ACM International Collegiate Programming Contest. Computer Science Department. University of Wisconsin Oshkosh
El curso 2009-2010 ha sido el de menor número de matrículas en Ingeniería Informática de la última década, según las estadísticas sobre la enseñanza universitaria en España que acaba de hacer públicas el INE. En el curso pasado, la ingeniería informática perdió 2.402 matrículas frente al año anterior y 11.546 matrículas respecto al mejor año (2003-2004).
Sin embargo, no es una característica exclusiva de la carrera de ingeniería informática. 2009-2010 ha sido el curso con menos matrículas universitarias en toda España y la carrera de ingeniería informática es la que menos cae en términos porcentuales respecto a las demás opciones universitarias, según explica Javier Garzás.
En general puede decirse que continúa el descenso de matriculaciones en carreras científicas y técnicas, un fenómeno que no es exclusivo de España y que preocupa a Europa y Estados Unidos.
Según el último ranking del diario El Mundo sobre las 50 carreras universitarias más demandadas por los jóvenes españoles que inician estudios universitarios, sólo el 14% son solicitudes de matriculaciones en carreras técnicas. El 86% de los estudiantes universitarios optan por carreras que no son técnicas. De ellos, sólo el 8% opta por carreras científicas.
El informe PISA 2009 de la OCDE difundido en diciembre pasado, señala que los alumnos españoles están por debajo de la media europea en resultados académicos en ciencias y matemáticas. La media de la OCDE en matemáticas es de 496 y en ciencias de 501. En España, 483 y 488 respectivamente.
Déficit europeo
En 2015, según un informe de la Comisión Europea, habrá en Europa un déficit de 384.000 técnicos informáticos y de otras tecnologías de la información (TIC). Si hubiera un crecimiento acelerado de la sociedad del conocimiento, tal como está programado, el déficit ascendería a 669.000 informáticos y técnicos de la sociedad de la información.
El sector TIC representa en la actualidad un 3% del empleo europeo, un 5% del PIB europeo y un 26% de gasto en investigación y desarrollo, señala el citado informe. Según esta tendencia, en los próximos años se estima que Europa requerirá unos 5 millones de profesionales TIC. Para 2015, el 90% de todos los empleos, en todos los sectores, requerirá el uso de TIC.
Según se explica en otro estudio, en la Europa del año 2020 el 35% de los puestos de trabajo –frente al 29% actual- requerirá cualificaciones de alto nivel. Gran parte de esta cualificación estará relacionada con la informática y otras tecnologías de la información.
El informe europeo llama la atención sobre la evolución del sector TIC, que señala una tendencia hacia el creciente uso de la informática y de las tecnologías de la información en la sociedad de las próximas décadas. Destaca el citado informe que los usuarios de las TIC pasaron de los 2,5 millones en 1995 a los 4,26 millones en 2008 (EU15).
Sin embargo, añade el informe europeo, el número de universitarios titulados en ingeniería informática está en descenso desde 2005. En la actualidad, en Europa terminan los estudios en ingeniería informática cada vez menos de 150.000 alumnos cada año. “La tendencia es negativa y muestra una tendencia hacia el declive”. La industria necesita desesperadamente especialistas en TIC y que más jóvenes se formen en estas disciplinas para suplir las futuras necesidades, añade el informe.
Otro informe publicado en 2008 por el sector de la computación del Reino Unido aporta más datos sobre esta situación, señalando que el declive de titulados en ingeniería informática constituye una amenaza para la economía del conocimiento y la competitividad global del país.
Analizando especialmente la posición de los ingenieros informáticos dentro de los profesionales del sector TIC, el informe británico destaca que el Reino Unido tendrá un déficit de más de 30.000 informáticos en 2016. Desde el año 2000 los ingenieros informáticos no han dejado de descender en el conjunto de profesionales TIC del país.
También en USA
Estados Unidos vive también una significativa crisis académica que afecta especialmente a las carreras científicas y técnicas. Según diferentes análisis internacionales, PIRLS, PISA y TIMMS, los resultados académicos de los estudiantes norteamericanos no cesan de bajar en relación con las calificaciones de otros países de la OCDE, especialmente en las asignaturas científicas y técnicas.
