Los primeros resultados recogidos por la misión InSight de la Nasa durante su primer año de operaciones en Marte, muestran que el planeta rojo es sísmicamente activo, pero con una sismicidad muy diferente a la de la Tierra. Los resultados se recogen en sendos artículos publicados en Nature.
Después de los fallidos intentos de las sondas Viking en 1976 y 1978 de descubrir la sismología de Marte, InSight ha llegado al planeta rojo, 40 años después, para estudiar en profundidad los secretos ocultos bajo su suelo.
Insight dispone de mejores herramientas que sus antepasados: un sofisticado sismómetro para detectar terremotos, con capacidad de resistir los fuertes vientos que condicionaron a las misiones Viking.
También dispone de sensores para medir la presión del viento y del aire, de un magnetómetro y de una sonda específica para medir la temperatura del planeta. Realizará un experimento para estudiar la estructura interna de Marte.
La sonda está dotada asimismo de un sismómetro ultrasensible y ultraresistente de origen francés llamado SEIS. En su interior se encuentran tres péndulos que detectan los movimientos más pequeños de la superficie marciana.
Principales resultados
El resultado más destacado hasta ahora de esta misión es el descubrimiento de la actividad sísmica y el haber observado que los terremotos más grandes se producen en la región Cerberus Fossae, formada por fallas y con una extensión de 1.235 kilómetros de diámetro.
Eso significa, según los investigadores, que esta región, con probable actividad sísmica durante las últimas decenas de millones de años, todavía mantiene actividad con frecuentes terremotos de hasta 3.5.
Otro descubrimiento aportado por los investigadores se refiere a la corteza del planeta rojo. La sonda Insight ha descubierto que por encima de una corteza consolidada y estable, existe otra capa de corteza alterada, de 10 kilómetros de espesor.
Esta capa, un regolito poroso y fracturado bastante grueso, ha sido alterada no solo por los impactos de meteoritos, sino también por la actividad del pasado de Marte, cuando hace miles de años fluía agua en su corteza y en su superficie.
Diferentes temblores
Respecto a la actividad sísmica, esta misión ha comprobado que la mayoría de temblores son de muy baja intensidad y que ocurren sobre todo en la superficie.
Asimismo, que los terremotos más importantes, con una magnitud superior a 4, son más escasos y profundos, sin que hayan facilitado todavía información suficiente sobre los secretos mejor guardados de Marte: su geología interior.
En cualquier caso, una vez establecido que Marte es un planeta sísmicamente activo, por lo que sabemos esa actividad es significativamente diferente a la que tenemos en la Tierra.
Lo que podemos deducir es que la estructura interna del planeta rojo podría ser más larga y delicada de lo que pensábamos hasta ahora, según los investigadores.
Después de los fallidos intentos de las sondas Viking en 1976 y 1978 de descubrir la sismología de Marte, InSight ha llegado al planeta rojo, 40 años después, para estudiar en profundidad los secretos ocultos bajo su suelo.
Insight dispone de mejores herramientas que sus antepasados: un sofisticado sismómetro para detectar terremotos, con capacidad de resistir los fuertes vientos que condicionaron a las misiones Viking.
También dispone de sensores para medir la presión del viento y del aire, de un magnetómetro y de una sonda específica para medir la temperatura del planeta. Realizará un experimento para estudiar la estructura interna de Marte.
La sonda está dotada asimismo de un sismómetro ultrasensible y ultraresistente de origen francés llamado SEIS. En su interior se encuentran tres péndulos que detectan los movimientos más pequeños de la superficie marciana.
Principales resultados
El resultado más destacado hasta ahora de esta misión es el descubrimiento de la actividad sísmica y el haber observado que los terremotos más grandes se producen en la región Cerberus Fossae, formada por fallas y con una extensión de 1.235 kilómetros de diámetro.
Eso significa, según los investigadores, que esta región, con probable actividad sísmica durante las últimas decenas de millones de años, todavía mantiene actividad con frecuentes terremotos de hasta 3.5.
