En el futuro no será necesario poner el manos libres para el evitar el sobrecalentamiento de las orejas al hablar por el móvil. Fuente: UT Graz.
Que una o ambas orejas estén calientes después de una larga llamada telefónica pronto será una cosa del pasado, o al menos eso asegura un grupo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Graz (Austria) y de la sede en Graz del Centro de Investigación en Telecomunicaciones de Viena, FTW Graz.
Científicos de toda Europa se han unido en el proyecto Dragon, de la UE, para trabajar en o las tecnologías de telecomunicaciones móviles del futuro, y para encontrar soluciones a los problemas actuales. Los científicos se han centrado especialmente en la eficiencia energética y en el rendimiento de las baterías.
Según la nota de prensa de la UT Graz, el sector de la telefonía móvil se está moviendo más rápido que casi ningún otro en busca de aparatos más baratos, más potentes, más inteligentes, más pequeños y más fáciles de usar.
Cada vez mayores velocidades de transmisión de datos requieren nuevas formas de reducir el consumo de energía por bit de datos enviados o recibidos, por dos razones: en primer lugar, para ahorrar energía, y en segundo lugar para evitar problemas térmicos, como el recalentamiento del teléfono móvil.
Los científicos y los desarrolladores tienen que prepararse con suficiente antelación a las necesidades del mercado. "Con años de antelación, analizamos los requisitos que las futuras generaciones de telefonía móvil tendrán que cumplir, y tratamos de anticipar el desarrollo de la demanda de los usuarios y pensar en lo que será técnicamente viable ", explica Gernot Kubin, jefe del Laboratorio de Procesamiento de la Señal y Comunicación Oral de la UT Graz.
El proyecto Dragon, de la UE, se inició en 2009 con el objetivo de desarrollar nuevas metodologías de diseño, sistemas innovadores y soluciones de circuito para los sistemas de telefonía móvil en el rango nanométrico. "Hace cuatro años, empezamos a planear las soluciones concretas que serán necesarias a partir de 2015, y definidas por las autoridades internacionales de normalización. Las personas involucradas en el proyecto trabajó en una norma que aún no se ha terminado", recalca Kubin, para dar una idea del desafío.
La prioridad para los científicos austriacos fue la unidad de transmisión y, en particular, la arquitectura, el diseño del chip y los componentes. "La flexibilidad es esencial aquí. Las nuevas tecnologías de semiconductores son un objetivo general de todos los desarrollos en el campo de la telefonía móvil. De lo contrario, las innovaciones resultarán ser de corta duración", cuenta Kubin.
Científicos de toda Europa se han unido en el proyecto Dragon, de la UE, para trabajar en o las tecnologías de telecomunicaciones móviles del futuro, y para encontrar soluciones a los problemas actuales. Los científicos se han centrado especialmente en la eficiencia energética y en el rendimiento de las baterías.
Según la nota de prensa de la UT Graz, el sector de la telefonía móvil se está moviendo más rápido que casi ningún otro en busca de aparatos más baratos, más potentes, más inteligentes, más pequeños y más fáciles de usar.
Cada vez mayores velocidades de transmisión de datos requieren nuevas formas de reducir el consumo de energía por bit de datos enviados o recibidos, por dos razones: en primer lugar, para ahorrar energía, y en segundo lugar para evitar problemas térmicos, como el recalentamiento del teléfono móvil.
Los científicos y los desarrolladores tienen que prepararse con suficiente antelación a las necesidades del mercado. "Con años de antelación, analizamos los requisitos que las futuras generaciones de telefonía móvil tendrán que cumplir, y tratamos de anticipar el desarrollo de la demanda de los usuarios y pensar en lo que será técnicamente viable ", explica Gernot Kubin, jefe del Laboratorio de Procesamiento de la Señal y Comunicación Oral de la UT Graz.
El proyecto Dragon, de la UE, se inició en 2009 con el objetivo de desarrollar nuevas metodologías de diseño, sistemas innovadores y soluciones de circuito para los sistemas de telefonía móvil en el rango nanométrico. "Hace cuatro años, empezamos a planear las soluciones concretas que serán necesarias a partir de 2015, y definidas por las autoridades internacionales de normalización. Las personas involucradas en el proyecto trabajó en una norma que aún no se ha terminado", recalca Kubin, para dar una idea del desafío.
