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La duda sobre el libre albedrío quiebra la ética

Un nuevo estudio cuestiona la responsabilidad moral sin libertad de decisión


El filósofo de la Universidad de Arizona, Shaun Nichols, ha publicado en Scientific American un artículo en el que reflexiona sobre los resultados de un estudio realizado por dos psicólogos norteamericanos. En dicho estudio, una prueba sencilla reveló que las personas más escépticas acerca del libre albedrío tienden a ser más tramposas. Aunque los resultados no podrían generalizarse, Nichols señala que avivan una discusión ancestral: si la ciencia, con las últimas pruebas empíricas en neurología, nos inclina a pensar que nuestras acciones no son más que el fruto del trabajo de las células nerviosas, ¿cómo pueden seguir juzgándose moralmente las acciones humanas? Por Yaiza Martínez.


02/09/2008

Elecciones cotidianas. Wired.
Elecciones cotidianas. Wired.
La revista Scientific American publicó recientemente un artículo titulado “Free will versus the programmed brain”, en el que el filósofo de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, Shaun Nichols reflexiona sobre el libre albedrío.

Esta reflexión surge a raíz de la publicación de los resultados de un estudio llevado a cabo por dos psicólogos norteamericanos, que demostró que las creencias sobre nuestra capacidad o no de decidir condicionan nuestras acciones, y nuestra propia valoración moral de éstas.

El libre albedrío, defendido por una serie de doctrinas filosóficas, señala que los humanos tenemos el poder de elegir y tomar nuestras propias decisiones. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, escribe Nichols, las posturas contra la existencia del libre albedrío se han acrecentado y extendido a través de libros y revistas de ciencia divulgativa.

Prueba condicionada

Es el caso, por ejemplo, de la obra La búsqueda científica del alma: una revolucionaria hipótesis para el siglo XXI, de Francis Crick. Crick, considerado uno de los científicos más importantes del siglo XX por su descubrimiento, junto a James Watson, de la estructura molecular del ADN, defendió en ella la inexistencia del libro albedrío, así como la reducción de todo lo que consideramos la identidad humana a un simple paquete de neuronas y de conexiones entre éstas. Según este enfoque, ¿cómo podrían juzgarse las acciones humanas?

El libro de Crick fue utilizado por los psicólogos Kathleen Vohs, de la Universidad de Minnesota, y Jonathan Schooler, de la Universidad de California en Santa Bárbara, para realizar su experimento.

Vohs y Schooler dieron a leer a 30 voluntarios (13 de ellos mujeres) pasajes muy concretos del libro de Crick, en los que se decía, por ejemplo, que nuestros recuerdos, ambiciones, deseos o tristezas y, también, nuestro libre albedrío, no son más que el resultado del comportamiento de un vasto ensamblaje de células nerviosas y de sus moléculas asociadas.

Por otro lado, los voluntarios pudieron leer que “aunque parece que tenemos libre albedrío, en realidad, nuestras decisiones están predeterminadas sin que podamos cambiarlas”. Otros participantes en la prueba leyeron otros textos científicos relacionados con la importancia del estudio de la conciencia, pero en ellos no se mencionaba el libre albedrío.

Análisis de resultados

Posteriormente, todos los voluntarios respondieron a una encuesta sobre sus creencias acerca del libre albedrío. Por último, se les pidió que completaran 20 problemas de aritmética que aparecieron en la pantalla de un ordenador. Se les dijo que, cuando se vieran las preguntas, debían presionar la barra de espacio para que la computadora no hiciera aparecer, al mismo tiempo, la respuesta correspondiente en pantalla. Se les pidió que no hicieran trampa, aunque se les dijo que, si la hacían, nadie podría saberlo.

Los resultados fueron claros: aquéllos que habían leído los textos anti-libre albedrío de Crick, así como los que habían reflejado en las encuestas su rechazo hacia la idea del libre albedrío, hicieron trampas más a menudo que el resto.

Nichols analiza estos resultados de la siguiente manera: por un lado, el texto anti-libre albedrío de Crick presenta una cosmovisión desoladora, en la que la voluntad del ser humano no juega ningún papel. Por tanto, ¿qué importancia tiene si se comporta de una manera u otra?

Por otro lado, nos sentimos responsables de nuestros actos precisamente porque pensamos que nuestras acciones dependen en gran medida de nosotros mismos. Así que, tal y como algunos filósofos habían predicho, es normal que cuanto más escéptico se sea con respecto al libre albedrío, menos condicionado se encuentre nuestro comportamiento por cualquier idea moral.

Moral y libre albedrío

A continuación, Nichols comenta otros resultados, en este caso, los de una encuesta realizada por él, en colaboración con el filósofo Hagop Sarkissian, de la universidad de Duke, y con otros colaboradores de Hong Kong, la India y Colombia, acerca del determinismo y la responsabilidad moral.

En este sondeo se les preguntó a personas de distintas culturas si creían que, de ser el universo un medio determinista, la gente sería moralmente responsable de sus actos (el determinismo afirma que todo acontecimiento, incluyendo el pensamiento humano y las acciones, está causalmente determinado por la irrompible cadena causa-consecuencia).

Los resultados revelaron un alto grado de convergencia de opiniones sobre este tema en las diversas culturas. En todos los cuatro grupos culturales consultados, la mayoría de los participantes afirmaron que, en su opinión, nuestro universo no es determinista, y que, por otra parte, la responsabilidad moral no sería nunca compatible con el determinismo. Es decir, que para que haya responsabilidad moral debe haber, de alguna forma, libertad de decisiones.

