Símbolo internacional de la accesibilidad. Fuente: Wikimedia Commons.
Algo tan sencillo como acceder a un ordenador puede convertirse en un desafío para aquellas personas que tienen algún tipo de “discapacidad”, entendiendo como tal que hay ciertas diferencias entre lo que pueden hacer y lo que el entorno les exige.
Para todas ellas, la esperanza viene de las nuevas tecnologías y diseños relacionados con la accesibilidad que trata de identificar las dificultades con las que se encuentran estas personas y diseñar dispositivos que permitan salvarlas.
Loïc Martínez, doctor en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) desde el año 2003 y profesor asociado del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos e Ingeniería del Software de la Facultad de Informática de esta institución desde 1996, ha centrado su labor docente en la enseñanza de sistemas y lenguajes de programación accesibles.
Este profesor de la Facultad de Informática de la UPM (FIUPM) es miembro investigador de SETIAM (Sección de Transferencia Informática en Apoyo a las Minusvalías), que pertenece a CETTICO (Centro de Transferencia Tecnológica en Informática y Comunicaciones), y participa en dos comités técnicos de AENOR (Asociación Española de Normalización), relacionados con las discapacidades.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de “persona con discapacidad”?
En Europa se ha generalizado la denominación de “persona con discapacidad” para exponer una situación en la que se establecen ciertas diferencias entre lo que puede hacer una persona y lo que el entorno le exige. Hay otro sector que considera que incluso esta terminología tiene un carácter negativo (ya que habla de personas con “dis”-capacidad) y que no debería valorarse a las personas por sus capacidades pues todos deberíamos tener los mismos derechos. Este grupo, llamado Foro de Vida Independiente, defiende el uso de la expresión “personas con diversidad funcional”, que es la que yo empleo.
¿Cuáles son los principales retos con los que se encuentra una persona con diversidad funcional desde el punto de vista del acceso a las tecnologías de la información? ¿Y en el caso de los mayores?
Todas las personas con diversidad funcional pueden encontrar problemas de acceso a los productos y servicios de las tecnologías de la información (TI), si éstos no han sido diseñados convenientemente según las pautas de diseño accesible.
Por ejemplo, las personas con dificultades de visión necesitan que la información se proporcione de forma no visual, mediante voz o Braille, o ampliar el tamaño de los textos y que el contraste de colores sea adecuado. Aquellos que no oyen o que han perdido parte de la audición necesitan alternativas a la información sonora, como señales visuales, vídeos grabados en lengua de signos, dispositivos que permitan controlar la calidad del sonido... Las personas con limitaciones en su destreza o fuerza requieren controles que se puedan manejar con una sola mano y quienes tienen limitado su alcance (por ejemplo, si están sentados en una silla de ruedas) necesitan que los terminales de uso público estén diseñados para poder utilizarse con ese alcance limitado.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchas personas con diversidad funcional utilizan productos de apoyo ( “ayudas técnicas”) para acceder a los productos TI. No es necesario que un ordenador hable para que lo pueda utilizar una persona ciega, lo que es necesario es que los programas que funcionen en ese ordenador estén bien hechos y sean compatibles con los productos de apoyo.
En cuanto a las personas mayores, comparten los mismos problemas de acceso ya que lo normal al avanzar la edad es que suframos cambios en varias de nuestras capacidades. Sin embargo, tienden a no utilizar productos de apoyo porque no se consideran a sí mismas como personas con diversidad funcional.
¿Qué debe tener una página web para que se pueda considerar accesible? ¿Qué características debe cumplir?
Para que una página se considere accesible debe cumplir con los requisitos técnicos de las pautas de accesibilidad al contenido web (en inglés Web Content Accessibility Guidelines, abreviado como WCAG), publicadas por el consorcio de la web (en inglés World Wide Web Consortium). En ellas, se dice que las páginas web tienen que cumplir cuatro grandes objetivos: ser perceptibles para cualquier persona, ser operables por cualquier persona, ser comprensibles para cualquier persona y ser robustas, es decir, que funcionen en cualquier navegador y sean compatibles con los productos de apoyo.
