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Una empresa se parece más a la casa de su director ejecutivo de lo que muchos podrían creer. Más allá de las características personales que un líder puede llegar a imprimirle a la compañía para la que trabaja, hay áreas específicas que pueden llegar a funcionar con base en la forma en que el directivo maneja su hogar.
Un nuevo estudio del Fisher College of Business de la Ohio State University encontró que las organizaciones con más altos niveles de deuda tienden a tener directores ejecutivos que también deben más en sus propios hogares.
El estudio, liderado por Anil Makhija, profesora de finanzas en el Fisher College of Business de la Ohio State University, Henrik Cronqvist, profesor de economía y finanzas en el Claremont McKenna College, y Scott Yonker, un estudiante graduado del Fisher College, fue realizado con la información de 1.351 directores ejecutivos de las más grandes compañías de Estados Unidos.
Con la ayuda de algunas fuentes de datos públicas, los investigadores pudieron determinar que el director ejecutivo promedio compró su casa por US$1.65 millones, en precios de vivienda del año 2005, y que la casa promedio tiene 5.180 pies cuadrados (unos 1.600 metros cuadrados), cuatro dormitorios y once cuartos en total.
Debe en casa, debe en la empresa
Algunos de los datos más relevadores del estudio afirman que las compañías cuyo director ejecutivo hizo uso de préstamos para comprar su vivienda tienen un 4% más de deuda que las empresas gestionadas por directivos que no solicitaron préstamos para adquirir su hogar. Asimismo, el estudio destaca que el 67% de los líderes corporativos recurren a préstamos para financiar el 66% del valor total de su casa.
Makhija aclara que para el estudio fueron tomadas en cuenta otras variables que podían influir en el manejo del hogar y de la empresa como los precios de las casas en determinados sectores, las tasas de interés del momento, la edad de los directivos, las condiciones de las empresas para saber si necesitaban más o menos deuda…Y, en palabras de Makhija, “Aun controlando todo eso, encontramos que los rasgos personales de los directores ejecutivos explican las deudas corporativas.”
El investigador explica que observar la forma en que los directivos financian su hogar es un indicador de la tolerancia que tienen a la deuda, algo que es muy difícil de identificar de otra manera. Esto puede ser utilizado por una organización a la hora de contratar a alguien, ya sea que quieran continuar con una política conservadora o liberal, o que quieran cambiar el rumbo de cómo venía manejándose la parte financiera de la compañía.
Con respecto a esto el estudio encontró que generalmente las firmas contratan nuevos directores con comportamientos similares a los anteriores en cuanto al manejo de la deuda en sus propios hogares, por lo que la deuda sigue administrándose de forma parecida en la compañía, pero que cuando llega un líder con rasgos diferentes, la empresa tiende a cambiar su propia estructura de capital.
Líderes con más capacidad de cambiar las compañías
Un dato interesante hallado por el estudio es que los directores ejecutivos tienen más posibilidades de de imprimir su visión personal sobre las deudas en la compañía cuando se encuentran con firmas lideradas por gobiernos débiles, es decir, cuando las juntas directivas no controlan adecuadamente las acciones de los líderes.
En palabras de Makhija, “Cuando las juntas directivas ejercen un liderazgo fuerte, los directores ejecutivos no tienen tantas oportunidades de dejar que sus visiones personales sobre la deuda –en vez de solo las razones de negocios- influyan en su manejo de la organización…Pero cuando las juntas son débiles, los directores ejecutivos pueden mover la firma en la dirección de sus propios rasgos y preferencias.”
Finalmente, los investigadores expresaron lo importante que es reconocer los alcances que tiene un líder de estos en una compañía y hasta dónde pueden llegar a influir sus rasgos personales en la administración de la empresa, en aspectos fundamentales como el manejo financiero.
Un nuevo estudio del Fisher College of Business de la Ohio State University encontró que las organizaciones con más altos niveles de deuda tienden a tener directores ejecutivos que también deben más en sus propios hogares.
El estudio, liderado por Anil Makhija, profesora de finanzas en el Fisher College of Business de la Ohio State University, Henrik Cronqvist, profesor de economía y finanzas en el Claremont McKenna College, y Scott Yonker, un estudiante graduado del Fisher College, fue realizado con la información de 1.351 directores ejecutivos de las más grandes compañías de Estados Unidos.
Con la ayuda de algunas fuentes de datos públicas, los investigadores pudieron determinar que el director ejecutivo promedio compró su casa por US$1.65 millones, en precios de vivienda del año 2005, y que la casa promedio tiene 5.180 pies cuadrados (unos 1.600 metros cuadrados), cuatro dormitorios y once cuartos en total.
Debe en casa, debe en la empresa
Algunos de los datos más relevadores del estudio afirman que las compañías cuyo director ejecutivo hizo uso de préstamos para comprar su vivienda tienen un 4% más de deuda que las empresas gestionadas por directivos que no solicitaron préstamos para adquirir su hogar. Asimismo, el estudio destaca que el 67% de los líderes corporativos recurren a préstamos para financiar el 66% del valor total de su casa.
Makhija aclara que para el estudio fueron tomadas en cuenta otras variables que podían influir en el manejo del hogar y de la empresa como los precios de las casas en determinados sectores, las tasas de interés del momento, la edad de los directivos, las condiciones de las empresas para saber si necesitaban más o menos deuda…Y, en palabras de Makhija, “Aun controlando todo eso, encontramos que los rasgos personales de los directores ejecutivos explican las deudas corporativas.”
El investigador explica que observar la forma en que los directivos financian su hogar es un indicador de la tolerancia que tienen a la deuda, algo que es muy difícil de identificar de otra manera. Esto puede ser utilizado por una organización a la hora de contratar a alguien, ya sea que quieran continuar con una política conservadora o liberal, o que quieran cambiar el rumbo de cómo venía manejándose la parte financiera de la compañía.
Con respecto a esto el estudio encontró que generalmente las firmas contratan nuevos directores con comportamientos similares a los anteriores en cuanto al manejo de la deuda en sus propios hogares, por lo que la deuda sigue administrándose de forma parecida en la compañía, pero que cuando llega un líder con rasgos diferentes, la empresa tiende a cambiar su propia estructura de capital.
Líderes con más capacidad de cambiar las compañías
Un dato interesante hallado por el estudio es que los directores ejecutivos tienen más posibilidades de de imprimir su visión personal sobre las deudas en la compañía cuando se encuentran con firmas lideradas por gobiernos débiles, es decir, cuando las juntas directivas no controlan adecuadamente las acciones de los líderes.
En palabras de Makhija, “Cuando las juntas directivas ejercen un liderazgo fuerte, los directores ejecutivos no tienen tantas oportunidades de dejar que sus visiones personales sobre la deuda –en vez de solo las razones de negocios- influyan en su manejo de la organización…Pero cuando las juntas son débiles, los directores ejecutivos pueden mover la firma en la dirección de sus propios rasgos y preferencias.”
Finalmente, los investigadores expresaron lo importante que es reconocer los alcances que tiene un líder de estos en una compañía y hasta dónde pueden llegar a influir sus rasgos personales en la administración de la empresa, en aspectos fundamentales como el manejo financiero.