Las empresas y el Estado, casi empatadas en inversión en investigación

La partida destinada a financiar las actividades de I+D+i en los Presupuestos Generales del Estado, conocida como Política de Gasto 46 (PG46), asciende a 6.425 millones de euros en 2016, un 0,3% más que en el año anterior. El programa de gasto que recibe mayor financiación pública es el de investigación y desarrollo tecnológico industrial (32,9%), seguido de fomento y coordinación de la investigación científica y técnica (25,1%).

Estos son algunos de los datos recogidos en la edición 2016 del libro Indicadores del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación, publicado por el Observatorio Español de I+D+i (Icono), que gestiona la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), institución dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad, que se hace eco de él en una nota de prensa.

El libro también recoge los indicadores que se refieren a los gastos internos en I+D, es decir todas las cantidades destinadas a actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico realizadas dentro de la unidad o centro investigador cualquiera que sea el origen de los fondos. En 2014 (los datos más recientes disponibles hasta la fecha) el gasto en I+D supuso 12.820,8 millones de euros y representó un 1,23% del PIB.

En España, el 46,4% de la inversión en investigación lo realizan las empresas, y el 45,5% la administración pública. La financiación procedente de fuera del país representa el 7,4% del gasto total y las instituciones privadas sin ánimo de lucro, el 0,7%.

En lo que se refiere al capital humano, la publicación muestra el dato del personal empleado directa o indirectamente en actividades de I+D (personal investigador, técnico y auxiliar) en equivalencia a jornada completa (EJC), que ascendía a 200.233 personas en 2014 (122.235 de ellas empleadas directamente). Madrid, Cataluña y Andalucía suman más del 50% del personal total empleado en I+D, con un 23,2%, 21,9% y 11,8%, respectivamente.

Los principales indicadores en materia de innovación tecnológica señalan que, en 2014, el número de empresas con innovación tecnológica era de 18.511 y los gastos dedicados a las actividades de innovación, 12.959,8 millones de euros. Asimismo, las empresas innovadoras que realizaban actividades de I+D eran 7.628, representando así el 5,5% del total del tejido industrial.

Esta publicación incluye, además, la inversión realizada en I+D por las empresas de los sectores de alta tecnología, que ascendía a 4.506 millones de euros durante 2014. En ese mismo año, los gastos internos totales en actividades de I+D en biotecnología fueron de 1.450,4 millones de euros.

También se recogen los resultados en producción científica en España en 2014, que nos llevan a ocupar la décima posición del ranking mundial con 77.013 documentos (artículos científicos, revisiones anuales y actas de congreso). Las áreas en las que más ha producido nuestro país en el decenio 2005-2014 son Medicina, Ingeniería y Física y Astronomía. Si atendemos a la tasa de excelencia, las primeras áreas son Energía, Veterinaria e Ingeniería Química. En ese mismo periodo de tiempo, los países con los que más colaboró España en producción científica son Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia.

Igualmente, el libro ofrece información del total de patentes solicitadas por residentes en nuestro país en 2015 y las concesiones de las mismas, que suman 2.760 y 2.274, respectivamente. A su vez, el total de las concesiones de patentes europeas de origen español en la Oficina Europea de Patentes (OEP) es de 522.

Programas de la UE

Por último, se aportan datos sobre la participación española en los programas internacionales de I+D. La contribución española al presupuesto de la UE en el segundo año del VIII Programa Marco 2014-2020 fue de un 8,1% y el retorno alcanzado (presupuesto adjudicado en convocatorias competitivas) del 9,8%.

Las empresas (44,5%) y las universidades (15,8%) son las instituciones que consiguen mayor financiación y las comunidades autónomas de Cataluña, Madrid y País Vasco son las que acumulan mayor parte del retorno, con un 25,7%, 24% y 21,7%, respectivamente.

Los datos estadísticos proceden de organismos oficiales nacionales como el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), el Ministerio de Economía y Competitividad, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), e internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Oficina de Estadística Europea (Eurostat), y la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana (RICYT).

Cambio climático

España se unió la semana pasada a dos nuevos foros científicos internacionales relacionados con el cambio climático y los océanos. Ministros y responsables de política científica de 25 gobiernos, y la UE, firmaron en la Casa Blanca de EE.UU. una Declaración Conjunta que incide en la colaboración científica sobre el Ártico ante el desafío del cambio climático. La presidenta del Comité Polar y directora de la Agencia Estatal de Investigación, Marina Villegas, representó a España en este encuentro.

La directora de la Agencia defendió la pesca sostenible y la creación de áreas marinas protegidas. España y el resto de países reunidos en Washington D.C. acordaron cooperar en cuatro ejes básicos: identificación de los retos científicos en el Ártico; distribución, integración y fortalecimiento de las investigaciones científicas; dar respuesta a los problemas de las poblaciones indígenas de la zona; y la potenciación de la educación STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics) para la participación ciudadana.

Asimismo, la Comisión Europea puso en marcha el Consorcio Europeo de Infraestructura de Investigación (ERIC) del Observatorio Multidisciplinar Europeo del Fondo Marino y Columna de Agua (EMSO, por sus siglas en inglés). Además de España, participan Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Rumania.

EMSO constituye una red de observatorios oceánicos que proporcionarán información sobre corrientes marinas, columnas de agua, lecho y subsuelo marino que transmitirán datos en tiempo real, lo que proporcionará valiosa información sobre el cambio climático.

La red se extiende en un amplio rango geográfico incluyendo el Ártico, Mar Negro, Océano Atlántico y el Mediterráneo. Esta cobertura geográfica permitirá coordinar las investigaciones, integrando tecnología y protocolos de gestión sistemática que impulsarán el liderazgo científico europeo en el ámbito de la observación marina y oceánica.