Estos objetivos se desglosan en 12 pautas detalladas en 61 criterios de conformidad (en inglés sucess criteria). Así, entre las características más importantes que deben tener las páginas web accesibles destacan el cuidado del lenguaje para que sea fácil de comprender, la programación de los contenidos web de forma sintácticamente correcta para que todos los navegadores los interpreten de forma adecuada, subtítulos y audiodescripción en los vídeos, buen contraste de colores entre el primer plano y el fondo; y permitir el acceso completo usando el teclado.
¿Cuáles son las principales dificultades que se deben salvar para garantizar la usabilidad de una web?
La usabilidad es el grado con el que un producto puede ser utilizado por los usuarios para realizar sus tareas de forma efectiva, eficiente y satisfactoria.
Algunos problemas típicos de usabilidad son los esquemas de navegación confusos y el mal etiquetado de los botones, que dificulta saber qué hacer en cada momento; el exceso de información en cada página, que sobrecarga la capacidad mental de los usuarios; el excesivo número de pasos que deben seguirse para completar una tarea o los diseños con estética poco cuidada que provocan rechazo.
Para todas ellas, la esperanza viene de las nuevas tecnologías y diseños relacionados con la accesibilidad que trata de identificar las dificultades con las que se encuentran estas personas y diseñar dispositivos que permitan salvarlas.
Loïc Martínez, doctor en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) desde el año 2003 y profesor asociado del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos e Ingeniería del Software de la Facultad de Informática de esta institución desde 1996, ha centrado su labor docente en la enseñanza de sistemas y lenguajes de programación accesibles.
Este profesor de la Facultad de Informática de la UPM (FIUPM) es miembro investigador de SETIAM (Sección de Transferencia Informática en Apoyo a las Minusvalías), que pertenece a CETTICO (Centro de Transferencia Tecnológica en Informática y Comunicaciones), y participa en dos comités técnicos de AENOR (Asociación Española de Normalización), relacionados con las discapacidades.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de “persona con discapacidad”?
En Europa se ha generalizado la denominación de “persona con discapacidad” para exponer una situación en la que se establecen ciertas diferencias entre lo que puede hacer una persona y lo que el entorno le exige. Hay otro sector que considera que incluso esta terminología tiene un carácter negativo (ya que habla de personas con “dis”-capacidad) y que no debería valorarse a las personas por sus capacidades pues todos deberíamos tener los mismos derechos. Este grupo, llamado Foro de Vida Independiente, defiende el uso de la expresión “personas con diversidad funcional”, que es la que yo empleo.
¿Cuáles son los principales retos con los que se encuentra una persona con diversidad funcional desde el punto de vista del acceso a las tecnologías de la información? ¿Y en el caso de los mayores?
Todas las personas con diversidad funcional pueden encontrar problemas de acceso a los productos y servicios de las tecnologías de la información (TI), si éstos no han sido diseñados convenientemente según las pautas de diseño accesible.
Por ejemplo, las personas con dificultades de visión necesitan que la información se proporcione de forma no visual, mediante voz o Braille, o ampliar el tamaño de los textos y que el contraste de colores sea adecuado. Aquellos que no oyen o que han perdido parte de la audición necesitan alternativas a la información sonora, como señales visuales, vídeos grabados en lengua de signos, dispositivos que permitan controlar la calidad del sonido... Las personas con limitaciones en su destreza o fuerza requieren controles que se puedan manejar con una sola mano y quienes tienen limitado su alcance (por ejemplo, si están sentados en una silla de ruedas) necesitan que los terminales de uso público estén diseñados para poder utilizarse con ese alcance limitado.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchas personas con diversidad funcional utilizan productos de apoyo ( “ayudas técnicas”) para acceder a los productos TI. No es necesario que un ordenador hable para que lo pueda utilizar una persona ciega, lo que es necesario es que los programas que funcionen en ese ordenador estén bien hechos y sean compatibles con los productos de apoyo.
En cuanto a las personas mayores, comparten los mismos problemas de acceso ya que lo normal al avanzar la edad es que suframos cambios en varias de nuestras capacidades. Sin embargo, tienden a no utilizar productos de apoyo porque no se consideran a sí mismas como personas con diversidad funcional.
