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Las luces y las sombras de la religiosidad se originan en nuestro cerebro

El enfoque en los aspectos positivos de la fe es bueno para la salud mental y física


Que la fe saque lo mejor o lo peor de cada individuo depende de la idea de Dios que tenga cada persona, afirma el doctor Andrew Newberg, especialista en el estudio de la relación entre el cerebro y las experiencias místicas y religiosas. En un artículo aparecido en USAToday, Newberg asegura que situarse en el lado positivo de las religiones ayuda a vivir pero que, situarse en el lado contrario, puede ser dañino para el cuerpo y la mente. De cualquier manera, afirma el autor, la batalla entre la luz y la oscuridad se produce en primer lugar en nuestro cerebro, donde pujan aquellas partes de éste con tendencia a excluir a los otros y aquellas partes inclinadas a construir alianzas cooperativas con otros seres humanos en tiempos de necesidad. Por Yaiza Martínez.


19/06/2009

Andrew Newberg.
Andrew Newberg.
La fe puede sacar lo mejor de la gente -amor, generosidad, compasión- o lo peor -miedo, odio, violencia-, dependiendo de la visión que se tenga de Dios, según escribe el doctor de la Universidad de Pensilvania, Andrew Newberg, en un artículo aparecido en USAToday.

Especializado en el estudio de la relación entre el funcionamiento del cerebro y las experiencias místicas y religiosas, el autor del artículo afirma que sus investigaciones en este campo han evidenciado, por un lado, que la religión y las prácticas espirituales, generalmente, tienen un efecto positivo en la salud física, emocional y neurológica de la gente.

Las personas implicadas en actividades religiosas, escribe Newberg, tienden a enfrentarse mejor con sus problemas emocionales, a tener menos adicciones y a disfrutar de un estado de salud general mejor. Incluso, puede que estas personas vivan más tiempo de media que los ateos. Asimismo, añade, muchos estudios han demostrado que los individuos religiosos y espirituales encuentran más sentido en sus vidas.

Ventajas de la religiosidad

Newberg señala que sus investigaciones en el Penn's Center for Spirituality and the Mind, llevadas a cabo con su colaborador Mark Walkman, sobre los efectos de diversas prácticas espirituales, como la meditación o la oración, también han revelado importantes mejoras en la memoria, la cognición y la compasión como resultado de dichas prácticas. Se ha demostrado, por último, que estos hábitos reducen la ansiedad, la depresión, la irritabilidad y el estrés.

Pero, por otro lado, Newberg afirma que sus investigaciones también han revelado que la influencia de la religión sobre las personas también puede ser negativa, en función de la manera en que cada individuo ve a Dios.

Así, señala el científico, cuando las personas ven a Dios como un ser amante, misericordioso, compasivo y comprensivo, esto produce en ellas una perspectiva muy positiva de sí mismas, y del mundo que les rodea. Por el contrario, si se cree que Dios es frío, vengativo e implacable, la religión puede tener efectos nocivos en la salud física y mental de los creyentes.

Las investigaciones han revelado claramente que el cultivo de las emociones negativas a través de la religión activa áreas del cerebro relacionadas con la ira, el miedo y el estrés. Esto, en última instancia, puede dañar importantes partes del cerebro y del cuerpo.

Y lo que es peor, las emociones negativas pueden trasladarse a conductas externas que generen miedo, desconfianza, odio, animosidad y violencia hacia gente que mantenga creencias distintas u opuestas, advierte Newberg.

El lado oscuro de la religión

Ésta es la retórica religiosa destructiva a la que apuntan rápidamente los ateos cuando quieren hablar de las características negativas de la fe, señala el autor.

Cierto es que, afortunadamente, las encuestas sugieren que sólo un pequeño porcentaje (el 1%) de los americanos mantiene este tipo de creencias hostiles. Pero, por desgracia, este porcentaje minoritario atrae a menudo la mayor atención de los medios de comunicación.

Sin embargo, lo realmente aterrador es el hecho de que ese 1% se traduce, en números, en tres millones de ciudadanos potencialmente violentos, y sólo en Estados Unidos. Esto, claro está, afecta al estado general del país, considerando los conflictos y los radicalismos religiosos.

Existe además otro lado oscuro de la religión, afirma Newberg. El investigador ha constatado, a lo largo de su carrera en el hospital en que trabaja, que aquellos pacientes que creen que sus enfermedades son consecuencia de un castigo de Dios, pueden no seguir las órdenes de los médicos, saltarse las consultas o no tomarse la medicación que se les receta.