El mismo informe PISA 2009 de la OCDE otorga a Estados Unidos en calificaciones estudiantiles en matemáticas una puntuación de 487 (por debajo de la media de la OCDE) y de 502 en ciencias (a la altura de la OCDE). Se estima que Estados Unidos necesitará 500.000 ingenieros y científicos en 2020 y que el sistema educativo encontrará problemas para satisfacer esta demanda.
Como causas de esta situación se encuentran el creciente desinterés de los estudiantes por las carreras científicas y técnicas y que los profesores de las asignaturas de estas carreras no están debidamente preparados para impartirlas a alumnos de primaria y secundaria.
Según un informe del Business-Higher Education Forum, Estados Unidos necesitará en 2015 más de 280.000 profesores en ciencias, tecnologías, matemáticas e ingeniería. En la actualidad, destaca el informe, muchos profesores imparten estas materias sin los debidos conocimientos.
Según se explica en este informe, esta situación es el resultado de una reacción en cadena: en primer lugar, el desinterés de los estudiantes por estas disciplinas. En segundo lugar, de los pocos estudiantes que optan por estas carreras, sólo una pequeña parte se dedica a la enseñanza. Por último, muchos profesores de estas materias abandonan la docencia después de pocos años de magisterio.
La raíz del problema se remonta, según este informe, a que el desinterés de los alumnos por las matemáticas y las ciencias se origina desde la enseñanza primaria, por lo que se han puesto en marcha las más diversas iniciativas para atraer el interés de los niños hacia estas materias desde los primeros años de su formación.
Sin embargo, no es una característica exclusiva de la carrera de ingeniería informática. 2009-2010 ha sido el curso con menos matrículas universitarias en toda España y la carrera de ingeniería informática es la que menos cae en términos porcentuales respecto a las demás opciones universitarias, según explica Javier Garzás.
En general puede decirse que continúa el descenso de matriculaciones en carreras científicas y técnicas, un fenómeno que no es exclusivo de España y que preocupa a Europa y Estados Unidos.
Según el último ranking del diario El Mundo sobre las 50 carreras universitarias más demandadas por los jóvenes españoles que inician estudios universitarios, sólo el 14% son solicitudes de matriculaciones en carreras técnicas. El 86% de los estudiantes universitarios optan por carreras que no son técnicas. De ellos, sólo el 8% opta por carreras científicas.
El informe PISA 2009 de la OCDE difundido en diciembre pasado, señala que los alumnos españoles están por debajo de la media europea en resultados académicos en ciencias y matemáticas. La media de la OCDE en matemáticas es de 496 y en ciencias de 501. En España, 483 y 488 respectivamente.
Déficit europeo
En 2015, según un informe de la Comisión Europea, habrá en Europa un déficit de 384.000 técnicos informáticos y de otras tecnologías de la información (TIC). Si hubiera un crecimiento acelerado de la sociedad del conocimiento, tal como está programado, el déficit ascendería a 669.000 informáticos y técnicos de la sociedad de la información.
El sector TIC representa en la actualidad un 3% del empleo europeo, un 5% del PIB europeo y un 26% de gasto en investigación y desarrollo, señala el citado informe. Según esta tendencia, en los próximos años se estima que Europa requerirá unos 5 millones de profesionales TIC. Para 2015, el 90% de todos los empleos, en todos los sectores, requerirá el uso de TIC.
Según se explica en otro estudio, en la Europa del año 2020 el 35% de los puestos de trabajo –frente al 29% actual- requerirá cualificaciones de alto nivel. Gran parte de esta cualificación estará relacionada con la informática y otras tecnologías de la información.
El informe europeo llama la atención sobre la evolución del sector TIC, que señala una tendencia hacia el creciente uso de la informática y de las tecnologías de la información en la sociedad de las próximas décadas. Destaca el citado informe que los usuarios de las TIC pasaron de los 2,5 millones en 1995 a los 4,26 millones en 2008 (EU15).
Sin embargo, añade el informe europeo, el número de universitarios titulados en ingeniería informática está en descenso desde 2005. En la actualidad, en Europa terminan los estudios en ingeniería informática cada vez menos de 150.000 alumnos cada año. “La tendencia es negativa y muestra una tendencia hacia el declive”. La industria necesita desesperadamente especialistas en TIC y que más jóvenes se formen en estas disciplinas para suplir las futuras necesidades, añade el informe.
