El profesor Eric Roberts. Foto: Josh Barnes.
La Computing Research Association ha descubierto que el número de master y doctores en informática ha descendido espectacularmente desde hace dos años en Estados Unidos, mientras que el interés por la informática como disciplina principal en el bachillerato ha caído un 70% entre el año 2000 y el 2005, y que continúa en descenso.
La última encuesta del Higher Education Research Institute desvela asimismo que el 18,2% de los estudiantes proyectan escoger una disciplina relacionada con la gestión de empresas, el 9,7% una carrera de derecho y el 13,3% una disciplina médica, mientras que las carreras vinculadas a la informática (incluida la electrónica) sólo atraen al 0,5% de los estudiantes, sólo el 1,8% se interesa por las ciencias físicas (en sentido amplio) y un 0,8% por las matemáticas.
La industria informática de los Estados Unidos se enfrenta así a un problema sin precedentes, según el profesor de UCLA Eric Roberts, que trabaja en un panel titulado “New approaches to the development of the U.S. computing work force”. La creencia de que el mercado laboral está saturado y de que se está derivando parte de la producción a terceros países, hace esta carrera poco atractiva, añade.
“En la actualidad hay más trabajo para los informáticos que durante el boom de las punto.com. Sin embargo, estamos formando a menos alumnos que los puestos vacantes”, asegura Eric Roberts en un comunicado hecho público por la universidad de Standford con motivo de la reunión anual de la American Association for the Advancement Science.
Este problema no sólo tiene una gran repercusión en la industria informática. También puede interferir en avances en otros campos científicos que están cada vez más imbricados con la informática.
Pocas matrículas
“La informática es donde están ocurriendo todos los avances. Los algoritmos informáticos que modelan los movimientos del brazo de un robot, por ejemplo, pueden también ayudar a determinar si una molécula de un medicamento determinado puede dirigirse hacia una proteína humana de tal manera que pueda bloquear el desarrollo de cierta enfermedad”, afirma Roberts.
A pesar del gran numero de puestos de trabajo ofertados, las matriculaciones en las facultades de informática han caído a menos de la mitad de las que había en el año 2000, según un estudio publicado por el Higher Education Research Institute de la universidad de California-Los Angeles en 2005.
Esta falta de interés tiene mucho que ver con la idea de que el mercado está saturado de informáticos después de la caída de las punto.com. Esto coincide, además, con la visión difundida por los medios de comunicación de que la industria informática norteamericana está decayendo debido a que parte de la producción se está derivando a China e India.
Efectos reales
El miedo infundado está teniendo efectos reales en la industria informática. Esa baja cantidad de estudiantes de informática hace que las empresas estén hambrientas de encontrar talentos en el extranjero. “El talento dirige la industria. Si la industria encuentra un talento, puede convertirlo en dólares”, asegura Roberts.
La inadecuada educación en informática en los institutos es otro factor que repercute en la situación desesperada que viven las facultades de informática norteamericanas. Además, los estudiantes que terminan, animados por los altos salarios ofrecidos en la empresa privada, hace que elijan esa opción antes que la de hacerse profesores y seguir investigando.
“Es muy difícil “crear” nuevos informáticos si no hay profesores”, se lamenta Roberts. Las universidades están luchando para atraer nuevos profesores. En los años 80 había un aspirante para siete plazas de profesor. Es cierto que ahora hay más aspirantes que plazas, pero en una ratio de dos a uno, muy lejos de los cientos de aspirantes para cada plaza que se dan en los departamentos de humanidades”.
El Gobierno norteamericano ha propuesto un plan para resolver este déficit de informáticos que afecta al mercado, destacando lo ilógico de la situación y llamando al sentido común porque las facultades de informática se han convertido en el eje de la gran revolución tecnológica que está cambiando a nuestra sociedad y son las que objetivamente están llamadas a formar al mayor número de alumnos.
La última encuesta del Higher Education Research Institute desvela asimismo que el 18,2% de los estudiantes proyectan escoger una disciplina relacionada con la gestión de empresas, el 9,7% una carrera de derecho y el 13,3% una disciplina médica, mientras que las carreras vinculadas a la informática (incluida la electrónica) sólo atraen al 0,5% de los estudiantes, sólo el 1,8% se interesa por las ciencias físicas (en sentido amplio) y un 0,8% por las matemáticas.
La industria informática de los Estados Unidos se enfrenta así a un problema sin precedentes, según el profesor de UCLA Eric Roberts, que trabaja en un panel titulado “New approaches to the development of the U.S. computing work force”. La creencia de que el mercado laboral está saturado y de que se está derivando parte de la producción a terceros países, hace esta carrera poco atractiva, añade.
“En la actualidad hay más trabajo para los informáticos que durante el boom de las punto.com. Sin embargo, estamos formando a menos alumnos que los puestos vacantes”, asegura Eric Roberts en un comunicado hecho público por la universidad de Standford con motivo de la reunión anual de la American Association for the Advancement Science.
Este problema no sólo tiene una gran repercusión en la industria informática. También puede interferir en avances en otros campos científicos que están cada vez más imbricados con la informática.
Pocas matrículas
“La informática es donde están ocurriendo todos los avances. Los algoritmos informáticos que modelan los movimientos del brazo de un robot, por ejemplo, pueden también ayudar a determinar si una molécula de un medicamento determinado puede dirigirse hacia una proteína humana de tal manera que pueda bloquear el desarrollo de cierta enfermedad”, afirma Roberts.
A pesar del gran numero de puestos de trabajo ofertados, las matriculaciones en las facultades de informática han caído a menos de la mitad de las que había en el año 2000, según un estudio publicado por el Higher Education Research Institute de la universidad de California-Los Angeles en 2005.
Esta falta de interés tiene mucho que ver con la idea de que el mercado está saturado de informáticos después de la caída de las punto.com. Esto coincide, además, con la visión difundida por los medios de comunicación de que la industria informática norteamericana está decayendo debido a que parte de la producción se está derivando a China e India.
Efectos reales
El miedo infundado está teniendo efectos reales en la industria informática. Esa baja cantidad de estudiantes de informática hace que las empresas estén hambrientas de encontrar talentos en el extranjero. “El talento dirige la industria. Si la industria encuentra un talento, puede convertirlo en dólares”, asegura Roberts.
La inadecuada educación en informática en los institutos es otro factor que repercute en la situación desesperada que viven las facultades de informática norteamericanas. Además, los estudiantes que terminan, animados por los altos salarios ofrecidos en la empresa privada, hace que elijan esa opción antes que la de hacerse profesores y seguir investigando.
“Es muy difícil “crear” nuevos informáticos si no hay profesores”, se lamenta Roberts. Las universidades están luchando para atraer nuevos profesores. En los años 80 había un aspirante para siete plazas de profesor. Es cierto que ahora hay más aspirantes que plazas, pero en una ratio de dos a uno, muy lejos de los cientos de aspirantes para cada plaza que se dan en los departamentos de humanidades”.
El Gobierno norteamericano ha propuesto un plan para resolver este déficit de informáticos que afecta al mercado, destacando lo ilógico de la situación y llamando al sentido común porque las facultades de informática se han convertido en el eje de la gran revolución tecnológica que está cambiando a nuestra sociedad y son las que objetivamente están llamadas a formar al mayor número de alumnos.