un cuerpo seco, Ceres podría tener una masa compuesta hasta en un 25% por hielo de agua. También que la superficie de este planeta enano está llena de cráteres (como se esperaba), aunque parece tener menos grandes cráteres de lo que los científicos habían previsto.
Mapa de Ceres a partir de la información enviada por la sonda Dawn (marzo de 2015). Fuente: NASA/JPL Laboratory.
Unos misteriosos puntos brillantes
Asimismo, se ha encontrado que Ceres presenta un par de puntos vecinos muy brillantes en su hemisferio norte.
En total, se han identificado ya 10 regiones brillantes en la superficie del planeta, que fascinan a los científicos, pues su origen sigue siendo desconocido.
Los investigadores esperan obtener más detalles de estos puntos y de otros aspectos del cuerpo celeste a partir del 23 de abril, fecha en que Dawn comenzará su primera fase científica intensiva, situándose a 13.500 kilómetros de la superficie de Ceres. Permanecerá “trabajando” en el terreno hasta 2016.
Mediante la comparación de Ceres con Vesta, los científicos esperan obtener una mejor comprensión de la formación del sistema solar.
Asimismo, se ha encontrado que Ceres presenta un par de puntos vecinos muy brillantes en su hemisferio norte.
En total, se han identificado ya 10 regiones brillantes en la superficie del planeta, que fascinan a los científicos, pues su origen sigue siendo desconocido.
Los investigadores esperan obtener más detalles de estos puntos y de otros aspectos del cuerpo celeste a partir del 23 de abril, fecha en que Dawn comenzará su primera fase científica intensiva, situándose a 13.500 kilómetros de la superficie de Ceres. Permanecerá “trabajando” en el terreno hasta 2016.
Mediante la comparación de Ceres con Vesta, los científicos esperan obtener una mejor comprensión de la formación del sistema solar.