Las tecnologías de reconocimiento facial podrían ayudar a identificar a sospechosos de actos delictivos. La tecnología ya se ha probado a raíz del atentado de la maratón de Boston, el pasado 15 de abril. Imagen: ReneS. Fuente: Flickr.
En un estudio que pretendía evaluar lo último en tecnología de reconocimiento automático de la cara, un grupo de investigadores de la Universidad del Estado de Michigan (EE UU) han sido capaces de identificar rápidamente a uno de los dos sospechosos del atentado del maratón de Boston, utilizando vídeos reales de cámaras colocadas por las instituciones oficiales.
En el Laboratorio de Reconocimiento de Patrones y Procesamiento de Imágenes, Anil Jain, profesor de informática, y Josh Klontz, un investigador, probaron tres sistemas de reconocimiento facial diferentes.
Mediante el uso de vídeos reales obtenidos en el lugar de los hechos, comprobaron que uno de los tres sistemas podría haber identificado de manera exacta al sospechoso Dzokhar Tsarnaev.
"El otro sospechoso, Tamerlan Tsarnaev, que finalmente murió en el tiroteo con la policía, no pudo ser identificado con un nivel suficientemente alto de seguridad, en parte porque llevaba gafas de sol", explica Jain en la nota de prensa de la MSU.
Si el rostro está inclinado hacia la cámara y si la iluminación es buena, esta tecnología puede conseguir hasta el 99 por ciento de precisión.
Estas tecnologías pueden relacionar rápidamente un nombre a una cara mediante la búsqueda en una gran base de datos de imágenes de caras y la búsqueda de la coincidencia más cercana. Esto es lo que las fuerzas de seguridad suelen hacer con las bases de datos de fichas policiales. Se desconoce, cuenta Jain, qué tecnologías de reconocimiento automático de rostro fueron utilizadas por los investigadores en Boston. "Si se utiliza un sistema automático se acelera el proceso", afirma Jain.
Jain y su equipo están reconocidos internacionalmente en el campo de la tecnología de identificación. Su equipo ha desarrollado métodos para encontrar coincidencias de dibujos faciales forenses con fotos policiales, así como tecnología que permite identificar a presuntos delincuentes por sus tatuajes.
En el Laboratorio de Reconocimiento de Patrones y Procesamiento de Imágenes, Anil Jain, profesor de informática, y Josh Klontz, un investigador, probaron tres sistemas de reconocimiento facial diferentes.
Mediante el uso de vídeos reales obtenidos en el lugar de los hechos, comprobaron que uno de los tres sistemas podría haber identificado de manera exacta al sospechoso Dzokhar Tsarnaev.
"El otro sospechoso, Tamerlan Tsarnaev, que finalmente murió en el tiroteo con la policía, no pudo ser identificado con un nivel suficientemente alto de seguridad, en parte porque llevaba gafas de sol", explica Jain en la nota de prensa de la MSU.
Si el rostro está inclinado hacia la cámara y si la iluminación es buena, esta tecnología puede conseguir hasta el 99 por ciento de precisión.
Estas tecnologías pueden relacionar rápidamente un nombre a una cara mediante la búsqueda en una gran base de datos de imágenes de caras y la búsqueda de la coincidencia más cercana. Esto es lo que las fuerzas de seguridad suelen hacer con las bases de datos de fichas policiales. Se desconoce, cuenta Jain, qué tecnologías de reconocimiento automático de rostro fueron utilizadas por los investigadores en Boston. "Si se utiliza un sistema automático se acelera el proceso", afirma Jain.
Jain y su equipo están reconocidos internacionalmente en el campo de la tecnología de identificación. Su equipo ha desarrollado métodos para encontrar coincidencias de dibujos faciales forenses con fotos policiales, así como tecnología que permite identificar a presuntos delincuentes por sus tatuajes.
Redes sociales
La entidad de investigación Sintef analiza el impacto de las nuevas tecnologías en la persecución de los delitos, entre otras funciones. En este caso es el Big Data, la gran acumulación de datos que proporciona internet, la que puede ser útil para la Policía.
La policía, las autoridades y los medios de comunicación tradicionales utilizaron redes sociales como Twitter, Instagram, Reddit y Facebook para recopilar y difundir activamente información sobre el incidente.
Varios grupos de voluntarios también se crearon a través de las redes sociales, con el fin de tratar de ayudar a la policía. Sin embargo, las redes sociales como canales de comunicación resultaron ser no del todo beneficiosas, pero también una fuente de confusión y desinformación.
Cada vez hay más datos de la gente disponibles en Internet, desde pagos con tarjeta hasta el historial de navegación. Petter Bae Brandtzæg, investigador de Sintef, menciona los gigantescos centros de investigación ya desarrollados en compañías de Internet como Facebook y Google. "La ventaja que tienen es el enorme volumen de datos que otros investigadores sociales sólo pueden soñar", dice.
Sin embargo, también ha cambiado la forma de trabajar de investigadores como los de Sintef. Incluso aquellos que no trabajan en las principales compañías de Internet también pueden acceder a grandes volúmenes de datos.
Brandtzæg ha investigado una herramienta llamada Wisdom, desarrollada por la empresa estadounidense MicroStrategy, y ha empezado a aplicarla en el proyecto Delta que se ocupa de la actividad social de los jóvenes en Internet.
