Un iPod touch. Imagen: MJ/TR. Fuente: Flickr.
Sólo el 15% de los adultos con trastornos del espectro autista (TEA) en los Estados Unidos tienen alguna forma de trabajo remunerado. Las dificultades relacionadas con la cognición, el comportamiento, la comunicación y el procesamiento sensorial pueden afectar a su capacidad de obtener y mantener un empleo.
Ahora, varios investigadores señalan que las aplicaciones para gestión de tareas y funciones organizativas de los asistentes digitales personales (PDA) pueden ayudar a las personas con TEA a funcionar con más éxito en el mundo laboral. Se han publicado casos de estudio en el Journal of Vocational Rehabilitation que muestran el uso de PDAs del tipo iPod touch (de Apple) como apoyo profesional, según la información recogida en EurekAlert.
"Claramente hacen falta estrategias para ayudar a las personas con TEA a encontrar un trabajo útil y llevar a cabo con éxito ese trabajo", señala el investigador principal, Tony Gentry, del Departamento de Terapia Ocupacional de la Commonwealth University de Virginia, en Richmond. "Los adultos con TEA suelen tener valiosos activos y fortalezas que son útiles en algunos trabajos, como la capacidad lógica y matemática, las habilidades excepcionales con el ordenador, o la memoria fotográfica".
Los casos de estudio se refieren a los participantes en una prueba aleatorizada de cuatro años, en la que se estudió el uso del iPod touch como ayuda en el lugar de trabajo. Cada persona recibió un puesto laboral y se le asignó un “entrenador de trabajo”. Un terapeuta ocupacional programó una PDA con un paquete individualizado de aplicaciones que incluyen recordatorios y listas de tareas, mensajes de vídeo, herramientas para auto-gestionar la conducta, y otros apoyos. El terapeuta ocupacional entrenó al participante y a su “entrenador” en el uso del dispositivo.
Uno de los participantes, Jeffrey, trabajó como conserje durante el día en un restaurante de comida rápida. Tenía dificultades para pasar de una tarea a otra, y no podía recordar los múltiples pasos involucrados con el manejo de los condimentos y la limpieza de los baños. Cuando se estresaba, desarrollaba "comportamientos calmantes", tales como tararear.
El terapeuta ocupacional fijó alarmas recordatorias en la PDA que para avisar a Jeffrey de pasar de una tarea a otra durante su turno. Se crearon listas de control para cada una de las tareas de Jeffrey de modo que estuviera seguro de completarlas correctamente. En una semana, ya respondía con éxito a las señales recordatorias y comprobaba sus notas de tareas. Un año más tarde, Jeffrey sigue utilizando su iPod en el trabajo, y está considerado como un empleado de confianza.
Ahora, varios investigadores señalan que las aplicaciones para gestión de tareas y funciones organizativas de los asistentes digitales personales (PDA) pueden ayudar a las personas con TEA a funcionar con más éxito en el mundo laboral. Se han publicado casos de estudio en el Journal of Vocational Rehabilitation que muestran el uso de PDAs del tipo iPod touch (de Apple) como apoyo profesional, según la información recogida en EurekAlert.
"Claramente hacen falta estrategias para ayudar a las personas con TEA a encontrar un trabajo útil y llevar a cabo con éxito ese trabajo", señala el investigador principal, Tony Gentry, del Departamento de Terapia Ocupacional de la Commonwealth University de Virginia, en Richmond. "Los adultos con TEA suelen tener valiosos activos y fortalezas que son útiles en algunos trabajos, como la capacidad lógica y matemática, las habilidades excepcionales con el ordenador, o la memoria fotográfica".
Los casos de estudio se refieren a los participantes en una prueba aleatorizada de cuatro años, en la que se estudió el uso del iPod touch como ayuda en el lugar de trabajo. Cada persona recibió un puesto laboral y se le asignó un “entrenador de trabajo”. Un terapeuta ocupacional programó una PDA con un paquete individualizado de aplicaciones que incluyen recordatorios y listas de tareas, mensajes de vídeo, herramientas para auto-gestionar la conducta, y otros apoyos. El terapeuta ocupacional entrenó al participante y a su “entrenador” en el uso del dispositivo.
Uno de los participantes, Jeffrey, trabajó como conserje durante el día en un restaurante de comida rápida. Tenía dificultades para pasar de una tarea a otra, y no podía recordar los múltiples pasos involucrados con el manejo de los condimentos y la limpieza de los baños. Cuando se estresaba, desarrollaba "comportamientos calmantes", tales como tararear.
El terapeuta ocupacional fijó alarmas recordatorias en la PDA que para avisar a Jeffrey de pasar de una tarea a otra durante su turno. Se crearon listas de control para cada una de las tareas de Jeffrey de modo que estuviera seguro de completarlas correctamente. En una semana, ya respondía con éxito a las señales recordatorias y comprobaba sus notas de tareas. Un año más tarde, Jeffrey sigue utilizando su iPod en el trabajo, y está considerado como un empleado de confianza.
Cuando el autobús no llega a su hora
Para Grace, una mujer de 60 años de edad con un diagnóstico de autismo, parálisis cerebral leve, y epilepsia, la PDA le ayuda a gestionar su viaje en un autobús de transporte especial. Si el autobús llegaba tarde, Grace se preocupaba creyendo haberlo perdido, y con frecuencia dejaba el bolso en un banco del parque y se adentraba en la concurrida calle para ver si venía.
