Fuente: PhotoXpress.com
Según los expertos en la practica no es tan sencillo toparse con empleados de alto rendimiento. En principio, cualquiera pensaría que todos los empleados tienen un alto desempeño si tienen una buena remuneración dentro de sus empresas. La respuesta es: no.
Según las investigaciones un empleado de alto rendimiento tiene una curiosidad incurable, quiere ser desafiado por sus jefes, siente la necesidad de tener responsabilidades a su cargo y se siente a gusto rindiendo cuentas a sus directivos. Además de su constante deseo de tener un mejor desempeño, en todas las áreas y en cualquier momento. Estas cualidades les permiten desenvolverse mejor que el empleado promedio y pueden llegar a convertir la gestión de una empresa en un verdadero éxito.
Pero los empleados de este tipo no crecen en los árboles. Y hasta el mejor de los trabajadores necesita que lo inspiren. Ésta es responsabilidad única del “jefe”.
Según André De Waal, Profesor Asociado de Dirección Estratégica en la Maastricht School of Management y Director Académico del Centro de HPO (Centro para el Desempeño Organizacional) el emplear un lenguaje común y motivador entre los empleados del equipo, permitirá ir en la misma “onda” grupal y mantendrá cercanos a los talentos indispensables para la notoriedad de toda empresa.
Según las investigaciones un empleado de alto rendimiento tiene una curiosidad incurable, quiere ser desafiado por sus jefes, siente la necesidad de tener responsabilidades a su cargo y se siente a gusto rindiendo cuentas a sus directivos. Además de su constante deseo de tener un mejor desempeño, en todas las áreas y en cualquier momento. Estas cualidades les permiten desenvolverse mejor que el empleado promedio y pueden llegar a convertir la gestión de una empresa en un verdadero éxito.
Pero los empleados de este tipo no crecen en los árboles. Y hasta el mejor de los trabajadores necesita que lo inspiren. Ésta es responsabilidad única del “jefe”.
Según André De Waal, Profesor Asociado de Dirección Estratégica en la Maastricht School of Management y Director Académico del Centro de HPO (Centro para el Desempeño Organizacional) el emplear un lenguaje común y motivador entre los empleados del equipo, permitirá ir en la misma “onda” grupal y mantendrá cercanos a los talentos indispensables para la notoriedad de toda empresa.
El poder de la elocuencia
Todo buen gerente debe aprender con su discurso a deleitar, conmover y persuadir a su equipo, según la ocasión amerite. Al menos así lo deja ver el experto en su más reciente estudio difundido por el digital Management-Issues. Un buen gerente debe inyectar entusiasmo a su equipo constantemente en sus intervenciones.
Un jefe con visión de éxito al futuro deja que las personas de su equipo se sientan que son parte de un proyecto más amplio aún de lo que imaginan e inspiran a su gente a alcanzar la grandeza, dentro de la tarea que desempeñan en la organización. Ellos (los jefes) poseen el entusiasmo necesario y tienen el tiempo para ganarse a la gente de su equipo. Asegura De Waal. Al menos así lo dicta el ‘deber ser’.
El experto habla de su más reciente entrevista con Mikael Sørensen, director general del banco Svenska Handelsbanken NL. Confiesa haber quedado intrigado con el concepto de inspiración que le transmitió el entrevistado.
"Yo predico con el ejemplo, mi discurso es lo que atrae a los empleados de alto rendimiento al banco. Cuando realicé las entrevistas de trabajo con los candidatos antes de que comenzaran en el banco y les hablé que nuestra forma de trabajar, entonces eso era lo que les interesaba del banco, lo que les motivaba a formar parte del equipo. Por lo tanto, Es importante que cuando entran al equipo vean que realmente funciona de la manera como les fue contada. La congruencia con el discurso del jefe, esto es lo que les inspira." Apuntó Sørensen al experto durante la investigación.
De Waal tras su investigación asegura que hay dos formas principales de inspirar a los empleados: al cambiar su propio comportamiento como líder y ser más inspirador, y mediante la creación de condiciones para que sus empleados aumenten su motivación.
A continuación se presentan algunas ideas para ambas técnicas que el estudioso logró decantar:
Todo buen gerente debe aprender con su discurso a deleitar, conmover y persuadir a su equipo, según la ocasión amerite. Al menos así lo deja ver el experto en su más reciente estudio difundido por el digital Management-Issues. Un buen gerente debe inyectar entusiasmo a su equipo constantemente en sus intervenciones.
Un jefe con visión de éxito al futuro deja que las personas de su equipo se sientan que son parte de un proyecto más amplio aún de lo que imaginan e inspiran a su gente a alcanzar la grandeza, dentro de la tarea que desempeñan en la organización. Ellos (los jefes) poseen el entusiasmo necesario y tienen el tiempo para ganarse a la gente de su equipo. Asegura De Waal. Al menos así lo dicta el ‘deber ser’.
El experto habla de su más reciente entrevista con Mikael Sørensen, director general del banco Svenska Handelsbanken NL. Confiesa haber quedado intrigado con el concepto de inspiración que le transmitió el entrevistado.