¿Qué debe tener una página web para que se pueda considerar accesible? ¿Qué características debe cumplir?
Para que una página se considere accesible debe cumplir con los requisitos técnicos de las pautas de accesibilidad al contenido web (en inglés Web Content Accessibility Guidelines, abreviado como WCAG), publicadas por el consorcio de la web (en inglés World Wide Web Consortium). En ellas, se dice que las páginas web tienen que cumplir cuatro grandes objetivos: ser perceptibles para cualquier persona, ser operables por cualquier persona, ser comprensibles para cualquier persona y ser robustas, es decir, que funcionen en cualquier navegador y sean compatibles con los productos de apoyo.
Estos objetivos se desglosan en 12 pautas detalladas en 61 criterios de conformidad (en inglés sucess criteria). Así, entre las características más importantes que deben tener las páginas web accesibles destacan el cuidado del lenguaje para que sea fácil de comprender, la programación de los contenidos web de forma sintácticamente correcta para que todos los navegadores los interpreten de forma adecuada, subtítulos y audiodescripción en los vídeos, buen contraste de colores entre el primer plano y el fondo; y permitir el acceso completo usando el teclado.
¿Cuáles son las principales dificultades que se deben salvar para garantizar la usabilidad de una web?
La usabilidad es el grado con el que un producto puede ser utilizado por los usuarios para realizar sus tareas de forma efectiva, eficiente y satisfactoria.
Algunos problemas típicos de usabilidad son los esquemas de navegación confusos y el mal etiquetado de los botones, que dificulta saber qué hacer en cada momento; el exceso de información en cada página, que sobrecarga la capacidad mental de los usuarios; el excesivo número de pasos que deben seguirse para completar una tarea o los diseños con estética poco cuidada que provocan rechazo.
¿Cuáles son los retos que aún quedan por salvar para garantizar la usabilidad de la web?
Lo más importante es lograr que los responsables del desarrollo de páginas web sigan un enfoque centrado en el usuario en su trabajo. Así podrán conocer sus necesidades reales y hacer diseños basados en ellas, comprobando si funcionan mediante las correspondientes pruebas de usabilidad.
¿Son conscientes las instituciones de la importancia de la accesibilidad, también en la web?
España es un país pionero en la accesibilidad del entorno construido (calles y edificios) gracias a la labor de instituciones como la ONCE y su Fundación. Sin embargo, los resultados en la accesibilidad a los productos TI y la web en particular no son tan buenos.
Hoy en día, todas las instituciones públicas son conscientes de la necesidad de ofrecer páginas web accesibles ya que es un requisito legal y hay un régimen asociado de infracciones y sanciones. Por la misma razón muchas empresas del sector, que ofrecen sus servicios a la administración pública, también tienen en cuenta la importancia de la accesibilidad web.
Sin embargo, la percepción es que el esfuerzo no está a la altura de lo requerido y el resultado final es que el grado de accesibilidad de las páginas web no es demasiado bueno, como ocurre en los países de nuestro entorno.
¿Qué acciones que se están llevando a cabo en la Universidad en cuanto a las personas con discapacidad, desde el punto de vista de las tecnologías de la información?
En la Facultad de Informática, uno de los grandes logros es la incorporación de contenidos formativos sobre accesibilidad y diseño para todos en las distintas titulaciones que ofertamos, con actividades que empezaron en 1995.
Participamos en numerosos Proyectos de I+D relacionados con sistemas para personas con diversidad funcional, dentro del Grupo de Investigación en Informática y Comunicaciones (CETTICO).Estas actividades comenzaron en 1988 con la creación del Centro de Transferencia Tecnológica en Informática y Comunicaciones.Además, representamos a la Universidad en los organismos de normalización técnica (AENOR, CEN, CENELEC, ETSI, ISO) para el desarrollo de estándares que definen los requisitos de accesibilidad de distintos productos TI.
¿Qué aspectos concretos se enseñan a los estudiantes de Informática?