Después de todo, escribe Newberg, los enfermos pueden llegar a pensar “¿por qué intentar mejorar si Dios está intentando castigarme?”. Las investigaciones han confirmado que la gente que tiene una imagen castigadora de Dios puede comprometer su sistema inmunológico y su salud psicológica, prolongando su sufrimiento y su enfermedad.

Luces y sombras batallan en el cerebro

Newberg señala que, en colaboración con investigadores de otras universidades, desarrolla actualmente estrategias simples que permiten enseñar a la gente cómo cambiar las actitudes religiosas negativas a otras más positivas, que les ayuden a afrontar de manera más efectiva sus problemas de salud, e incluso a mejorar su calidad de vida.

Según el científico, los resultados de las investigaciones realizadas apuntan a que cualquier persona puede protegerse del lado negativo de la religiosidad y de la espiritualidad.

Esto se hace centrando la mente sólo en los conceptos positivos y afectuosos de la fe que se tenga, así como en los valores y creencias más profundas. Cualquier atención obsesiva en cualquier forma de negatividad religiosa daña la empatía social y la cooperación, asegura el experto.

Desde una perspectiva sociológica, la religión sirve para dirigir a la gente hacia los valores más profundos relacionados con la vida. De esta forma, Dios puede ser bueno y ayudar a las personas a ser compasivas, misericordiosas y afectuosas.

En realidad, cada religión –incluidas las de las sectas más cerradas- predica ciertos conceptos positivos, como el amor al prójimo o el perdón. A menudo, las religiones nos animan a buscar emociones positivas como el gozo, la paz o la esperanza.

Pero Newberg advierte que se debe ser siempre consciente de la batalla eterna entre el bien y el mal que, en realidad se desarrolla en nuestro propio cerebro: entre aquellas partes de éste con tendencia a excluir a los otros y aquellas partes inclinadas a construir alianzas cooperativas con otros seres humanos en tiempos de necesidad.

Tenemos en realidad un cerebro lleno de ideas tanto de amor como de odio, asegura Newberg. Por eso, podemos dirigirnos hacia la religión y la espiritualidad para fomentar el bien en nosotros o, por el contrario, podemos inclinar la balanza cerebral hacia el lado oscuro de la religiosidad.

Andrew Newberg es professor de radiología y de psiquiatría de la Escuela de Medician de la Universidad de Pensilvania, así como autor de diversos libros como “The Mystical Mind: Probing the Biology of Religious Experience” o “Why We Believe What We Believe: Uncovering Our Biological Need for Meaning, Spirituality, and Truth”.

En Tendencias21 publicamos hace un tiempo un artículo sobre una investigación realizada por Newberg en la que se demostró que la meditación realizada por voluntarios de diferentes confesiones religiosas había cambiado sus cerebros.



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1.Publicado por Ateo por la gracias natural el 19/06/2009 12:03
¿Qué puede decir un Ateo o un Agnostico de este artículo sin que ofenda al religioso bueno o religioso malo?. Particularmente clasifica a los Ateos desde el punto de vista negativo, al no aceptar algunas creencias religiosas como el Dogma, la Fe o la existencia de un Dios, y teniendo otra forma de vivir la vida desde un pensamiento que incluyen sentimientos, emociones y una perspectiva de la diferente de modo y respeto hacia otras cualidades humanas; más tolerantes, compresivos, pacificos y adaptados al entorno (no por esto cobardes). Lo cual no quiere decir que sean irrespetuosos con ellos, simplemente que, por ejemplo, los ateos quieren que la religion sean dentro del ambito privado y no se imparta de forma obligatoria en las escuelas, o el derecho a manifestar las "creencias" Ateas como lo hacen las religiones sin que tampoco sean criticados; El caso del "El Día de Orgullo Gay", playas nudistas, o que la mujer tenga derecho a aborta ( en este caso particular, un menor Varon que deja embarazada a una hembra, nunca, ni él ni sus padres como tutores, tendrán responsabilidad sobre el bebé y, la adolescente tendrá que cargar con una responsabilidad muy grande en la principal etapa de desarrollo de su vida, que es para toda la vida). Estas son las cosas que los Ateos critican de la religión, cuando imponen a los demás sus creencias erróneas. También, del artículo se podrían decir más cosas, aunque es suficiente.

2.Publicado por mvr1981 el 19/06/2009 20:55
Ven pasate al Lado Oscuro de la Fuerza.....

