Fotografía de Dmitri MIkitenko. PhotoXpress.
Una actitud bastante común en muchos directivos cuando se enfrentan a un problema es la de correr a buscar a los culpables para desahogarse de las emociones producidas por las consecuencias de dicha dificultad castigando y culpando a aquellos que pudieron ser responsables por lo sucedido, como si eso fuera a borrar o mitigar las consecuencias negativas, o como si pudiera a hacer que el problema desapareciera.
Lo que, de pronto, muchos de esos directivos que emplean regularmente la estrategia de “buscar culpables” no se han preguntado es qué tan efectiva es esta y si en la práctica les hace la vida más fácil o más difícil, y si les genera consecuencias positivas o negativas.
El Director Ejecutivo del Center for Workplace Excellence y experto en liderazgo, Dan Bobinski, explica que la estrategia de “buscar culpables” no tiene cabida dentro de un liderazgo efectivo y que lo primero que debe hacer un buen líder cuando descubre un problema es tratar de buscar soluciones para resolverlo antes que cualquier otra cosa.
¿Para qué buscar culpables?
Para empezar, Bobinski parte de que muchas veces se buscan culpables para satisfacer una necesidad que se crea en las personas de recurrir a alguien para culparlo, castigarlo y así experimentar sensación de “misión cumplida” en la que quien castiga se desahoga y siente satisfecho, como si hubiera solucionado algo o como si hubiera salido de algo que tenía que hacer.
Pero el experto aclara que se trata de una falsa satisfacción ya que al encontrar culpables realmente no se ha solucionado nada y el problema continúa igual a como estaba antes de que alguien fuera señalado como responsable. En palabras de Bobinski: “No se ha dado ningún aprendizaje. No ha cambiado ningún comportamiento. Los resultados finales óptimos no han sido alcanzados”.
Él Explica que, así pueda parecer sentido común, hay muchos líderes que aún no comprenden la importancia de buscar soluciones como primera medida ante problemas de cualquier dimensión, lo cual, según él, constituye una estrategia mucho más efectiva a través de la cual se resuelve lo que no está funcionando y se pasa a aprender de lo sucedido.
Lo que, de pronto, muchos de esos directivos que emplean regularmente la estrategia de “buscar culpables” no se han preguntado es qué tan efectiva es esta y si en la práctica les hace la vida más fácil o más difícil, y si les genera consecuencias positivas o negativas.
El Director Ejecutivo del Center for Workplace Excellence y experto en liderazgo, Dan Bobinski, explica que la estrategia de “buscar culpables” no tiene cabida dentro de un liderazgo efectivo y que lo primero que debe hacer un buen líder cuando descubre un problema es tratar de buscar soluciones para resolverlo antes que cualquier otra cosa.
¿Para qué buscar culpables?
Para empezar, Bobinski parte de que muchas veces se buscan culpables para satisfacer una necesidad que se crea en las personas de recurrir a alguien para culparlo, castigarlo y así experimentar sensación de “misión cumplida” en la que quien castiga se desahoga y siente satisfecho, como si hubiera solucionado algo o como si hubiera salido de algo que tenía que hacer.
Pero el experto aclara que se trata de una falsa satisfacción ya que al encontrar culpables realmente no se ha solucionado nada y el problema continúa igual a como estaba antes de que alguien fuera señalado como responsable. En palabras de Bobinski: “No se ha dado ningún aprendizaje. No ha cambiado ningún comportamiento. Los resultados finales óptimos no han sido alcanzados”.
Él Explica que, así pueda parecer sentido común, hay muchos líderes que aún no comprenden la importancia de buscar soluciones como primera medida ante problemas de cualquier dimensión, lo cual, según él, constituye una estrategia mucho más efectiva a través de la cual se resuelve lo que no está funcionando y se pasa a aprender de lo sucedido.
Para describir la esencia de la estrategia de buscar soluciones antes que culpables, Bobinski recurre a una frase común utilizada por las madres cuando sus hijos cometen algún error e intentan delegar la culpabilidad a otro: “No me importa quién hizo el desorden; simplemente límpialo”.
Después de las soluciones vienen las causas
El hecho de que la estrategia más efectiva sea la de buscar soluciones antes que nada no quiere decir que los líderes no tengan derecho –o no deban- pasar a la parte de entender lo que sucedió. Bobinski aclara que, una vez solucionado el problema, el líder debe hacerse preguntas como ¿qué causó el problema?, ¿qué pudo haberse hecho de una manera distinta? y ¿qué haremos en el futuro para prevenir que esto vuelva a ocurrir?
Al pasar a la fase del análisis de lo que sucedió y de lo que debe cambiar, el enfoque debe ser el del aprendizaje, es decir, más que buscar culpables para castigarlos y entregarles toda la responsabilidad de lo sucedido, un líder debe llevar a su equipo a comprender las circunstancias, las razones, el error y la forma en la que todo eso debe cambiar para que las cosas salgan bien, de manera que todos aprendan de las equivocaciones y puedan tomar mejores decisiones en el futuro.
La recomendación para los directivos es analizar detenidamente qué clase de líderes son, si por lo general buscan culpables o, por el contrario, buscan soluciones, para pasar a corregir lo que no está funcionando y a liderar más efectivamente el equipo de trabajo.
Después de las soluciones vienen las causas
El hecho de que la estrategia más efectiva sea la de buscar soluciones antes que nada no quiere decir que los líderes no tengan derecho –o no deban- pasar a la parte de entender lo que sucedió. Bobinski aclara que, una vez solucionado el problema, el líder debe hacerse preguntas como ¿qué causó el problema?, ¿qué pudo haberse hecho de una manera distinta? y ¿qué haremos en el futuro para prevenir que esto vuelva a ocurrir?
Al pasar a la fase del análisis de lo que sucedió y de lo que debe cambiar, el enfoque debe ser el del aprendizaje, es decir, más que buscar culpables para castigarlos y entregarles toda la responsabilidad de lo sucedido, un líder debe llevar a su equipo a comprender las circunstancias, las razones, el error y la forma en la que todo eso debe cambiar para que las cosas salgan bien, de manera que todos aprendan de las equivocaciones y puedan tomar mejores decisiones en el futuro.
La recomendación para los directivos es analizar detenidamente qué clase de líderes son, si por lo general buscan culpables o, por el contrario, buscan soluciones, para pasar a corregir lo que no está funcionando y a liderar más efectivamente el equipo de trabajo.