Otro informe publicado en 2008 por el sector de la computación del Reino Unido aporta más datos sobre esta situación, señalando que el declive de titulados en ingeniería informática constituye una amenaza para la economía del conocimiento y la competitividad global del país.
Analizando especialmente la posición de los ingenieros informáticos dentro de los profesionales del sector TIC, el informe británico destaca que el Reino Unido tendrá un déficit de más de 30.000 informáticos en 2016. Desde el año 2000 los ingenieros informáticos no han dejado de descender en el conjunto de profesionales TIC del país.
También en USA
Estados Unidos vive también una significativa crisis académica que afecta especialmente a las carreras científicas y técnicas. Según diferentes análisis internacionales, PIRLS, PISA y TIMMS, los resultados académicos de los estudiantes norteamericanos no cesan de bajar en relación con las calificaciones de otros países de la OCDE, especialmente en las asignaturas científicas y técnicas.
El mismo informe PISA 2009 de la OCDE otorga a Estados Unidos en calificaciones estudiantiles en matemáticas una puntuación de 487 (por debajo de la media de la OCDE) y de 502 en ciencias (a la altura de la OCDE). Se estima que Estados Unidos necesitará 500.000 ingenieros y científicos en 2020 y que el sistema educativo encontrará problemas para satisfacer esta demanda.
Como causas de esta situación se encuentran el creciente desinterés de los estudiantes por las carreras científicas y técnicas y que los profesores de las asignaturas de estas carreras no están debidamente preparados para impartirlas a alumnos de primaria y secundaria.
Según un informe del Business-Higher Education Forum, Estados Unidos necesitará en 2015 más de 280.000 profesores en ciencias, tecnologías, matemáticas e ingeniería. En la actualidad, destaca el informe, muchos profesores imparten estas materias sin los debidos conocimientos.
Según se explica en este informe, esta situación es el resultado de una reacción en cadena: en primer lugar, el desinterés de los estudiantes por estas disciplinas. En segundo lugar, de los pocos estudiantes que optan por estas carreras, sólo una pequeña parte se dedica a la enseñanza. Por último, muchos profesores de estas materias abandonan la docencia después de pocos años de magisterio.
La raíz del problema se remonta, según este informe, a que el desinterés de los alumnos por las matemáticas y las ciencias se origina desde la enseñanza primaria, por lo que se han puesto en marcha las más diversas iniciativas para atraer el interés de los niños hacia estas materias desde los primeros años de su formación.
El ejemplo de Chicago
La ciudad de Chicago es un ejemplo de esta reacción: ha sido elegida para poner en marcha un proyecto innovador, que se desarrolla fuera de las escuelas, para movilizar a los escolares en torno a las disciplinas científicas y técnicas.
La elección de Chicago no es caprichosa: según el 2009 National Assessment of Education Progress, citado por Chicago Tribune, los estudiantes de la ciudad (de 9 y 10 años de edad) tienen una puntuación media en estas asignaturas 24 veces inferior a la media del país. Además, menos de un uno por ciento de los estudiantes de Chicago tienen un nivel avanzado en competencia científica, según la misma fuente. Tres cuartas partes de los escolares de la ciudad no dominan los conocimientos que se requieren con su nivel escolar.
La iniciativa movilizadora ha partido del empresario europeo, James Dyson, que ha destinado medio millón de dólares en 20 escuelas de la ciudad con la finalidad de promover el interés de estas generaciones por la ciencia y la tecnología, según informa su fundación. La iniciativa cuenta con el apoyo de un grupo de expertos que promoverán durante 10 semanas entre los niños diversos proyectos tecnológicos en los que puedan implicarse.
En Europa existen también iniciativas orientadas en la misma dirección, al igual que en España con la Semana de la Ciencia o con el fin de semana científico que acaba de organizar la Fundación de Apoyo al Museo Nacional de la Ciencia y la tecnología. Durante este evento, al que acudieron más de 20.000 personas entre expositores y participantes, se consiguió mostrar la ciencia de una forma divertida de la mano de los más jóvenes. Ejemplos de este tipo pueden multiplicarse, pero siguen siendo insuficientes para invertir la tendencia al declive de matriculaciones en asignaturas científicas y tecnológicas.