Los actuales alumnos del Grado en Ingeniería Informática tienen una asignatura llamada “Interacción Persona-Ordenador”, en la que aprenden a diseñar sistemas siguiendo el enfoque de desarrollo centrado en el usuario. En esa asignatura también se les hace comprender las necesidades de las personas con diversidad funcional y también trabajan sobre el contenido de las pautas WCAG.
Otros ejemplos son el Máster Universitario en Software y Sistemas y el Máster Universitario en Ingeniería Informática de la UPM que ofertan asignaturas relacionadas con este tema.
¿Qué actividad desarrolla su grupo de investigación en este campo?
Destaca nuestra participación en el Mandato Europeo M 376 dirigido a las organizaciones europeas de normalización (CEN, CENELEC, ETSI), cuyo objetivo es la elaboración de una norma europea con requisitos de accesibilidad para las compras públicas de productos TI accesibles.
Soy uno de los expertos que prepara dicha norma europea, que previsiblemente será de obligado cumplimiento en un futuro para todos los contratos públicos de productos y servicios TI.
¿Qué aplicaciones concretas tienen los proyectos que han llevado a cabo hasta el momento en este campo? ¿Se han interesado en ello empresas o universidades a nivel nacional o internacional?
En el Grupo CETTICO hemos desarrollado una gran cantidad de productos que han sido transferidos a instituciones como la ONCE, la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas), el IMSERSO y el Ministerio de Educación. Hemos publicado los resultados de nuestros trabajos en numerosas conferencias y revistas nacionales e internacionales. Algunos ejemplos de proyectos han sido revisores de pantalla, magnificadores, enciclopedias y diccionarios electrónicos para personas ciegas, diccionarios de lengua de signos, sistemas educativos para niños con necesidades especiales, un sistema de asesoría para la adaptación del ordenador a personas con diversidad funcional, herramientas de soporte para la evaluación de la accesibilidad web, etc.
¿Cuál es el nivel de adaptación a la accesibilidad que hay en España en relación al de otros países? ¿Hay algún referente a nivel internacional en cuanto a accesibilidad entre las instituciones universitarias?
Se han hecho esfuerzos considerables en este campo. Aunque los resultados en cuanto al porcentaje de sitios web completamente accesibles no son muy buenos, sí están en el mismo nivel que el de los países europeos de nuestro entorno. La tendencia es buena y con el tiempo es previsible que los resultados mejoren.
Algunos referentes internacionales en el ámbito universitario sobre accesibilidad en TI son el Trace Research & Development Center de la Universidad de Wisconsin-Madison y el Center on Disabilities de la Universidad California State University Northridge, ambos en Estados Unidos; el Web Ergonomics Lab de la Universidad de Manchester en el Reino Unido; el grupo Inova de la Universidad Pierre y Marie Curie en Francia; el grupo del profesor Klaus Miesenberger de la Universidad de Linz en Austria; el grupo del profesor Jan Engelen de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica y, en España, el grupo de Interacción Persona Computador para Necesidades Especiales de la Universidad del País Vasco.
Lo más importante es lograr que los responsables del desarrollo de páginas web sigan un enfoque centrado en el usuario en su trabajo. Así podrán conocer sus necesidades reales y hacer diseños basados en ellas, comprobando si funcionan mediante las correspondientes pruebas de usabilidad.
¿Son conscientes las instituciones de la importancia de la accesibilidad, también en la web?
España es un país pionero en la accesibilidad del entorno construido (calles y edificios) gracias a la labor de instituciones como la ONCE y su Fundación. Sin embargo, los resultados en la accesibilidad a los productos TI y la web en particular no son tan buenos.
Hoy en día, todas las instituciones públicas son conscientes de la necesidad de ofrecer páginas web accesibles ya que es un requisito legal y hay un régimen asociado de infracciones y sanciones. Por la misma razón muchas empresas del sector, que ofrecen sus servicios a la administración pública, también tienen en cuenta la importancia de la accesibilidad web.
Sin embargo, la percepción es que el esfuerzo no está a la altura de lo requerido y el resultado final es que el grado de accesibilidad de las páginas web no es demasiado bueno, como ocurre en los países de nuestro entorno.
