Recreación artística en la que se aprecia la fuente de las ráfagas rápidas de radio (FRB 121102) orbitando un objeto astrofísico desconocido (en rosa), que podría ser el origen de los ciclos de 157 días observados en sus pulsos. Crédito: Kristi Mickaliger.
Las ráfagas rápidas de radio (FRB por sus siglas en inglés) constituyen un fenómeno astrofísico de gran energía de origen desconocido que se manifiesta como un pulso de radio fugaz que dura unos pocos milisegundos.
Descubiertas por primera vez en 2007, las FRBs son acontecimientos astrofísicos fugaces que proceden de las profundidades del espacio extragaláctico. Su composición física continúa siendo un misterio.
La señal más extraña es FRB 121102, descubierta en 2012: es una señal de radio rápida capaz de repetirse, y esta característica ha llevado a los científicos a preguntarse si su origen es diferente al de los otros pulsos rápidos de radio.
Lo que sabemos
Los astrónomos comprobaron hace unos años que FRB 121102 se encuentra en una región matriz de estrellas de una galaxia lejana, situada a más de 3.000 millones de años luz de la Tierra. Al menos se han detectado más de 150 ráfagas rápidas de radio procedentes de este punto.
La enorme distancia a la que se encuentra de la Tierra permite suponer que esa fuente provoca una descomunal cantidad de energía con cada pulso o estallido rápido: FRB 121102 irradia en un milisegundo tanta energía como la que emite el Sol durante todo un día.
Recientes descubrimientos han establecido, por un lado, que los pulsos de FRB 121102 atraviesan un campo magnético extremadamente potente en un plasma denso.
Por otro lado, el análisis de 21 nuevas señales ha determinado que FRB 121102 alterna sus pulsos entre períodos de inactividad y de actividad frenética.
Emisiones cíclicas
Una nueva investigación desarrollada en la Universidad de Manchester ha determinado que la emisión del FRB conocida como 121102 sigue también un patrón cíclico: ráfagas de radio que duran aproximadamente 90 días, seguidas de un silencioso período de 67 días. El mismo comportamiento luego se repite cada 157 días.
Este descubrimiento proporciona una pista importante para identificar el origen de estas enigmáticas ráfagas de radio rápidas, según estos investigadores.
La presencia de una secuencia regular en la actividad de estallido podría implicar que las explosiones potentes están vinculadas al movimiento orbital de una estrella masiva, una estrella de neutrones en un sistema binario, o un agujero negro.
Descubiertas por primera vez en 2007, las FRBs son acontecimientos astrofísicos fugaces que proceden de las profundidades del espacio extragaláctico. Su composición física continúa siendo un misterio.
La señal más extraña es FRB 121102, descubierta en 2012: es una señal de radio rápida capaz de repetirse, y esta característica ha llevado a los científicos a preguntarse si su origen es diferente al de los otros pulsos rápidos de radio.
Lo que sabemos
Los astrónomos comprobaron hace unos años que FRB 121102 se encuentra en una región matriz de estrellas de una galaxia lejana, situada a más de 3.000 millones de años luz de la Tierra. Al menos se han detectado más de 150 ráfagas rápidas de radio procedentes de este punto.
La enorme distancia a la que se encuentra de la Tierra permite suponer que esa fuente provoca una descomunal cantidad de energía con cada pulso o estallido rápido: FRB 121102 irradia en un milisegundo tanta energía como la que emite el Sol durante todo un día.
Recientes descubrimientos han establecido, por un lado, que los pulsos de FRB 121102 atraviesan un campo magnético extremadamente potente en un plasma denso.
Por otro lado, el análisis de 21 nuevas señales ha determinado que FRB 121102 alterna sus pulsos entre períodos de inactividad y de actividad frenética.
Emisiones cíclicas
Una nueva investigación desarrollada en la Universidad de Manchester ha determinado que la emisión del FRB conocida como 121102 sigue también un patrón cíclico: ráfagas de radio que duran aproximadamente 90 días, seguidas de un silencioso período de 67 días. El mismo comportamiento luego se repite cada 157 días.
Este descubrimiento proporciona una pista importante para identificar el origen de estas enigmáticas ráfagas de radio rápidas, según estos investigadores.
La presencia de una secuencia regular en la actividad de estallido podría implicar que las explosiones potentes están vinculadas al movimiento orbital de una estrella masiva, una estrella de neutrones en un sistema binario, o un agujero negro.
Complejidad
De todas formas, desentrañar el misterio continúa siendo una tarea compleja. Hasta ahora se han descubierto más de 100FRBs, la mayoría de las cuales producen destellos una sola vez.
Sin embargo, en 2018 se descubrió que una segunda ráfaga rápida de radio llamada FRB 180916.J0158 + 65, la señal más cercana a la Tierra que se haya localizado hasta la fecha, muestra también un aparente ciclo de 16 días : dispara ráfagas durante un tramo de cuatro días, se calla durante 12 días y luego comienza de nuevo.
Nadie tiene una explicación de estos extraños comportamientos cíclicos de ambas FRBs, ni se existe alguna relación entre las dos ráfagas rápidas de radio que aclare el misterio.
"Este descubrimiento resalta lo poco que sabemos sobre el origen de los FRB", señala en un comunicado el coautor del último estudio Duncan Lorimer, de la Universidad de West Virginia.
Y añade: "se necesitarán más observaciones de un mayor número de FRB con el fin de obtener una imagen más clara sobre estas fuentes periódicas y dilucidar su origen".
De todas formas, desentrañar el misterio continúa siendo una tarea compleja. Hasta ahora se han descubierto más de 100FRBs, la mayoría de las cuales producen destellos una sola vez.
Sin embargo, en 2018 se descubrió que una segunda ráfaga rápida de radio llamada FRB 180916.J0158 + 65, la señal más cercana a la Tierra que se haya localizado hasta la fecha, muestra también un aparente ciclo de 16 días : dispara ráfagas durante un tramo de cuatro días, se calla durante 12 días y luego comienza de nuevo.
Nadie tiene una explicación de estos extraños comportamientos cíclicos de ambas FRBs, ni se existe alguna relación entre las dos ráfagas rápidas de radio que aclare el misterio.
"Este descubrimiento resalta lo poco que sabemos sobre el origen de los FRB", señala en un comunicado el coautor del último estudio Duncan Lorimer, de la Universidad de West Virginia.
Y añade: "se necesitarán más observaciones de un mayor número de FRB con el fin de obtener una imagen más clara sobre estas fuentes periódicas y dilucidar su origen".
Referencia
Possible periodic activity in the repeating FRB 121102. K M Rajwade et al. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, Volume 495, Issue 4, July 2020, Pages 3551–3558. DOI:https://doi.org/10.1093/mnras/staa1237
Possible periodic activity in the repeating FRB 121102. K M Rajwade et al. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, Volume 495, Issue 4, July 2020, Pages 3551–3558. DOI:https://doi.org/10.1093/mnras/staa1237