"Yo predico con el ejemplo, mi discurso es lo que atrae a los empleados de alto rendimiento al banco. Cuando realicé las entrevistas de trabajo con los candidatos antes de que comenzaran en el banco y les hablé que nuestra forma de trabajar, entonces eso era lo que les interesaba del banco, lo que les motivaba a formar parte del equipo. Por lo tanto, Es importante que cuando entran al equipo vean que realmente funciona de la manera como les fue contada. La congruencia con el discurso del jefe, esto es lo que les inspira." Apuntó Sørensen al experto durante la investigación.
De Waal tras su investigación asegura que hay dos formas principales de inspirar a los empleados: al cambiar su propio comportamiento como líder y ser más inspirador, y mediante la creación de condiciones para que sus empleados aumenten su motivación.
A continuación se presentan algunas ideas para ambas técnicas que el estudioso logró decantar:
Conviértete en una persona inspiradora tu mismo de la siguiente manera:
• Se un apasionado de los objetivos de la organización, muestra tus emociones, y genera entusiasmo con ellas a tus empleados.
• Conéctate con tus empleados, mostrando interés real en ellos y descubre lo que los motiva e inspira, y solicita activamente sus ideas y opiniones sobre la empresa.
• Sé poco convencional y asume riesgos personales, por hacer las cosas de manera diferente y operar fuera de los límites 'normales' de la organización y fuera de tu zona de confort, y deja que tus empleados hagan lo mismo.
• Se cercano como jefe, una persona de equipo, y regularmente expresa a tus empleados que todo tiene que ver con "nosotros" y no de "mi".
• Conviértete en un ‘contador de historias' que no es lo mismo que un ‘cuentista’. Se capaz de empaquetar los mensajes en una forma atractiva que cautive a tus empleados. Cultiva tu “labia”.
Cómo utilizas esa labia para motivar a tus empleados, haciendo lo siguiente:
• Pinta a tus empleados una imagen atractiva del futuro de la organización y de su lugar en ése futuro y constituye el fundamento de por qué ciertas metas tienen que ser perseguidas.
• Establece metas ambiciosas para tus empleados y dales más responsabilidades y la libertad de programar su propio trabajo.
• Proporcione a tus empleados la posibilidad de entrar en contacto con los beneficiarios de su trabajo, es decir, los clientes, para que puedan ver los resultados de su trabajo.
El experto concluye con que el cómo lograr que un empleado inspirado y motivado conlleve al éxito de la organización, es una respuesta por la que aún continúa su investigación.
A fin de cuentas, son poco cuantificables las actitudes que pueden llevar al éxito de un proyecto. Sin embargo, todo cuanto ayude a acercarse al fin siempre es valido y bien recibido.
Lo importante debe ser, no convertirse como jefe en un charlatán, una cosa es ser elocuente en su discurso, poseer verdadero desparpajo a la hora de trasmitir un mensaje y otra será convertirse en un transmisor de “promesas” siempre incumplidas. Entonces allí habrá ensuciado para siempre su imagen como líder.
• Se un apasionado de los objetivos de la organización, muestra tus emociones, y genera entusiasmo con ellas a tus empleados.
• Conéctate con tus empleados, mostrando interés real en ellos y descubre lo que los motiva e inspira, y solicita activamente sus ideas y opiniones sobre la empresa.
• Sé poco convencional y asume riesgos personales, por hacer las cosas de manera diferente y operar fuera de los límites 'normales' de la organización y fuera de tu zona de confort, y deja que tus empleados hagan lo mismo.
• Se cercano como jefe, una persona de equipo, y regularmente expresa a tus empleados que todo tiene que ver con "nosotros" y no de "mi".
• Conviértete en un ‘contador de historias' que no es lo mismo que un ‘cuentista’. Se capaz de empaquetar los mensajes en una forma atractiva que cautive a tus empleados. Cultiva tu “labia”.
Cómo utilizas esa labia para motivar a tus empleados, haciendo lo siguiente:
• Pinta a tus empleados una imagen atractiva del futuro de la organización y de su lugar en ése futuro y constituye el fundamento de por qué ciertas metas tienen que ser perseguidas.
• Establece metas ambiciosas para tus empleados y dales más responsabilidades y la libertad de programar su propio trabajo.
• Proporcione a tus empleados la posibilidad de entrar en contacto con los beneficiarios de su trabajo, es decir, los clientes, para que puedan ver los resultados de su trabajo.
El experto concluye con que el cómo lograr que un empleado inspirado y motivado conlleve al éxito de la organización, es una respuesta por la que aún continúa su investigación.
A fin de cuentas, son poco cuantificables las actitudes que pueden llevar al éxito de un proyecto. Sin embargo, todo cuanto ayude a acercarse al fin siempre es valido y bien recibido.
Lo importante debe ser, no convertirse como jefe en un charlatán, una cosa es ser elocuente en su discurso, poseer verdadero desparpajo a la hora de trasmitir un mensaje y otra será convertirse en un transmisor de “promesas” siempre incumplidas. Entonces allí habrá ensuciado para siempre su imagen como líder.