'Esto me da acceso a los datos de más de 20 millones de personas - sin hacer una sola pregunta. Puedo analizar diferentes preferencias en Facebook y ver las diferencias de edad y de género entre los distintos grupos y las naciones de todo el mundo. Hasta ahora he comparado las diferencias de género en la actividad social en Facebook entre las personas en Noruega, España, Inglaterra, EE.UU., Rusia, Egipto, India y China."
La protección de datos es un problema que a menudo se asocia con grandes volúmenes de datos, pero de acuerdo a Brandtzæg, los datos de Wisdom son de grupos grandes y no se dan a nivel individual.
Los investigadores del propio departamento de investigación de Facebook han estudiado cómo las personas de todo el mundo actualizan sus mensajes, y qué tipo de información que publican sobre sí mismos y sus vidas. "Las encuestas muestran que los mensajes de la gente con cada año más corto", dice Brandtzæg.
"Esto refleja el crecimiento de otros tipos de comunicación social rápida, tales como Twitter, que ha alcanzado gran popularidad, ya que se trata de expresarse de forma breve y concisa en un máximo de 140 caracteres. Otra tendencia en esa dirección es que los jóvenes están contando sus historias con imágenes en lugar de con texto. La locura actual con Instragram podría deberse al hecho de que no hay que escribir nada.
Estos volúmenes de datos, pues, pueden proporcionar información útil. Sin embargo, también pueden convertirse en un problema cuando se les da un uso comercial en las campañas de publicidad dirigida.
El departamento de Servicios y Sistemas en Red de Sintef, al que pertenece Petter Bae Brandtzæg, recientemente ha aceptado una oferta para participar en el proyecto UE Reveal, en el que analizarán la fiabilidad de los datos difundidos en las redes sociales.
La entidad de investigación Sintef analiza el impacto de las nuevas tecnologías en la persecución de los delitos, entre otras funciones. En este caso es el Big Data, la gran acumulación de datos que proporciona internet, la que puede ser útil para la Policía.
La policía, las autoridades y los medios de comunicación tradicionales utilizaron redes sociales como Twitter, Instagram, Reddit y Facebook para recopilar y difundir activamente información sobre el incidente.
Varios grupos de voluntarios también se crearon a través de las redes sociales, con el fin de tratar de ayudar a la policía. Sin embargo, las redes sociales como canales de comunicación resultaron ser no del todo beneficiosas, pero también una fuente de confusión y desinformación.
Cada vez hay más datos de la gente disponibles en Internet, desde pagos con tarjeta hasta el historial de navegación. Petter Bae Brandtzæg, investigador de Sintef, menciona los gigantescos centros de investigación ya desarrollados en compañías de Internet como Facebook y Google. "La ventaja que tienen es el enorme volumen de datos que otros investigadores sociales sólo pueden soñar", dice.
Sin embargo, también ha cambiado la forma de trabajar de investigadores como los de Sintef. Incluso aquellos que no trabajan en las principales compañías de Internet también pueden acceder a grandes volúmenes de datos.
Brandtzæg ha investigado una herramienta llamada Wisdom, desarrollada por la empresa estadounidense MicroStrategy, y ha empezado a aplicarla en el proyecto Delta que se ocupa de la actividad social de los jóvenes en Internet.
'Esto me da acceso a los datos de más de 20 millones de personas - sin hacer una sola pregunta. Puedo analizar diferentes preferencias en Facebook y ver las diferencias de edad y de género entre los distintos grupos y las naciones de todo el mundo. Hasta ahora he comparado las diferencias de género en la actividad social en Facebook entre las personas en Noruega, España, Inglaterra, EE.UU., Rusia, Egipto, India y China."
La protección de datos es un problema que a menudo se asocia con grandes volúmenes de datos, pero de acuerdo a Brandtzæg, los datos de Wisdom son de grupos grandes y no se dan a nivel individual.
Los investigadores del propio departamento de investigación de Facebook han estudiado cómo las personas de todo el mundo actualizan sus mensajes, y qué tipo de información que publican sobre sí mismos y sus vidas. "Las encuestas muestran que los mensajes de la gente con cada año más corto", dice Brandtzæg.
"Esto refleja el crecimiento de otros tipos de comunicación social rápida, tales como Twitter, que ha alcanzado gran popularidad, ya que se trata de expresarse de forma breve y concisa en un máximo de 140 caracteres. Otra tendencia en esa dirección es que los jóvenes están contando sus historias con imágenes en lugar de con texto. La locura actual con Instragram podría deberse al hecho de que no hay que escribir nada.
Estos volúmenes de datos, pues, pueden proporcionar información útil. Sin embargo, también pueden convertirse en un problema cuando se les da un uso comercial en las campañas de publicidad dirigida.
El departamento de Servicios y Sistemas en Red de Sintef, al que pertenece Petter Bae Brandtzæg, recientemente ha aceptado una oferta para participar en el proyecto UE Reveal, en el que analizarán la fiabilidad de los datos difundidos en las redes sociales.
Referencia bibliográfica:
Joshua C. Klontz, Anil K. Jain: A Case Study on Unconstrained Facial Recognition Using the Boston Marathon Bombings Suspects. Michigan State University (2013).
Joshua C. Klontz, Anil K. Jain: A Case Study on Unconstrained Facial Recognition Using the Boston Marathon Bombings Suspects. Michigan State University (2013).