3.Publicado por Fernando el 20/06/2009 06:21
La formula planteada seria: el bien consiste en aceptar al otro tal cual es y el mal en rechazar la diversidad o lo diferente a uno. Aceptar que así como pensar en un bosque que contenga una sola especie de árbol y una sola especie de ave (p. ej.) es incompatible con la sabiduría Divina (y la ecología), así también lo es creer que debemos imponer nuestras concepciones religiosas (mediante la otrora Inquisición Eclesiástica, el pensamiento único de ideologías fascistas o marxistas o la Yijad islámica) partiendo de la base que solo hay un camino que conduce a la salvación individual o colectiva, y es por supuesto el propio. Esa es la batalla entre el bien y el mal. Si se es real creyente se deben respetar las concepciones, religiones y opiniones de toda otra persona como manifestaciones de la sabiduría divina, y nadie tiene la exclusividad de la verdad. Todas ellas son verdaderas, al menos para sus seguidores. Caso contrario se esta impugnando la voluntad divina (tomarlo axiomaticamente) lo cual significa ser ateo.

4.Publicado por khinecapa el 20/06/2009 09:10
Ver Los países ateos son más pacíficos

http://www.neoteo.com/los-paises-ateos-son-mas-pacificos-16443.neo

5.Publicado por noemi el 20/06/2009 15:39
Si yo supondrìa ,que Dios es frio,vengativo e implacable,pienso que es porque" yo " soy asi( la persona,piensa segùn como es ) mi pensamiento, me lleva hacia donde yo quiero, en algun momento algo o alguièn,puede profundizar o cambiar mi manera de ser,no porque el otro me convencio, sino porque en la vida todo es cambio,en todos los aspectos cambiamos,pero es por propia decisiòn, la persona,no necesariamente tiene que pertenecer a alguna religiòn ,para que se le active lo màs bueno o malo, en una comunidad religiosa, uno tiende a expresar con fervor "su propio pensamiento" porque se siente animado.

6.Publicado por Ateo por la gracias natural el 21/06/2009 00:41
nomei, estoy de acuerdo con usted y lo ha expresado perfectamente. Desde mi punto de vista Ateo, la religión tiene valores compartidos, y otros positivos para las personas que los practican que en otras no creyente se pueden expresar de otra manera, con otras acciones o creencias, y estas creencias no son algo invariable ni se vive con la misma intensidad a lo largo de la vida y circunstancias.

7.Publicado por Pedro el 21/06/2009 00:45
Creo que en vez de dar tantas vueltas a la perdiz, a ver cómo hacemos para que haya mas "religiosos de los buenos" y menos fundamentalistas negativos, nos haría mejor servicio que las grandes religiones fuesen desapareciendo.
Por mi propia experiencia, habiéndome esforzado durante una buena parte de mi vida en ser de los "religiosos buenos", puedo asegurar que he empezado a ser mucho más feliz desde que dejé la religión de lado. Creo que toda persona que evoluciona de verdad acaba dando la espalda a la religión. Y esto no implica para nada que tengas una visión materialista de la vida, sino que acabas comprendiendo que todo aquello que te mostraban como perteneciente al ámbito de lo espiritual, en realidad es en su conjunto la "tierra ignota" de la multifacética esencia de la realidad que llamamos vida o existencia que posee una magnitud infinita que nunca llegaremos a abarcar del todo.

Lo del Dios Creador es como lo del ratoncito pérez, la cigüeña, etc, etc, una fábula a la que mucha gente se aferra por ignorancia, ingenuidad, miedo a la vida y al incontestable hecho de que la muerte llega para todos.

8.Publicado por ana el 21/06/2009 13:49
Muy interesantes el artículo y los comentarios.

Diría que este artículo está escrito desde la imparcialidad en la que nos debiéramos mover todos y desde esta imparcialidad podriamos sacar conclusiones importantes y es que ateos, agnósticos y creyentes, en una u otra religión, doctrina o filosofía, simplemente estamos haciendo uso de nuestra libertad que es un derecho fundamental en el que nadie puede interferir invadiendo el espacio del otro. A partir de este punto sí que sería bueno considerar que estamos en una etapa en la que el ser humano ha dejado de ser esa piara de ovejas guiada por un pastor. En el uso de ese libre albedrío creo que ya nos toca usar nuestra mente para analizar, discernir y discriminar y ésto indiscutiblemente requiere respeto hacia todos y hacia todo. Por otra parte nos va a exigir más trabajo y responsabilidad porque ya no va a haber nadie que me dirija; yo soy responsable de mí y tengo que encontrar la actuación adecuada y para eso tengo que usar mi mente. De esta forma cuando yo crea en algo o ESTÉ en algo, lo haré plenamente, porque será el convencimiento el que me haya llevado hasta ese punto.

