Fotografía deJaume Felipe. PhotoXpress.
Actualmente nadie duda de la importancia de la especialización y la educación y actualización constantes, teniendo en cuenta que una carrera universitaria y unos cuantos seminarios que se le vayan sumando ya no son suficientes para obtener un puesto ni para conservar el que se tiene en un futuro no muy lejano.
El ambiente laboral actual está en constante evolución y herramientas como las que ofrece internet han permitido desarrollar formas de educación más flexibles en cuanto a tiempo y espacio, que han facilitado la actualización permanente de conocimientos de millones de personas en el mundo.
Precisamente, una encuesta de la firma de reclutamiento Hays reveló que los empleados que se queden tranquilos y conformes con los conocimientos y habilidades que poseen hoy, sin hacer nada para actualizarlos, no tendrán las suficientes herramientas para satisfacer las exigencias de sus trabajos en el futuro.
Además, la encuesta, en la que participaron quinientos empleados del sector privado, afirma que ahora los trabajadores no pueden esperar a que sus empleadores sean quienes se hacen responsables de esa educación y desarrollo profesional permanentes, sino que deben ser ellos mismos los que tomen la iniciativa y se hagan cargo de mejorar sus habilidades.
Sin saber qué esperar
Uno de los aspectos fundamentales para ir a la fija en este tipo de educación es saber qué tipo de habilidades nuevas son las que se deben adquirir en cada caso. Un problema que se evidencia en la encuesta es que más de la mitad de los empleados no saben o no están seguros de cuáles serán los requisitos que pedirán sus directivos durante los próximos cinco años.
Además, casi seis de cada diez sienten preocupación porque las habilidades requeridas en sus empleos actuales ya están cambiando y un poco menos de la mitad tienen miedo porque sienten que sus conocimientos actuales no serán suficientes para satisfacer las exigencias que tendrán sus empleadores de aquí a cinco años.
Como explica Charles Logan, director de Hays, “Muchos empleadores han estado, comprensiblemente, enfocados en la supervivencia y la agilidad del momento en los últimos años, y nuestra investigación indica que ellos mismos pueden sentirse inseguros acerca de las habilidades que exigirán en los próximos años. Si ellos logran aclarar esto y comunicar lo que necesitarán, esto ayudará a los empleados a trabajar para construir su conjunto de habilidades en la dirección correcta”.
Y es que los empleados están sintiendo ese vacío en la ayuda de parte de sus directivos para saber qué hacer y cómo hacerlo, de manera que lo que hacen hoy no se vuelva imposible en el futuro. La cifra lo dice todo: 61% de ellos se quejan de que su empleador actual no está haciendo lo suficiente para invertir en el desarrollo de sus habilidades.
El ambiente laboral actual está en constante evolución y herramientas como las que ofrece internet han permitido desarrollar formas de educación más flexibles en cuanto a tiempo y espacio, que han facilitado la actualización permanente de conocimientos de millones de personas en el mundo.
Precisamente, una encuesta de la firma de reclutamiento Hays reveló que los empleados que se queden tranquilos y conformes con los conocimientos y habilidades que poseen hoy, sin hacer nada para actualizarlos, no tendrán las suficientes herramientas para satisfacer las exigencias de sus trabajos en el futuro.
Además, la encuesta, en la que participaron quinientos empleados del sector privado, afirma que ahora los trabajadores no pueden esperar a que sus empleadores sean quienes se hacen responsables de esa educación y desarrollo profesional permanentes, sino que deben ser ellos mismos los que tomen la iniciativa y se hagan cargo de mejorar sus habilidades.
Sin saber qué esperar
Uno de los aspectos fundamentales para ir a la fija en este tipo de educación es saber qué tipo de habilidades nuevas son las que se deben adquirir en cada caso. Un problema que se evidencia en la encuesta es que más de la mitad de los empleados no saben o no están seguros de cuáles serán los requisitos que pedirán sus directivos durante los próximos cinco años.
