La economía europea podría beneficiarse de 1.300 millardos de euros en los próximos veinte años si se desarrollasen servicios pan-europeos de comunicaciones electrónicas, según un estudio llevado a cabo por Indepen Consulting.
El estudio ha puesto de manifiesto asimismo que el marco regulatorio de las telecomunicaciones en la UE está poniendo trabas al desarrollo de la productividad y de la competitividad derivadas de las inversiones en TIC. Según sus autores, esta situación bloquea la provisión de servicios de comunicación a las empresas europeas.
El próximo 14 de abril habrá una reunión informal del Consejo de la Competencia de la UE. Tres empresas e instituciones representativas en las telecomunicaciones europeas, BT, el INTUG y el EVUA, han querido dar un toque de atención a los políticos antes de esa fecha con la publicación de este informe, que abunda en lo que el sector pide insistentemente: eliminar las barreras regulatorias que dificultan el acceso a los servicios de comunicación en igualdad de condiciones (sobre todo para las empresas), con independencia de dónde se contraten o se presten dichos servicios.
Más PIB
Bastaría con implementar algunas medidas regulatorias para paliar esta situación. Estas medidas, a juicio del estudio, tendrían repercusiones en el Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión, aumentándolo entre un 1,6% y un 2%, o lo que es lo mismo, la riqueza de cada ciudadano europeo crecería entre 430 y 510 euros al año.
“Los usuarios de las empresas no pueden acceder a un contrato de servicios de comunicaciones fijas o móviles con niveles de servicio similares en todos los Estados miembros. En lugar de eso, las empresas tienen que enfrentarse a un mosaico sin consistencia”, dice Nick White, vicepresidente del International Telecommunications Users Group (INTUG), en un comunicado de Indepen Consulting. “Esto dificulta un uso amplio de las TI para mejorar la gestión de la logística y reorganizar los procesos empresariales”
Según se desprende del estudio, la inversión en equipos informáticos no mejora la productividad si éstos no se conectan entre sí de una manera eficiente. En consecuencia, son necesarios servicios de comunicaciones con niveles de calidad, seguridad y fiabilidad garantizados, sin importar dónde se contraten o desde dónde se presten. Si la provisión de esos servicios permanece fragmentada, los usuarios empresariales no podrán aprovechar las ventajas de un mercado común.
Un cambio político
“El estudio muestra claramente que los políticos necesitan un cambio de perspectiva”, comenta Luis Alvarez, presidente de BT para EMEA y América Latina. “Los servios de banda ancha competitiva para consumidores privados son una pieza importante para construir una economía del conocimiento en Europa. Sin embargo, una revisión del marco de las telecomunicaciones en la UE debería prestar igual atención a las diferentes necesidades de los clientes empresariales, que suponen cerca de un 35% del PIB de la UE”.
Los autores del estudio concluyen que el acceso en todas partes y a todo el mundo, unido a otras medidas complementarias generarían beneficios complementarios de entre 1,1 y 1,3 millardos de euros.
El informe hace una proyección para los próximos veinte años y usa tres modelos diferentes para cuantificar los beneficios potenciales de un acceso generalizado a la red en unas condiciones de competencia igualitaria.
En primer lugar, hace una estimación de los beneficios potenciales de abrir más el mercado de las telecomunicaciones y las correspondientes ganancias de su comercio. Asimismo, cuantifica los beneficios del incremento de los niveles de productividad derivados de la conexión a las redes de comunicaciones. Finalmente, el estudio calcula las consecuencias que ese acceso generalizado tendría en la manera en que los negocios organizan sus procesos y sacan sus productos al mercado.
El estudio ha puesto de manifiesto asimismo que el marco regulatorio de las telecomunicaciones en la UE está poniendo trabas al desarrollo de la productividad y de la competitividad derivadas de las inversiones en TIC. Según sus autores, esta situación bloquea la provisión de servicios de comunicación a las empresas europeas.
El próximo 14 de abril habrá una reunión informal del Consejo de la Competencia de la UE. Tres empresas e instituciones representativas en las telecomunicaciones europeas, BT, el INTUG y el EVUA, han querido dar un toque de atención a los políticos antes de esa fecha con la publicación de este informe, que abunda en lo que el sector pide insistentemente: eliminar las barreras regulatorias que dificultan el acceso a los servicios de comunicación en igualdad de condiciones (sobre todo para las empresas), con independencia de dónde se contraten o se presten dichos servicios.
Más PIB
Bastaría con implementar algunas medidas regulatorias para paliar esta situación. Estas medidas, a juicio del estudio, tendrían repercusiones en el Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión, aumentándolo entre un 1,6% y un 2%, o lo que es lo mismo, la riqueza de cada ciudadano europeo crecería entre 430 y 510 euros al año.
“Los usuarios de las empresas no pueden acceder a un contrato de servicios de comunicaciones fijas o móviles con niveles de servicio similares en todos los Estados miembros. En lugar de eso, las empresas tienen que enfrentarse a un mosaico sin consistencia”, dice Nick White, vicepresidente del International Telecommunications Users Group (INTUG), en un comunicado de Indepen Consulting. “Esto dificulta un uso amplio de las TI para mejorar la gestión de la logística y reorganizar los procesos empresariales”
Según se desprende del estudio, la inversión en equipos informáticos no mejora la productividad si éstos no se conectan entre sí de una manera eficiente. En consecuencia, son necesarios servicios de comunicaciones con niveles de calidad, seguridad y fiabilidad garantizados, sin importar dónde se contraten o desde dónde se presten. Si la provisión de esos servicios permanece fragmentada, los usuarios empresariales no podrán aprovechar las ventajas de un mercado común.
Un cambio político
“El estudio muestra claramente que los políticos necesitan un cambio de perspectiva”, comenta Luis Alvarez, presidente de BT para EMEA y América Latina. “Los servios de banda ancha competitiva para consumidores privados son una pieza importante para construir una economía del conocimiento en Europa. Sin embargo, una revisión del marco de las telecomunicaciones en la UE debería prestar igual atención a las diferentes necesidades de los clientes empresariales, que suponen cerca de un 35% del PIB de la UE”.
Los autores del estudio concluyen que el acceso en todas partes y a todo el mundo, unido a otras medidas complementarias generarían beneficios complementarios de entre 1,1 y 1,3 millardos de euros.
El informe hace una proyección para los próximos veinte años y usa tres modelos diferentes para cuantificar los beneficios potenciales de un acceso generalizado a la red en unas condiciones de competencia igualitaria.
En primer lugar, hace una estimación de los beneficios potenciales de abrir más el mercado de las telecomunicaciones y las correspondientes ganancias de su comercio. Asimismo, cuantifica los beneficios del incremento de los niveles de productividad derivados de la conexión a las redes de comunicaciones. Finalmente, el estudio calcula las consecuencias que ese acceso generalizado tendría en la manera en que los negocios organizan sus procesos y sacan sus productos al mercado.