¿Qué acciones que se están llevando a cabo en la Universidad en cuanto a las personas con discapacidad, desde el punto de vista de las tecnologías de la información?
En la Facultad de Informática, uno de los grandes logros es la incorporación de contenidos formativos sobre accesibilidad y diseño para todos en las distintas titulaciones que ofertamos, con actividades que empezaron en 1995.
Participamos en numerosos Proyectos de I+D relacionados con sistemas para personas con diversidad funcional, dentro del Grupo de Investigación en Informática y Comunicaciones (CETTICO).Estas actividades comenzaron en 1988 con la creación del Centro de Transferencia Tecnológica en Informática y Comunicaciones.Además, representamos a la Universidad en los organismos de normalización técnica (AENOR, CEN, CENELEC, ETSI, ISO) para el desarrollo de estándares que definen los requisitos de accesibilidad de distintos productos TI.
¿Qué aspectos concretos se enseñan a los estudiantes de Informática?
Los actuales alumnos del Grado en Ingeniería Informática tienen una asignatura llamada “Interacción Persona-Ordenador”, en la que aprenden a diseñar sistemas siguiendo el enfoque de desarrollo centrado en el usuario. En esa asignatura también se les hace comprender las necesidades de las personas con diversidad funcional y también trabajan sobre el contenido de las pautas WCAG.
Otros ejemplos son el Máster Universitario en Software y Sistemas y el Máster Universitario en Ingeniería Informática de la UPM que ofertan asignaturas relacionadas con este tema.
¿Qué actividad desarrolla su grupo de investigación en este campo?
Destaca nuestra participación en el Mandato Europeo M 376 dirigido a las organizaciones europeas de normalización (CEN, CENELEC, ETSI), cuyo objetivo es la elaboración de una norma europea con requisitos de accesibilidad para las compras públicas de productos TI accesibles.
Soy uno de los expertos que prepara dicha norma europea, que previsiblemente será de obligado cumplimiento en un futuro para todos los contratos públicos de productos y servicios TI.
¿Qué aplicaciones concretas tienen los proyectos que han llevado a cabo hasta el momento en este campo? ¿Se han interesado en ello empresas o universidades a nivel nacional o internacional?
En el Grupo CETTICO hemos desarrollado una gran cantidad de productos que han sido transferidos a instituciones como la ONCE, la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas), el IMSERSO y el Ministerio de Educación. Hemos publicado los resultados de nuestros trabajos en numerosas conferencias y revistas nacionales e internacionales. Algunos ejemplos de proyectos han sido revisores de pantalla, magnificadores, enciclopedias y diccionarios electrónicos para personas ciegas, diccionarios de lengua de signos, sistemas educativos para niños con necesidades especiales, un sistema de asesoría para la adaptación del ordenador a personas con diversidad funcional, herramientas de soporte para la evaluación de la accesibilidad web, etc.
¿Cuál es el nivel de adaptación a la accesibilidad que hay en España en relación al de otros países? ¿Hay algún referente a nivel internacional en cuanto a accesibilidad entre las instituciones universitarias?
Se han hecho esfuerzos considerables en este campo. Aunque los resultados en cuanto al porcentaje de sitios web completamente accesibles no son muy buenos, sí están en el mismo nivel que el de los países europeos de nuestro entorno. La tendencia es buena y con el tiempo es previsible que los resultados mejoren.
Algunos referentes internacionales en el ámbito universitario sobre accesibilidad en TI son el Trace Research & Development Center de la Universidad de Wisconsin-Madison y el Center on Disabilities de la Universidad California State University Northridge, ambos en Estados Unidos; el Web Ergonomics Lab de la Universidad de Manchester en el Reino Unido; el grupo Inova de la Universidad Pierre y Marie Curie en Francia; el grupo del profesor Klaus Miesenberger de la Universidad de Linz en Austria; el grupo del profesor Jan Engelen de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica y, en España, el grupo de Interacción Persona Computador para Necesidades Especiales de la Universidad del País Vasco.