La Agencia Espacial Europea (ESA) ha definido los cuatro lugares posibles de Marte en los que aterrizará la misión ExoMars en 2018. Su vehículo de exploración buscará pruebas de la existencia de vida en Marte, en el pasado o en el presente.
ExoMars es un proyecto conjunto de la ESA y de la agencia espacial rusa Roscosmos, compuesto por dos misiones independientes. El Satélite para el Estudio de Gases Traza (TGO) y el Módulo Demostrador de Entrada, Descenso y Aterrizaje, bautizado como Schiaparelli, se lanzarán en enero de 2016 y llegarán a Marte nueve meses más tarde. El vehículo de exploración y la plataforma de superficie partirán en mayo de 2018 y aterrizarán sobre la superficie marciana en enero de 2019.
La búsqueda de un lugar apropiado para el aterrizaje de la segunda misión comenzó en diciembre de 2013, solicitando propuestas a la comunidad científica, informa la ESA en un comunicado.
El Grupo de Trabajo para la Selección del Lugar de Aterrizaje evaluó las ocho propuestas recibidas durante un taller celebrado el pasado mes de abril. Al final del encuentro se identificaron las cuatro mejores opciones.
ExoMars es un proyecto conjunto de la ESA y de la agencia espacial rusa Roscosmos, compuesto por dos misiones independientes. El Satélite para el Estudio de Gases Traza (TGO) y el Módulo Demostrador de Entrada, Descenso y Aterrizaje, bautizado como Schiaparelli, se lanzarán en enero de 2016 y llegarán a Marte nueve meses más tarde. El vehículo de exploración y la plataforma de superficie partirán en mayo de 2018 y aterrizarán sobre la superficie marciana en enero de 2019.
La búsqueda de un lugar apropiado para el aterrizaje de la segunda misión comenzó en diciembre de 2013, solicitando propuestas a la comunidad científica, informa la ESA en un comunicado.
El Grupo de Trabajo para la Selección del Lugar de Aterrizaje evaluó las ocho propuestas recibidas durante un taller celebrado el pasado mes de abril. Al final del encuentro se identificaron las cuatro mejores opciones.
Cuatro candidatos cercanos al ecuador
Un panel de expertos nominados por la ESA realizó un análisis adicional de estos cuatro lugares, que ahora han pasado formalmente a la siguiente fase del proceso de selección, en la que se realizará un estudio más detallado de sus condiciones.
Los cuatro candidatos –Mawrth Vallis, Oxia Planum, Hypanis Vallis y Aram Dorsum – se encuentran relativamente cerca del ecuador marciano.
“En la actualidad, la superficie de Marte es un entorno hostil para cualquier forma de vida, pero ciertos organismos primitivos podrían haber prosperado hace unos 3.500-4.000 millones de años, cuando el clima era más cálido y más húmedo”, comenta Jorge Vago, científico del proyecto ExoMars para la ESA.
“Por este motivo, el lugar de aterrizaje de ExoMars tiene que estar en una zona en la que abunden las rocas primitivas y en la que hubiese grandes cantidades de agua líquida en el pasado. Nuestra primera evaluación identificó cuatro posibles emplazamientos que cumplirían con los requisitos científicos de la misión”.
El entorno de Mawrth Vallis y de la cercana Oxia Planum presenta una de las mayores concentraciones de rocas de más de 3.800 millones de años de todo el planeta y es rico en arcillas, lo que indica que el agua jugó un papel importante en algún momento de su historia. Mawrth Vallis se encuentra en la frontera entre las tierras altas y las tierras bajas, y es uno de los canales de desagüe más antiguos de Marte.
Características
Las rocas al descubierto en estas dos regiones presentan una gran variedad de composiciones, lo que indica distintos escenarios de sedimentación y de hidratación.
Por otra parte, las rocas de interés han quedado expuestas por la erosión en los últimos pocos cientos de millones de años, habiendo estado protegidas de la radiación y de los agentes oxidantes del planeta durante un periodo de tiempo considerable.
En contraste, Hypanis Vallis se trata de un abanico aluvial que podría ser todo lo que queda de un antiguo delta fluvial en la desembocadura de un importante sistema de valles. Está formado por distintas capas de rocas sedimentarias de grano fino, que proporcionan acceso a materiales depositados hace unos 3.450 millones de años.
Un panel de expertos nominados por la ESA realizó un análisis adicional de estos cuatro lugares, que ahora han pasado formalmente a la siguiente fase del proceso de selección, en la que se realizará un estudio más detallado de sus condiciones.
Los cuatro candidatos –Mawrth Vallis, Oxia Planum, Hypanis Vallis y Aram Dorsum – se encuentran relativamente cerca del ecuador marciano.
“En la actualidad, la superficie de Marte es un entorno hostil para cualquier forma de vida, pero ciertos organismos primitivos podrían haber prosperado hace unos 3.500-4.000 millones de años, cuando el clima era más cálido y más húmedo”, comenta Jorge Vago, científico del proyecto ExoMars para la ESA.
“Por este motivo, el lugar de aterrizaje de ExoMars tiene que estar en una zona en la que abunden las rocas primitivas y en la que hubiese grandes cantidades de agua líquida en el pasado. Nuestra primera evaluación identificó cuatro posibles emplazamientos que cumplirían con los requisitos científicos de la misión”.
El entorno de Mawrth Vallis y de la cercana Oxia Planum presenta una de las mayores concentraciones de rocas de más de 3.800 millones de años de todo el planeta y es rico en arcillas, lo que indica que el agua jugó un papel importante en algún momento de su historia. Mawrth Vallis se encuentra en la frontera entre las tierras altas y las tierras bajas, y es uno de los canales de desagüe más antiguos de Marte.
Características
Las rocas al descubierto en estas dos regiones presentan una gran variedad de composiciones, lo que indica distintos escenarios de sedimentación y de hidratación.
Por otra parte, las rocas de interés han quedado expuestas por la erosión en los últimos pocos cientos de millones de años, habiendo estado protegidas de la radiación y de los agentes oxidantes del planeta durante un periodo de tiempo considerable.
En contraste, Hypanis Vallis se trata de un abanico aluvial que podría ser todo lo que queda de un antiguo delta fluvial en la desembocadura de un importante sistema de valles. Está formado por distintas capas de rocas sedimentarias de grano fino, que proporcionan acceso a materiales depositados hace unos 3.450 millones de años.