Imagen de Nicemonkey. PhotoXpress.
El CEO o director ejecutivo de una organización es una ficha clave que tiene que ser estratégicamente seleccionada, de modo que pueda cumplir efectivamente con las funciones que le corresponden a un puesto con tantas responsabilidades, no sólo en cuanto a la parte de negocios se refiere, sino también a la del equipo de trabajo y el liderazgo.
Por este motivo, teniendo en cuenta que un CEO debe tener conocimientos y habilidades muy diversas para poder desempeñar satisfactoriamente su papel, resulta complicado tener claro cuál es la formación más adecuada que debe haber tenido para estar preparado para todos los retos y las funciones con los que debe comprometerse una vez ocupe el puesto de director ejecutivo.
Pero, al parecer, las grandes empresas han optado por la alternativa de los directores ejecutivos con formación financiera. Una nueva investigación realizada por la firma inglesa Robert Half, ha revelado que, hoy más que nunca, los CEO de las mayores empresas públicas del Reino Unido provienen del mundo financiero.
Phil Sheridan, director de Robert Half UK, explica en un comunicado emitido por Roberg Half que: “A medida que la economía continúa mejorando, estamos viendo una demanda creciente de líderes con habilidades financieras fuertes para guiar a las organizaciones a través de un entorno operativo difícil e impulsar la competitividad de manera que puedan convertirse en negocios más fuertes y capaces.”
CEO con mentes financieras
De acuerdo con la investigación de Robert Half, actualmente el 49% de los directores ejecutivos de las organizaciones del índice FTSE 100 provienen del mundo financiero, en comparación con el 31% de 2008, lo que demuestra un crecimiento acelerado de la demanda de CEO con formación financiera.
Además, el estudio también señala que de los nueve directores ejecutivos de empresas del índice FTSE 100 que han sido nombrados durante el último año, seis (65%) cuentan con formación financiera.
Aún así, no está tan claro que esa formación financiera sea lo más adecuado ni lo más importante a la hora de convertirse en la cabeza de una organización, debido a que los números no son la única ni la principal responsabilidad a la que se enfrentan los directores ejecutivos.
Por este motivo, teniendo en cuenta que un CEO debe tener conocimientos y habilidades muy diversas para poder desempeñar satisfactoriamente su papel, resulta complicado tener claro cuál es la formación más adecuada que debe haber tenido para estar preparado para todos los retos y las funciones con los que debe comprometerse una vez ocupe el puesto de director ejecutivo.
Pero, al parecer, las grandes empresas han optado por la alternativa de los directores ejecutivos con formación financiera. Una nueva investigación realizada por la firma inglesa Robert Half, ha revelado que, hoy más que nunca, los CEO de las mayores empresas públicas del Reino Unido provienen del mundo financiero.
Phil Sheridan, director de Robert Half UK, explica en un comunicado emitido por Roberg Half que: “A medida que la economía continúa mejorando, estamos viendo una demanda creciente de líderes con habilidades financieras fuertes para guiar a las organizaciones a través de un entorno operativo difícil e impulsar la competitividad de manera que puedan convertirse en negocios más fuertes y capaces.”
CEO con mentes financieras
De acuerdo con la investigación de Robert Half, actualmente el 49% de los directores ejecutivos de las organizaciones del índice FTSE 100 provienen del mundo financiero, en comparación con el 31% de 2008, lo que demuestra un crecimiento acelerado de la demanda de CEO con formación financiera.
Además, el estudio también señala que de los nueve directores ejecutivos de empresas del índice FTSE 100 que han sido nombrados durante el último año, seis (65%) cuentan con formación financiera.
Aún así, no está tan claro que esa formación financiera sea lo más adecuado ni lo más importante a la hora de convertirse en la cabeza de una organización, debido a que los números no son la única ni la principal responsabilidad a la que se enfrentan los directores ejecutivos.
En palabras de Niamh O’Keeffe, directora de la consultora de liderazgo First100 publicadas por Management Issues: “Mientras que un buen conocimiento de los números es sin duda importante, la realidad es que un gran o, incluso, un buen CEO necesitará muchas más habilidades para alcanzar el éxito en su alto cargo. El liderazgo de un CEO consiste en crear una dirección clara y atraer a la gente con el fin de conseguir los resultados financieros adecuados. Los directores financieros pueden ejercer un poder en el sentido de que entienden profundamente el modelo de negocio, pero esto no significa que puedan establecer una visión clara de toda la compañía ni que sepan suplir las necesidades de los clientes en un mercado en constante cambio”.
Incluso, algunas de las características de los directores financieros podrían resultar contraproducentes a la hora de dirigir las compañías: O’Keeffe señala que quienes han sido directores financieros tienden a ser reticentes a correr riesgos y son propicios a no estar bien preparados para tomar decisiones rápidas ni para capitalizar las oportunidades de crecimiento e innovación, todo ello aparte de que el carisma y las relaciones interpersonales no han sido la característica más exaltada en quienes ocupan este tipo de posiciones.
Poca diversidad
Tal como demuestran las cifras del estudio de Robert Half, las posiciones directivas de las grandes compañías parecen tender a concentrarse en personas que vienen del mundo financiero, lo que les daría cierta homogeneidad a estas posiciones.
Pero la falta de diversidad no se evidencia solo en la formación que han tenido quienes llegan a ser CEO. De acuerdo con la investigación, a pesar de los avances que se han visto en el campo de la diversidad de los directivos durante los últimos años, estas cifras demuestran que durante los pasados doce meses no hubo mejoras en lo referente a la diversidad de género, edad y nacionalidad: por ejemplo, el número de mujeres que encabezan compañías del FTSE 100 sigue siendo cuatro, igual que el año pasado, aunque el número de CEO menores de 45 años pasó de cuatro a seis.
Como lo explican los autores del estudio, la crisis puede haber incentivado la necesidad de tener a la cabeza a personas que controlen muy bien los números de las compañías, pero hay que tener en cuenta que estos son solo una parte de los negocios y que un CEO tiene que ver y tener la capacidad de actuar mucho más allá.
Incluso, algunas de las características de los directores financieros podrían resultar contraproducentes a la hora de dirigir las compañías: O’Keeffe señala que quienes han sido directores financieros tienden a ser reticentes a correr riesgos y son propicios a no estar bien preparados para tomar decisiones rápidas ni para capitalizar las oportunidades de crecimiento e innovación, todo ello aparte de que el carisma y las relaciones interpersonales no han sido la característica más exaltada en quienes ocupan este tipo de posiciones.
Poca diversidad
Tal como demuestran las cifras del estudio de Robert Half, las posiciones directivas de las grandes compañías parecen tender a concentrarse en personas que vienen del mundo financiero, lo que les daría cierta homogeneidad a estas posiciones.
Pero la falta de diversidad no se evidencia solo en la formación que han tenido quienes llegan a ser CEO. De acuerdo con la investigación, a pesar de los avances que se han visto en el campo de la diversidad de los directivos durante los últimos años, estas cifras demuestran que durante los pasados doce meses no hubo mejoras en lo referente a la diversidad de género, edad y nacionalidad: por ejemplo, el número de mujeres que encabezan compañías del FTSE 100 sigue siendo cuatro, igual que el año pasado, aunque el número de CEO menores de 45 años pasó de cuatro a seis.
Como lo explican los autores del estudio, la crisis puede haber incentivado la necesidad de tener a la cabeza a personas que controlen muy bien los números de las compañías, pero hay que tener en cuenta que estos son solo una parte de los negocios y que un CEO tiene que ver y tener la capacidad de actuar mucho más allá.