Fuente: Proyecto Sc@ut. Grupo GEDES (UGR)
Con los avances tecnológicos se genera bienestar, o al menos eso se intenta. Con esta máxima trabaja el grupo de investigación en especificación, desarrollo y evolución de software (GEDES) de la Universidad de Granada (UGR), que ha diseñado un sistema de comunicación que facilitará a personas con problemas de comunicación relacionarse con su entorno y desenvolverse mediante el lenguaje empleando para ellos las tecnologías de la información y la comunicación.
Sus creadores lo han bautizado como Sc@ut y se puede acceder a él desde diferentes soportes. “Desde un ordenador, una PDA, un teléfono móvil o una videoconsola. Eso ya depende de lo que tenga la persona que lo va a utilizar”, detalla María José Rodríguez Fórtiz, directora del proyecto Sc@ut y responsable del grupo GEDES.
Las plantillas están formadas por imágenes que al ser pulsadas emiten un sonido, una palabra o una frase completa. Pero no sólo se compone de imágenes estáticas sino que también incluye animaciones y plantillas enlazadas entre sí.
“De esta forma, pueden construirse frases de distinta complejidad o ir detallando cada vez más lo que la persona quiere manifestar”, comenta Rodríguez. “El usuario puede pedir objetos, pedir la realización de acciones, expresar sus deseos, opiniones, sentimientos, etc. Todo ello queda reflejado en las plantillas y las personas que le rodean pueden verlas y escuchar los sonidos. Así comprenderán qué es lo que está intentado expresar la persona que usa el sistema”.
Sus creadores lo han bautizado como Sc@ut y se puede acceder a él desde diferentes soportes. “Desde un ordenador, una PDA, un teléfono móvil o una videoconsola. Eso ya depende de lo que tenga la persona que lo va a utilizar”, detalla María José Rodríguez Fórtiz, directora del proyecto Sc@ut y responsable del grupo GEDES.
Las plantillas están formadas por imágenes que al ser pulsadas emiten un sonido, una palabra o una frase completa. Pero no sólo se compone de imágenes estáticas sino que también incluye animaciones y plantillas enlazadas entre sí.
“De esta forma, pueden construirse frases de distinta complejidad o ir detallando cada vez más lo que la persona quiere manifestar”, comenta Rodríguez. “El usuario puede pedir objetos, pedir la realización de acciones, expresar sus deseos, opiniones, sentimientos, etc. Todo ello queda reflejado en las plantillas y las personas que le rodean pueden verlas y escuchar los sonidos. Así comprenderán qué es lo que está intentado expresar la persona que usa el sistema”.
Fuente: plataforma Picaa (proyecto Sc@ut)
Destinatarios de Sc@ut
Este software está ideado para cubrir las necesidades comunicativas de colectivos muy diversos: personas con limitaciones cognitivas o motoras, personas que padecen autismo, que han sufrido una parálisis cerebral, o población infantil con disfasia, también llamado trastorno específico del desarrollo del lenguaje (TEDL).
Según la responsable de este instrumento comunicativo, “se han incorporado diferentes modos de interacción como tocar con el dedo en la pantalla o usar un pulsador para seleccionar lo que hay resaltado en cada momento. También se ofrece la posibilidad de hacer un barrido automático de imágenes que pueden ser seleccionadas, presentándolas de una en una”.
El principal objetivo de este tipo de herramientas educativas es comunicarse con las personas de su entorno y así poder integrarse mejor socialmente. Por ello, este software se puede usar en el entorno familiar como en el ámbito educativo.
Plataforma Picaa
Precisamente en el ámbito de la educación, las herramientas tics están adquiriendo un protagonismo cada vez mayor. Pizarras táctiles, cuadernos electrónicos… En este sentido, Álvaro Fernández, uno de los investigadores del proyecto Sc@ut, ha diseñado Picaa, una plataforma de aprendizaje para iPod Touch e iPhone, y “pendientes aún de la autorización para descargarlo de Apple Store de forma gratuita”, anuncia Rodríguez.
Las principales aportaciones de este programa son, en palabras de sus creadores, “la adaptación de la interfaz de usuario según sus necesidades y capacidades, permitiéndole una enseñanza individualizada y al mismo tiempo participando en la realización de actividades en grupo”.