Ahora, los recordatorios de su PDA la alertan para ir a la parada de autobús y llamar a la compañía de transporte si el autobús llega tarde. Podcasts de algunos de sus programas de radio y música favoritos le ayudan a aliviar su ansiedad mientras espera el autobús. Un vídeo hecho a medida muestra a Grace cómo esperar el autobús con seguridad, y los pasos a seguir si el autobús no llega. El aparato también le ayuda a pasar de una tarea a otra y gestionar sus tareas en el trabajo. Después de seis meses, su gerente cuenta que Grace trabaja de forma independiente y hábil.
Una tercera participante, Lily, tiene síndrome de Down y TEA. Trabaja de limpiadora en la unidad de maternidad de un hospital. Lily no es capaz de leer, decir la hora, o moverse por un calendario de forma independiente. Se frustra cuando le corrigen o cuando se enfrenta a cambios imprevistos en la jornada laboral, a los que responde con comportamientos inapropiados tales como el llanto o pisotear el suelo. Dado que Lily no sabe a leer, una aplicación llamada VoCal le da alertas habladas para recordarle ir a trabajar a la hora, cambiar de tarea, tomar descansos, terminar de trabajar, y recargar la PDA.
Indicaciones verbales o a través de imágenes
La aplicación StoryKit utiliza indicaciones verbales e imágenes para mostrar a Lily cómo completar las tareas y para recordarle el comportamiento adecuado a seguir cuando se enfrenta con hechos inusuales en el lugar de trabajo. Si Lily completa un día de trabajo sin un arrebato inapropiado recibe una recompensa, como tiempo libre para jugar, o canciones en su iPod.
El aparato le hizo mejorar en el trabajo y redujo los problemas de comportamiento de Lily. Sin embargo, un mes después perdió el dispositivo e involucionó rápidamente. Una vez que recibió un nuevo aparato, se recuperó rápidamente.
Gentry señala que hay una amplia gama de variables en las características personales, entornos de trabajo y tareas que hacen que sea difícil hacer generalizaciones a partir de estos tres casos. Sin embargo, sí demuestran la versatilidad de las PDAs como apoyos para las personas con TEA.
"Este es un momento emocionante para cualquier persona en los campos de la educación, la rehabilitación física y el apoyo profesional, donde estamos viendo una muy esperada fusión de los productos de consumo con las tecnologías de asistencia", afirma. "La investigación basada en entornos del mundo real es esencial para ayudar a determinar la mejor manera de utilizar estas herramientas y ayudar a la gente a vivir una vida más gratificante", afirma el investigador.
Para Grace, una mujer de 60 años de edad con un diagnóstico de autismo, parálisis cerebral leve, y epilepsia, la PDA le ayuda a gestionar su viaje en un autobús de transporte especial. Si el autobús llegaba tarde, Grace se preocupaba creyendo haberlo perdido, y con frecuencia dejaba el bolso en un banco del parque y se adentraba en la concurrida calle para ver si venía.
Ahora, los recordatorios de su PDA la alertan para ir a la parada de autobús y llamar a la compañía de transporte si el autobús llega tarde. Podcasts de algunos de sus programas de radio y música favoritos le ayudan a aliviar su ansiedad mientras espera el autobús. Un vídeo hecho a medida muestra a Grace cómo esperar el autobús con seguridad, y los pasos a seguir si el autobús no llega. El aparato también le ayuda a pasar de una tarea a otra y gestionar sus tareas en el trabajo. Después de seis meses, su gerente cuenta que Grace trabaja de forma independiente y hábil.
Una tercera participante, Lily, tiene síndrome de Down y TEA. Trabaja de limpiadora en la unidad de maternidad de un hospital. Lily no es capaz de leer, decir la hora, o moverse por un calendario de forma independiente. Se frustra cuando le corrigen o cuando se enfrenta a cambios imprevistos en la jornada laboral, a los que responde con comportamientos inapropiados tales como el llanto o pisotear el suelo. Dado que Lily no sabe a leer, una aplicación llamada VoCal le da alertas habladas para recordarle ir a trabajar a la hora, cambiar de tarea, tomar descansos, terminar de trabajar, y recargar la PDA.
Indicaciones verbales o a través de imágenes
La aplicación StoryKit utiliza indicaciones verbales e imágenes para mostrar a Lily cómo completar las tareas y para recordarle el comportamiento adecuado a seguir cuando se enfrenta con hechos inusuales en el lugar de trabajo. Si Lily completa un día de trabajo sin un arrebato inapropiado recibe una recompensa, como tiempo libre para jugar, o canciones en su iPod.
El aparato le hizo mejorar en el trabajo y redujo los problemas de comportamiento de Lily. Sin embargo, un mes después perdió el dispositivo e involucionó rápidamente. Una vez que recibió un nuevo aparato, se recuperó rápidamente.
Gentry señala que hay una amplia gama de variables en las características personales, entornos de trabajo y tareas que hacen que sea difícil hacer generalizaciones a partir de estos tres casos. Sin embargo, sí demuestran la versatilidad de las PDAs como apoyos para las personas con TEA.
"Este es un momento emocionante para cualquier persona en los campos de la educación, la rehabilitación física y el apoyo profesional, donde estamos viendo una muy esperada fusión de los productos de consumo con las tecnologías de asistencia", afirma. "La investigación basada en entornos del mundo real es esencial para ayudar a determinar la mejor manera de utilizar estas herramientas y ayudar a la gente a vivir una vida más gratificante", afirma el investigador.