Poner en marcha todas estas consideraciones nos acercaría a la inclusividad y a eliminar el exclusivismo o separatismo porque nos hará ver que los demás tienen el mismo derecho que yo a determinar en su vida y desde luego los dogmas no tendrían cabida. Podría ser un gran paso para ejercitar la mente conjugándola con el amor.

Atentamente.

9.Publicado por Carlos Luis Villalobos Muñoz el 02/07/2009 00:09
El planteamiento en comentario parece decir, por lo que he leído en Tendencias 21, que la dimensión espiritual se juega a nivel del cerebro o del pensamiento o la mentalidad de las personas. Lo que mi experiencia de creyente católico me dice es que no es así. La fe en Dios es un don del mismo Dios que la persona puede recibir si la acepta libremente. Es cierto que hay personas que piensan negativamente de sí mismos, de los demás, de Dios o de la realidad, sin que todo esto tenga que darse en conjunto necesariamente. Igualmente, hay otras personas que suelen ser más positivas, sin que esto implique que en todo les vaya bien en su vida. Y creo que, hablando de modo realista, en la mayoría de las personas se da una mezcla de lo uno o lo otro; pero esto no tiene una relevancia decisiva a la hora de valorar el papel de la espiritualidad.

Nos complicaríamos mucho si indagáramos la relación entre mente y espiritualidad y creo que no es aquí donde radica la cuestión fundamental a discernir. Supongo que un temperamento en donde el sentido del deber sea más destacado, podría favorecer la espiritualidad de la persona, pero tampoco esto es absoluto, porque todo depende de la historia personal y los acontecimientos que la rodean. No creo que la ciencia llegue algún día a establecer definitivamente el nexo entre la mente ( el pensamiento consciente ) y el espíritu, porque ambos son dimensiones que se nos van entre las manos por más que querramos apresarlas.

Tengo un buen tiempo de pertenecer a un Ministerio de Evangelización en mi comunidad ( Alajuela, Costa Rica ) y en él he descubierto aspectos de mi persona que creo que no hubiera adquirido de otro modo. He sentido que mi autoestima ha mejorado notoriamente, a la vez que me comporto más comprensivo hacia los demás. Soy más compasivo hacia los sufrimientos del prójimo y he asumido posiciones sólidas en determinados campos de la justicia social. He mejorado mi salud física ya que al asumir responsabilidad por mi cuidado personal, me he dedicado a hacer ejercicio en un parque, lo cual, me ha traído mayor bienestar. He aprendido de mis errores y he superado muchas situaciones adversas, como la muerte de tres familiares con una valentía y un coraje que antes hubieran sido impensables para mí. He disfrutado de los momentos sencillos de la vida y valoro más las relaciones con las personas. He aprendido a cocinar y a hacer otras cosas que antes no podía hacer ni siquiera concebir. He pasado por etapas en las que he disfrutado del gozo y la alegría y he sentido que Dios no es un ser impersonal o una abstracción, sino un ser amoroso que, a pesar de las contrariedades me ama con un amor eterno e infinito y que, por caminos que no conozco, me llevará si le soy fiel a la santidad.
Todo esto, se ha dado dentro de la realidad en que vivo, no de un modo descarnado, sino contando con mis propias luces y sombras, con mis errores y las adversidades de cualquier otra persona. No me siento un bicho raro. Antes era muy serio y poco simpático, y ahora doy bromas y comparto sanamente con mis amigos y amigas que son muchos. Al aprender cómo relacionarme con los demás, aprendí que la risa es un remedio muy bueno y que mi misión es ser feliz y hacer felices a los demás.
De modo que diría para finalizar dos cosas: primero que la fe en Dios es algo que se recibe, no algo que el ser humano crea y segundo, que la espiritualidad es lo más real y accesible que existe porque no reniega de lo concreto de este mundo, que es con lo que uno cuenta cada día.

10.Publicado por Ana el 02/07/2009 10:09
Totalmente respetable el comentario anterior y creo entenderlo porque yo me eduqué en el catolicismo aunque no comprendía muchas cosas, hasta que en la búsqueda de la verdad me he encontrado conmigo misma, decidiendo por mí misma. Por supuesto no podemos olvidar que todos los ríos desembocan en el mar y que todos los hijos llegaremos al Padre por uno u otro camino, realmente la intención es lo que de verdad cuenta y la intención con la intención, que no son palabras, no podemos engañar a nadie ni mucho menos a Dios.