La ciudad de Chicago es un ejemplo de esta reacción: ha sido elegida para poner en marcha un proyecto innovador, que se desarrolla fuera de las escuelas, para movilizar a los escolares en torno a las disciplinas científicas y técnicas.
La elección de Chicago no es caprichosa: según el 2009 National Assessment of Education Progress, citado por Chicago Tribune, los estudiantes de la ciudad (de 9 y 10 años de edad) tienen una puntuación media en estas asignaturas 24 veces inferior a la media del país. Además, menos de un uno por ciento de los estudiantes de Chicago tienen un nivel avanzado en competencia científica, según la misma fuente. Tres cuartas partes de los escolares de la ciudad no dominan los conocimientos que se requieren con su nivel escolar.
La iniciativa movilizadora ha partido del empresario europeo, James Dyson, que ha destinado medio millón de dólares en 20 escuelas de la ciudad con la finalidad de promover el interés de estas generaciones por la ciencia y la tecnología, según informa su fundación. La iniciativa cuenta con el apoyo de un grupo de expertos que promoverán durante 10 semanas entre los niños diversos proyectos tecnológicos en los que puedan implicarse.
En Europa existen también iniciativas orientadas en la misma dirección, al igual que en España con la Semana de la Ciencia o con el fin de semana científico que acaba de organizar la Fundación de Apoyo al Museo Nacional de la Ciencia y la tecnología. Durante este evento, al que acudieron más de 20.000 personas entre expositores y participantes, se consiguió mostrar la ciencia de una forma divertida de la mano de los más jóvenes. Ejemplos de este tipo pueden multiplicarse, pero siguen siendo insuficientes para invertir la tendencia al declive de matriculaciones en asignaturas científicas y tecnológicas.
Déficit de técnicos e informáticos
Dyson considera que las futuras creaciones de empleo se producirán en los campos de la ciencia y la tecnología y que ni Estados Unidos ni el Reino Unido están formando a los titulados universitarios necesarios en estas disciplinas. En Europa y España la situación es parecida.
Según el presidente de la Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática (CODDII), Javier Segovia, el problema es alarmante. En un principio parecería que sólo afectara a las universidades que estarían preocupadas por un decreciente número de estudiantes, pero la realidad es que es un problema de desarrollo económico e industrial.
En un reciente estudio del IT Governance Institute realizado a 652 empresas de todo el mundo y sectores, añade Segovia, se indica que el mayor problema que tienen con la tecnología es la falta de personal cualificado en sus departamentos de informática. Incluso en los países que están en crisis, como el nuestro, todos los estudios e informes indican lo mismo: no hay suficientes ingenieros informáticos para cubrir la demanda de la industria, y eso retrasa el desarrollo económico de cualquier país. En otros países las organizaciones, empresas, instituciones y gobiernos están tomando cartas en el asunto. En el nuestro empresas como IBM están muy preocupadas y estamos analizando como lanzar iniciativas conjuntas para fomentar las vocaciones en los estudiantes de secundaria. Muchas de nuestras Escuelas y Facultades están organizando programas en ese sentido. Faltaría una concienciación del problema a nivel de gobierno, concluye el presidente de CODDII.
Inversión de tendencia en USA
La experiencia de Estados Unidos es, en el campo de la ingeniería informática, alentadora. Según explica The New York Times, desde 2010 el número de jóvenes que optan por los estudios de informática ha vuelto a crecer, después de una caída continuada desde 2004, coincidiendo con el estallido de la crisis de las empresas de internet.
Un factor clave en esta inversión de tendencia ha sido el cine, con películas como La Red Social, que según el citado periódico ha influido positivamente en los jóvenes, contribuyendo a que se inclinen por los estudios de ingeniería informática. Otro factor de cambio ha sido el auge de las redes sociales y de Internet, así como la popularidad de personajes como Steven P. Jobs, de Apple, o de Mark Elliot Zuckerberg, de Facebook, que fabrican los productos que usan los estudiantes todos los días.