Además, casi seis de cada diez sienten preocupación porque las habilidades requeridas en sus empleos actuales ya están cambiando y un poco menos de la mitad tienen miedo porque sienten que sus conocimientos actuales no serán suficientes para satisfacer las exigencias que tendrán sus empleadores de aquí a cinco años.
Como explica Charles Logan, director de Hays, “Muchos empleadores han estado, comprensiblemente, enfocados en la supervivencia y la agilidad del momento en los últimos años, y nuestra investigación indica que ellos mismos pueden sentirse inseguros acerca de las habilidades que exigirán en los próximos años. Si ellos logran aclarar esto y comunicar lo que necesitarán, esto ayudará a los empleados a trabajar para construir su conjunto de habilidades en la dirección correcta”.
Y es que los empleados están sintiendo ese vacío en la ayuda de parte de sus directivos para saber qué hacer y cómo hacerlo, de manera que lo que hacen hoy no se vuelva imposible en el futuro. La cifra lo dice todo: 61% de ellos se quejan de que su empleador actual no está haciendo lo suficiente para invertir en el desarrollo de sus habilidades.
Empleados: manos a la obra
Teniendo en cuenta la situación de los últimos años y el difícil ambiente laboral que se ha vivido, además de la fuerte competencia en el mercado de trabajo, la idea con respecto a la educación permanente de los empleados ha empezado a cambiar.
De acuerdo con la encuesta, casi la mitad de los trabajadores consideran que la principal responsabilidad en cuanto a la actualización de habilidades no debe recaer en sus directivos, el gobierno u otros cuerpos profesionales, sino en ellos mismos. Aun así, casi cuatro de cada diez admitieron no estar llevando a cabo ninguna iniciativa para remediar sus falencias ellos mismos.
Son pocos los que hacen algo y, aquellos que lo hacen, no lo llevan hasta un punto que sea suficiente: seis de cada diez afirman mantenerse al día a través de las tendencias que conocen en revistas de comercio y seminarios, y solo un tercio dicen estar planeando especializarse a través de cursos u obtener cualificaciones de mayor nivel.
En palabras de Logan, “Los empleados necesitan empezar a adueñarse de sus carreras. Muchos sectores todavía están experimentando escasez de habilidades y hay empleadores que no logran ocupar posiciones clave. Para aprovecharse de esas vacantes, quienes buscan trabajo deben invertir en su futuro desarrollando aquellas habilidades que son requeridas por los negocios”.
Así, parece claro que los empleadores deben tratar de esclarecer cuáles serán sus exigencias durante los próximos años para poder comunicarlas y que, de esta manera, la fuerza de trabajo sepa qué dirección tomar en su desarrollo profesional.
Teniendo en cuenta la situación de los últimos años y el difícil ambiente laboral que se ha vivido, además de la fuerte competencia en el mercado de trabajo, la idea con respecto a la educación permanente de los empleados ha empezado a cambiar.
De acuerdo con la encuesta, casi la mitad de los trabajadores consideran que la principal responsabilidad en cuanto a la actualización de habilidades no debe recaer en sus directivos, el gobierno u otros cuerpos profesionales, sino en ellos mismos. Aun así, casi cuatro de cada diez admitieron no estar llevando a cabo ninguna iniciativa para remediar sus falencias ellos mismos.
Son pocos los que hacen algo y, aquellos que lo hacen, no lo llevan hasta un punto que sea suficiente: seis de cada diez afirman mantenerse al día a través de las tendencias que conocen en revistas de comercio y seminarios, y solo un tercio dicen estar planeando especializarse a través de cursos u obtener cualificaciones de mayor nivel.
En palabras de Logan, “Los empleados necesitan empezar a adueñarse de sus carreras. Muchos sectores todavía están experimentando escasez de habilidades y hay empleadores que no logran ocupar posiciones clave. Para aprovecharse de esas vacantes, quienes buscan trabajo deben invertir en su futuro desarrollando aquellas habilidades que son requeridas por los negocios”.
Así, parece claro que los empleadores deben tratar de esclarecer cuáles serán sus exigencias durante los próximos años para poder comunicarlas y que, de esta manera, la fuerza de trabajo sepa qué dirección tomar en su desarrollo profesional.