Yo también aprendí esa definición de fe que ahora no comparto, porque si yo no utilizo la mente para discerir y discriminar me puedo creer cualquier cosa y entonces no estaré usando los talentos que me fueron dados y dice el evangelio que no se nos dieron para eterrarlos, sino para multiplicarlos y para eso tenemos que desarrollarnos, con todos los posibles errores, pero arrastraremos nuestros errores, no los de otros, y como nuestra misión es buscar la verdad, con los talentos en funcionamiento seguiremos buscando y el que busca halla.

Se dice que el conocimiento es la antelasa de la sabiduría, porque el conocimiento llevado al servicio nos puede proporcionar el regalo de la sabiduría. Es lo del ciento por uno, pero el "uno" tenemos que darlo nosotros.

Personas con buena voluntad hay en todos sitios, afortunadamente, pero sería hora de que descubriéramos por nosotros mismos y echáramos mano de tantos libros de SABIDURÍA que pueden hacernos pensar y no creernos que estamos en posesión de la verdad absoluta; todos tenemos un trocito de verdad, y si nos escuchamos con respeto veremos que cualquiera puede enseñarnos, porque ese cualquiera también es un hijo de Dios que igual ha puesto sus talentos en actividad.

Atentamente.

11.Publicado por Narke el 29/10/2009 19:28
"Las personas implicadas en actividades religiosas, tienden a enfrentarse mejor con sus problemas emocionales, a tener menos adicciones y a disfrutar de un estado de salud general mejor. Incluso, puede que estas personas vivan más tiempo de media que los ateos. Asimismo, añade, muchos estudios han demostrado que los individuos religiosos y espirituales encuentran más sentido en sus vidas."
iNTERESANTE artículo, yo creo que lo que acabo de citar explica en parte muchas de las cosas que la gente dice agradecer a Dios, yo creo más bien que deberían agradecerselo a la religión o a la espititualidad o a la creencia en sí misma, sin embargo, no es condición necesaria para que sea así, es sólo una manera de conseguir esos efectos positivos, yo puedo hacer ejercicio y ser una persona muy positiva para así tener los efectos de las creencias religiosas. Lo importante aquí es que ayuda a hacerlo, cada quien usa sus maneras.
Por otro lado, creo que los individuos religiosos no es que encuentren más sentido a sus vidas, sino que las misma religión o creencia se los da, el sistema religioso le ofrece al feligrés un sentido, y este lo adopta como propio, es eso...

12.Publicado por Miguel el 29/10/2009 19:45
Carlos Luis, sólo quisiera hacer un pequeño comentario a lo que dijiste, es genial (sinceramente lo creo) tu mejoramiento de tu calidad de vida y el aumento de tu bienestar, pero hay gente que obtiene ese mismo bienestar saliendose de las religiones, o ni siquiera entrando en ellas. Sin ánimo de criticar, quisiera decir que esos logros en tu vida pueden deberse a lo que la creencia en Dios te ha ofrecido, mas que Dios mismo. Siguiendo tu posición, Dios es un ser que no nos hace las cosas, Dios nos ofrece herramientas e instrumentos. El no nos da felicidad, el nos da elementos para que nosotros mismos construyamos eso.

13.Publicado por Ana el 30/10/2009 21:42
Pienso que cada vez estamos más capacitados para hablar con más amplitud de determinados temas y es que para eso solo hace falta aparcar los fanatismos y aparcarlos de verdad, sabiendo que "la verdad absoluta" no la tenemos nadie, ni el ateo, ni el agnóstico, ni el religioso, todos podemos tener ese trocito de verdad, En cualquiera de los casos y si queremos llegar a LA VERDAD, profundizar en el mundo espiritual sería importante. El ser espiritual no tiene por qué pertenecer a ninguna religión, ya que prácticamente todas tienen dogmas, lo que es igual a decir "ésto hay que creerlo porque sí, porque lo dice tal iglesia". Ésto es lo que siempre se ha llamado "FE", o creer sin ver. El ser espiritual no tiene por qué creer sin ver, al contrario, debe creer con fundamentos, para lo cual tiene que usar su inteligencia y de esta manera no se creerá lo que le diga cualquiera, sino lo que él por sí mismo, a través del estudio, de la meditación y del servicio vaya descubriendo. Con todo ésto iremos encontrando el sentido de la vida y sin lugar a dudas la fe nunca podrá ser una droga, sino que tendremos fe porque habremos sido capaces de llegar a LA VERDAD, con nuestro propio esfuerzo y con la explotación de nuestros talentos, y como consecuencia cuando creamos en algo será plenamente, porque esa creencia la hemos hecho nuestra, sin influencias ni órdenes de nadie, solo nuestras propias órdenes.
Todo ésto es posible.
Saludos.

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