Otro descubrimiento aportado por los investigadores se refiere a la corteza del planeta rojo. La sonda Insight ha descubierto que por encima de una corteza consolidada y estable, existe otra capa de corteza alterada, de 10 kilómetros de espesor.
Esta capa, un regolito poroso y fracturado bastante grueso, ha sido alterada no solo por los impactos de meteoritos, sino también por la actividad del pasado de Marte, cuando hace miles de años fluía agua en su corteza y en su superficie.
Diferentes temblores
Respecto a la actividad sísmica, esta misión ha comprobado que la mayoría de temblores son de muy baja intensidad y que ocurren sobre todo en la superficie.
Asimismo, que los terremotos más importantes, con una magnitud superior a 4, son más escasos y profundos, sin que hayan facilitado todavía información suficiente sobre los secretos mejor guardados de Marte: su geología interior.
En cualquier caso, una vez establecido que Marte es un planeta sísmicamente activo, por lo que sabemos esa actividad es significativamente diferente a la que tenemos en la Tierra.
Lo que podemos deducir es que la estructura interna del planeta rojo podría ser más larga y delicada de lo que pensábamos hasta ahora, según los investigadores.
Esperando el gran terremoto
La misión Insight no ha terminado con la publicación de estos primeros resultados: cada día, desde la Tierra, los sismólogos continúan escuchando la actividad sísmica marciana, esperando ver en los espectrogramas la huella del primer gran terremoto marciano.
Ese esperado terremoto es el que permitirá penetrar más allá de la corteza: sus efectos se notarán miles de kilómetros por debajo de la superficie, abriendo a los sismólogos la puerta que conduce al corazón del planeta rojo: el núcleo metálico.
Seguramente habrá que esperar algún tiempo: Insight solo obtuvo datos sísmicos meses después del aterrizaje en noviembre de 2018.
A finales del año pasado, solo registraba dos señales sísmicas al día, tan débiles que pasarían desapercibidas en nuestro planeta.
Eso significa que la sonda llegó a Marte en un momento geológicamente tranquilo. Cuestión de esperar.
La misión Insight no ha terminado con la publicación de estos primeros resultados: cada día, desde la Tierra, los sismólogos continúan escuchando la actividad sísmica marciana, esperando ver en los espectrogramas la huella del primer gran terremoto marciano.
Ese esperado terremoto es el que permitirá penetrar más allá de la corteza: sus efectos se notarán miles de kilómetros por debajo de la superficie, abriendo a los sismólogos la puerta que conduce al corazón del planeta rojo: el núcleo metálico.
Seguramente habrá que esperar algún tiempo: Insight solo obtuvo datos sísmicos meses después del aterrizaje en noviembre de 2018.
A finales del año pasado, solo registraba dos señales sísmicas al día, tan débiles que pasarían desapercibidas en nuestro planeta.
Eso significa que la sonda llegó a Marte en un momento geológicamente tranquilo. Cuestión de esperar.
Referencias
Initial results from the InSight mission on Mars. Bruce Banerdt et al. Nature Geoscience (2020), DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-020-0544-y
The atmosphere of Mars as observed by InSight. Don Banfield etal. Nature Geoscience (2020). DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-020-0534-0
InSight’s first look inside Mars. James Tuttle Keane. Nature Geoscience (2020). DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-020-0547-8
Geology of the InSight landing site on Mars. M. Golombek et al. Nature Communications volume 11, Article number: 1014 (2020). DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-020-14679-1
Initial results from the InSight mission on Mars. Bruce Banerdt et al. Nature Geoscience (2020), DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-020-0544-y
The atmosphere of Mars as observed by InSight. Don Banfield etal. Nature Geoscience (2020). DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-020-0534-0
InSight’s first look inside Mars. James Tuttle Keane. Nature Geoscience (2020). DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-020-0547-8
Geology of the InSight landing site on Mars. M. Golombek et al. Nature Communications volume 11, Article number: 1014 (2020). DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-020-14679-1