Fotografía de Paul Moore. PhotoXpress.
La actividad voluntaria es algo que cada vez más gente ve con buenos ojos y en lo que cada vez más personas, jóvenes y adultos, están dispuestos a participar y a invertir su tiempo. Pero muchos de quienes quisieran prestar sus servicios para ayudar a otros se encuentran con el impedimento de su trabajo, casi siempre por el factor tiempo y, en muchos casos, por falta de apoyo.
¿No les gusta a los directivos el trabajo voluntario? La respuesta parece ser que, por el contrario, lo ven como algo muy positivo y lleno de oportunidades, de acuerdo con un reciente estudio de la organización benéfica V, en el que participaron más de 1500 empleados y empleadores.
De acuerdo con la investigación, los directivos consideran que participar en voluntariados puede tener un impacto realmente positivo en el desarrollo profesional de sus empleados, así como en la propia empresa.
Como lo expresa Terry Ryall, alto ejecutivo de V, “Prestar servicio voluntario es una manera fantástica de aumentar el bienestar de un empleado, al mismo tiempo que se contribuye al éxito de los negocios”.
Bueno sí, pero no hay apoyo suficiente
A pesar de que la visión que tienen los directivos sobre los voluntariados parece ser tan claramente positiva, ellos mismos admiten que el hecho de ser conscientes de las ventajas que este tipo de actividades les traen tanto al personal como a las compañías no ha sido suficiente para que se den buenos niveles de apoyo.
Y es que, de acuerdo con las cifras, si se diera el apoyo suficiente, los números de voluntarios crecerían significativamente: el estudio revela que 58% de los trabajadores participantes –el equivalente a 16.9 millones de personas en el Reino Unido- se mostraron interesados en invertir su tiempo en buenas causas.
Pero sigue habiendo obstáculos para que ello sea posible. Y una de las causas son los recursos, que parecen pesar más en la balanza cuando se miden con ventajas como las habilidades laborales que podrían ganar los empleados que presten servicios voluntarios y que, después, serían llevadas a sus organizaciones.
De acuerdo con el estudio, es la falta de tiempo y dinero la que frena a los directivos a la hora de apoyar plenamente a sus empleados en este tipo de iniciativas y esfuerzos tan positivos y constructivos.
¿No les gusta a los directivos el trabajo voluntario? La respuesta parece ser que, por el contrario, lo ven como algo muy positivo y lleno de oportunidades, de acuerdo con un reciente estudio de la organización benéfica V, en el que participaron más de 1500 empleados y empleadores.
De acuerdo con la investigación, los directivos consideran que participar en voluntariados puede tener un impacto realmente positivo en el desarrollo profesional de sus empleados, así como en la propia empresa.
Como lo expresa Terry Ryall, alto ejecutivo de V, “Prestar servicio voluntario es una manera fantástica de aumentar el bienestar de un empleado, al mismo tiempo que se contribuye al éxito de los negocios”.
Bueno sí, pero no hay apoyo suficiente
A pesar de que la visión que tienen los directivos sobre los voluntariados parece ser tan claramente positiva, ellos mismos admiten que el hecho de ser conscientes de las ventajas que este tipo de actividades les traen tanto al personal como a las compañías no ha sido suficiente para que se den buenos niveles de apoyo.
Y es que, de acuerdo con las cifras, si se diera el apoyo suficiente, los números de voluntarios crecerían significativamente: el estudio revela que 58% de los trabajadores participantes –el equivalente a 16.9 millones de personas en el Reino Unido- se mostraron interesados en invertir su tiempo en buenas causas.
Pero sigue habiendo obstáculos para que ello sea posible. Y una de las causas son los recursos, que parecen pesar más en la balanza cuando se miden con ventajas como las habilidades laborales que podrían ganar los empleados que presten servicios voluntarios y que, después, serían llevadas a sus organizaciones.
De acuerdo con el estudio, es la falta de tiempo y dinero la que frena a los directivos a la hora de apoyar plenamente a sus empleados en este tipo de iniciativas y esfuerzos tan positivos y constructivos.
Mejorando
Aunque existen este tipo de obstáculos y aún hay empresas que no se han atrevido a avanzar en el campo de las actividades voluntarias por parte de su personal, cada vez se conocen más oportunidades y ejemplos significativos que podrían convertirse en símbolos y motivar a otros a tomar la iniciativa.
Uno de ellos son los Olímpicos de Londres que, en sus esfuerzos por convertir los juegos de 2012 en un gran éxito, el año pasado lanzaron el segundo mayor programa de voluntariado desde la Segunda Guerra Mundial.
Por otra parte, Miles Templeman, director general del Institute of Directos, IoD, considera que “Es claro que en el actual ambiente muchos negocios tienen menores posibilidades de permitirse programas de inversión financiera a gran escala para ayudar comunidades –entonces concederle tiempo libre al personal para hacer el bien es la solución ideal. Sabemos que las empresas quieren hacer más. E igualmente sus empleados. Y, de acuerdo con los hallazgos de este reporte, nunca ha habido un mejor momento para comprometer a los trabajadores con marcar la diferencia. El voluntariado de los empleados tiene un enorme potencial para recoger las recompensas para la sociedad y los negocios”.
No es algo que pueda darse de un día para otro y menos cuando muchas empresas están empezando a dar sus primeros pasos después del mal momento por el que pasaron durante la crisis. Pero hay algunas que vienen intentándolo y si continúan, es porque les ha dado buenos resultados.
Aunque existen este tipo de obstáculos y aún hay empresas que no se han atrevido a avanzar en el campo de las actividades voluntarias por parte de su personal, cada vez se conocen más oportunidades y ejemplos significativos que podrían convertirse en símbolos y motivar a otros a tomar la iniciativa.
Uno de ellos son los Olímpicos de Londres que, en sus esfuerzos por convertir los juegos de 2012 en un gran éxito, el año pasado lanzaron el segundo mayor programa de voluntariado desde la Segunda Guerra Mundial.
Por otra parte, Miles Templeman, director general del Institute of Directos, IoD, considera que “Es claro que en el actual ambiente muchos negocios tienen menores posibilidades de permitirse programas de inversión financiera a gran escala para ayudar comunidades –entonces concederle tiempo libre al personal para hacer el bien es la solución ideal. Sabemos que las empresas quieren hacer más. E igualmente sus empleados. Y, de acuerdo con los hallazgos de este reporte, nunca ha habido un mejor momento para comprometer a los trabajadores con marcar la diferencia. El voluntariado de los empleados tiene un enorme potencial para recoger las recompensas para la sociedad y los negocios”.
No es algo que pueda darse de un día para otro y menos cuando muchas empresas están empezando a dar sus primeros pasos después del mal momento por el que pasaron durante la crisis. Pero hay algunas que vienen intentándolo y si continúan, es porque les ha dado buenos resultados.