También ha habido en Estados Unidos una movilización de diversas universidades para modificar sus programas académicos de ingeniería informática y hacerlos más atractivos a los estudiantes. Los nuevos planes de estudio destacan las amplias aplicaciones de la informática en campos tan diversos que van desde las finanzas a la lingüística, así como en el desarrollo de programas para móviles, películas y vídeos, o de la robótica. La Universidad Carnegie Mellon destinó el año pasado 7 millones de dólares para despertar el interés de los jóvenes hacia los robots con la finalidad de atraer estudiantes hacia las ciencias de la computación. Otras iniciativas similares, basadas en videojuegos, persiguen la misma finalidad. Los ejemplos pueden multiplicarse.
Por último no han faltado iniciativas legislativas, como la Computer Science Education Act, presentada hace ahora un año, que pretende impulsar la formación de ingenieros informáticos en todo el país.
Los alentadores resultados de estas actuaciones en Estados Unidos indican que las cosas podrían también cambiar, tanto en España como en Europa, si se actúa adecuadamente.
Dyson considera que las futuras creaciones de empleo se producirán en los campos de la ciencia y la tecnología y que ni Estados Unidos ni el Reino Unido están formando a los titulados universitarios necesarios en estas disciplinas. En Europa y España la situación es parecida.
Según el presidente de la Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática (CODDII), Javier Segovia, el problema es alarmante. En un principio parecería que sólo afectara a las universidades que estarían preocupadas por un decreciente número de estudiantes, pero la realidad es que es un problema de desarrollo económico e industrial.
En un reciente estudio del IT Governance Institute realizado a 652 empresas de todo el mundo y sectores, añade Segovia, se indica que el mayor problema que tienen con la tecnología es la falta de personal cualificado en sus departamentos de informática. Incluso en los países que están en crisis, como el nuestro, todos los estudios e informes indican lo mismo: no hay suficientes ingenieros informáticos para cubrir la demanda de la industria, y eso retrasa el desarrollo económico de cualquier país. En otros países las organizaciones, empresas, instituciones y gobiernos están tomando cartas en el asunto. En el nuestro empresas como IBM están muy preocupadas y estamos analizando como lanzar iniciativas conjuntas para fomentar las vocaciones en los estudiantes de secundaria. Muchas de nuestras Escuelas y Facultades están organizando programas en ese sentido. Faltaría una concienciación del problema a nivel de gobierno, concluye el presidente de CODDII.
Inversión de tendencia en USA
La experiencia de Estados Unidos es, en el campo de la ingeniería informática, alentadora. Según explica The New York Times, desde 2010 el número de jóvenes que optan por los estudios de informática ha vuelto a crecer, después de una caída continuada desde 2004, coincidiendo con el estallido de la crisis de las empresas de internet.
Un factor clave en esta inversión de tendencia ha sido el cine, con películas como La Red Social, que según el citado periódico ha influido positivamente en los jóvenes, contribuyendo a que se inclinen por los estudios de ingeniería informática. Otro factor de cambio ha sido el auge de las redes sociales y de Internet, así como la popularidad de personajes como Steven P. Jobs, de Apple, o de Mark Elliot Zuckerberg, de Facebook, que fabrican los productos que usan los estudiantes todos los días.
También ha habido en Estados Unidos una movilización de diversas universidades para modificar sus programas académicos de ingeniería informática y hacerlos más atractivos a los estudiantes. Los nuevos planes de estudio destacan las amplias aplicaciones de la informática en campos tan diversos que van desde las finanzas a la lingüística, así como en el desarrollo de programas para móviles, películas y vídeos, o de la robótica. La Universidad Carnegie Mellon destinó el año pasado 7 millones de dólares para despertar el interés de los jóvenes hacia los robots con la finalidad de atraer estudiantes hacia las ciencias de la computación. Otras iniciativas similares, basadas en videojuegos, persiguen la misma finalidad. Los ejemplos pueden multiplicarse.
Por último no han faltado iniciativas legislativas, como la Computer Science Education Act, presentada hace ahora un año, que pretende impulsar la formación de ingenieros informáticos en todo el país.
Los alentadores resultados de estas actuaciones en Estados Unidos indican que las cosas podrían también cambiar, tanto en España como en Europa, si se actúa adecuadamente.