Además, el programa permite al profesor crear varios tipos de ejercicios didácticos, como puzzles, asociación de elementos o exploración de componentes multimedia, y personalizarlos para adaptarlos a las necesidades y habilidades de cada alumno. Asimismo, podrá también decidir el orden en el que se mostrarán, el tiempo de ejecución, el modo de interacción táctil del usuario, hasta la elección de los tipos y tamaños de las imágenes, seleccionar animaciones y sonidos diferentes grabados o elegidos, como se muestra en el vídeo.
Este software está ideado para cubrir las necesidades comunicativas de colectivos muy diversos: personas con limitaciones cognitivas o motoras, personas que padecen autismo, que han sufrido una parálisis cerebral, o población infantil con disfasia, también llamado trastorno específico del desarrollo del lenguaje (TEDL).
Según la responsable de este instrumento comunicativo, “se han incorporado diferentes modos de interacción como tocar con el dedo en la pantalla o usar un pulsador para seleccionar lo que hay resaltado en cada momento. También se ofrece la posibilidad de hacer un barrido automático de imágenes que pueden ser seleccionadas, presentándolas de una en una”.
El principal objetivo de este tipo de herramientas educativas es comunicarse con las personas de su entorno y así poder integrarse mejor socialmente. Por ello, este software se puede usar en el entorno familiar como en el ámbito educativo.
Plataforma Picaa
Precisamente en el ámbito de la educación, las herramientas tics están adquiriendo un protagonismo cada vez mayor. Pizarras táctiles, cuadernos electrónicos… En este sentido, Álvaro Fernández, uno de los investigadores del proyecto Sc@ut, ha diseñado Picaa, una plataforma de aprendizaje para iPod Touch e iPhone, y “pendientes aún de la autorización para descargarlo de Apple Store de forma gratuita”, anuncia Rodríguez.
Las principales aportaciones de este programa son, en palabras de sus creadores, “la adaptación de la interfaz de usuario según sus necesidades y capacidades, permitiéndole una enseñanza individualizada y al mismo tiempo participando en la realización de actividades en grupo”.
Además, el programa permite al profesor crear varios tipos de ejercicios didácticos, como puzzles, asociación de elementos o exploración de componentes multimedia, y personalizarlos para adaptarlos a las necesidades y habilidades de cada alumno. Asimismo, podrá también decidir el orden en el que se mostrarán, el tiempo de ejecución, el modo de interacción táctil del usuario, hasta la elección de los tipos y tamaños de las imágenes, seleccionar animaciones y sonidos diferentes grabados o elegidos, como se muestra en el vídeo.
Nuevos proyectos TICs
Tras cuatro años de experiencia en el diseño de dispositivos que permitan establecer algún tipo de comunicación bidireccional, ahora el grupo GEDES se ha lanzado a la creación de nuevos instrumentos cuya función sea facilitar la interacción con el entorno, permitiendo así a los usuarios realizar determinadas actividades por sí solos y otorgarles mayor autonomía.
Tal y como cuenta María José Rodríguez, “estamos inmersos ahora en conseguir que personas con diversidad funcional tengan control del entorno. El proyecto todavía es un prototipo con el que estamos experimentando”.
Hasta el momento, el dispositivo móvil en el que trabajan permite actuar sobre luces, motores de persianas o puertas. Lo hace a través de una señal que el dispositivo envía a sensores instalados en la vivienda. Un ejemplo más del servicio de la domótica al cuidado y mejora de las personas, en este caso, con movilidad reducida.
Tras cuatro años de experiencia en el diseño de dispositivos que permitan establecer algún tipo de comunicación bidireccional, ahora el grupo GEDES se ha lanzado a la creación de nuevos instrumentos cuya función sea facilitar la interacción con el entorno, permitiendo así a los usuarios realizar determinadas actividades por sí solos y otorgarles mayor autonomía.
Tal y como cuenta María José Rodríguez, “estamos inmersos ahora en conseguir que personas con diversidad funcional tengan control del entorno. El proyecto todavía es un prototipo con el que estamos experimentando”.
Hasta el momento, el dispositivo móvil en el que trabajan permite actuar sobre luces, motores de persianas o puertas. Lo hace a través de una señal que el dispositivo envía a sensores instalados en la vivienda. Un ejemplo más del servicio de la domótica al cuidado y mejora de las personas, en este caso, con movilidad reducida.