La prioridad para los científicos austriacos fue la unidad de transmisión y, en particular, la arquitectura, el diseño del chip y los componentes. "La flexibilidad es esencial aquí. Las nuevas tecnologías de semiconductores son un objetivo general de todos los desarrollos en el campo de la telefonía móvil. De lo contrario, las innovaciones resultarán ser de corta duración", cuenta Kubin.
Éxito
El grupo de científicos logró cumplir con todos los objetivos científicos del proyecto Dragon. Un número reducido de componentes individuales en la unidad de transmisión permite una producción más flexible y a un precio más favorable, mientras que al mismo tiempo facilitaban la digitalización de un mayor número de funcionalidades que podrán en el futuro ser transferidos a chips aún más pequeños .
"Nuestra atención se centró en la eficiencia energética para mejorar el rendimiento de la batería. Los sistemas que hemos desarrollado para las unidades de transmisión de las futuras generaciones de telefonía móvil hacen que el teléfono móvil no se caliente tanto. Que a su vez significa que una vida más prolongada de la batería, y sin pérdidas de energía. Es decir, que las orejas se mantendrán frescas" , cuenta Christian Vogel, de FTW Graz.
Otros estudios
Varios grupos de investigadores trabajan en mejorar la eficiencia energética de las baterías de móviles o de otros aparatos, aunque no se centran tanto en los problemas térmicos como en la facilidad para que la batería se recargue (o la facilidad de que dure mucho y no haga
falta recargarla).
Por ejemplo, en la Universidad de Umea (Suecia) han desarrollado un catalizador a base de paladio y carbono que aumenta la eficiencia de las pilas de combustible de ácido fórmico, que podrían usarse para los móviles o los portátiles, reduciendo el tiempo de carga y la contaminación producida.
También en Suecia, un grupo de investigadores han desarrollado una micropila de combustible (en la que reaccionan hidrógeno y oxígeno para transformar energía química en electricidad) para telefónos móviles, que se activa con agua corriente. Gracias a este sistema, se prolonga la duración de la batería de dispositivos móviles de hasta 3 vatios. La tecnología permitirá que personas sin acceso a electricidad puedan usar los móviles.
El grupo de científicos logró cumplir con todos los objetivos científicos del proyecto Dragon. Un número reducido de componentes individuales en la unidad de transmisión permite una producción más flexible y a un precio más favorable, mientras que al mismo tiempo facilitaban la digitalización de un mayor número de funcionalidades que podrán en el futuro ser transferidos a chips aún más pequeños .
"Nuestra atención se centró en la eficiencia energética para mejorar el rendimiento de la batería. Los sistemas que hemos desarrollado para las unidades de transmisión de las futuras generaciones de telefonía móvil hacen que el teléfono móvil no se caliente tanto. Que a su vez significa que una vida más prolongada de la batería, y sin pérdidas de energía. Es decir, que las orejas se mantendrán frescas" , cuenta Christian Vogel, de FTW Graz.
Otros estudios
Varios grupos de investigadores trabajan en mejorar la eficiencia energética de las baterías de móviles o de otros aparatos, aunque no se centran tanto en los problemas térmicos como en la facilidad para que la batería se recargue (o la facilidad de que dure mucho y no haga
falta recargarla).
Por ejemplo, en la Universidad de Umea (Suecia) han desarrollado un catalizador a base de paladio y carbono que aumenta la eficiencia de las pilas de combustible de ácido fórmico, que podrían usarse para los móviles o los portátiles, reduciendo el tiempo de carga y la contaminación producida.
También en Suecia, un grupo de investigadores han desarrollado una micropila de combustible (en la que reaccionan hidrógeno y oxígeno para transformar energía química en electricidad) para telefónos móviles, que se activa con agua corriente. Gracias a este sistema, se prolonga la duración de la batería de dispositivos móviles de hasta 3 vatios. La tecnología permitirá que personas sin acceso a electricidad puedan usar los móviles.