De cualquier manera, es cierto que, desde hace unos años, los resultados empíricos producidos por la investigación en psicología y neurología han hecho que se replantee con fuerza un problema de siempre, tal y como publicamos en otro un artículo: ¿está el hombre determinado por los genes y el ambiente a obrar “necesariamente” como lo hace? ¿Somos una especie de robots biológico-sensitivos que respondemos de una manera fija e inapelable a las circunstancias del ambiente según nuestros, digamos, programas de procesamiento? La realidad es que nos sentimos dentro del mundo, condicionados por nuestra naturaleza y por el ambiente; pero sabemos que somos personas que hacemos diariamente nuestra vida impulsando opciones selectivas de entre ámbitos de posibilidades.

Y es que los últimos hallazgos científicos han dado pie a una reflexión en profundidad sobre nuestra libertad, es decir, sobre una de las cuestiones decisivas acerca de la idea que tenemos del ser humano.



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1.Publicado por DE LA MORA PRIETO el 03/09/2008 03:54

el universo es como lo percibimos. no como en realidad es, en esa percepción, el dualismo aparece con abundancia, entre ellos el órden y el caos, la partícula y la antipartícula, el hemisferio cerebral izquierdo y el derecho, el bien y el mal, el libre albedrío y el detrerminismo del mundo físico, etc, etc. pues bien, la coexistencia de lo uno y lo otro son las percepciones que del mundo hicimos desde los inicios de la vida hasta nuestros días, así está construido nuestro genoma y nuestras redes neuronales, así somos los homo sapiens, seres con programas sensibles que emiten respuestas, el dualismo es parte de esa concepción y por lo tanto habra campos de indeterminismo y de determinismo y con ello deberemos construir la filosofía.

2.Publicado por Atticus el 04/09/2008 12:03
Lo que me ha chirriado es que 30 individuos no es una muestra muy reducida?
Si algún experto en estadística (o estocástica quizá?), etc. me lo pudiera aclarar....

3.Publicado por Parra Gómez el 07/09/2008 19:57
Yo abogo por un determinismo que no somos capaces de comprender, porque condiciona "el fin", no "los caminos".
Se me ocurrió este axioma jugando con un 'sudoku' que estaba considerado como "fácil", por lo que, para hacerlo más interesante, di como no conocidos algunos de sus datos. El proceso de resolución se complicó asi bastante, porque tenía que hallar racionalmente los datos que había desconocido voluntariamente. Me sorprendió descubrir que:
- Alguno de los números eliminados debían ser sustituídos, durante la resolución, por otros no previstos.
- Que obtuve -aun así-, una solución satisfactoria.
- Que repitiendo el proceso con los datos originales, se obtenía -igualmente- otra solución satisfactoria.
La explicación obvia, es que el 'sudoku' tenía varias soluciones pero, a mis efectos, lo 'único' que estaba 'predeterminado' era precisamente, que existia -siempre- al menos una solución.

Respecto al condicionamiento del libre albedrío por parte de los genes, creo que puede existir una razón más para 'trampear' en el resultado: el miedo a ser considerado inferior.
Veamos:
- Si demuestro, con mis errores, que soy 'tonto', y ello es debido a mi ADN, es obvio que 'no tengo arreglo'.
- Si existe el libre albedrío -por el contrario- todo puede depender de un 'azar personal' no predeterminado y mantengo la esperanza de ser aceptado ("unas veces acierto y otras no", podría argumentar el sujeto).

Ambos postulados están relacionados: "los caminos del Señor son inescrutables", dice la Biblia; a lo que añadiría -con todo el respeto- "a Dios no le comprende ni Cristo".

Solo me resta añadir la deliciosa frase de La Bruyère : " Si estas expresiones no gustan, me sorprenderé de ello. Y si gustan, me sorprenderé también."

4.Publicado por Reyes el 09/09/2008 00:04
El determinismo no tiene en cuenta un factor importante, y es las diferencias que se presentan entre las lineas de pensamiento y las decisiones que toman individuos distintos, criados en condiciones iguales (vease el caso de gemelos)

5.Publicado por Maestro el 11/09/2008 13:19
Más importante que las opiniones, las hipótesis y las teorías, es ver los resultados de cada "cosmovisión". Las orientales (y sus derivaciones newage hippye, socialista, etc.) fundadas en el no-dualismo bien-mal --en la negación del mal o la confusión entre ambos polos--han desarrollado sociedades primitivas o medievales. Las occidentales, fundadas en el dualismo bien-mal, cielo-infierno, Dios-Diablo, es decir, con unos principios morales claros, han producido por el contrario sociedades libres, igualitarias en derechos y oportunidades, saludables, cultas, dinámicas, generadoras de riqueza y prosperidad...

Blanco y en botella.

6.Publicado por Puig Arànega el 11/09/2008 17:08
Desde un punto de vista personal y sin ser una persona licenciada, me doy cuenta de que hay una explicación en todo, me explico.

La inercia física que lleva el mundo confunde mucha gente que creen que es posible el libre albedrio, solo por que hay cosas a las que no les pueden dar una explicación lógica, (como seria el caso de la reacción de una persona o un fenomeno "paranormal").

Para mí la religión y el libre albedrío no son mas que mecanismos de autoayuda para superar o ignorar lo obvio, estamos limitados, en realidad solo somos un grupo de partículas elementales con mucho ego.

7.Publicado por Carlos Abraira el 28/11/2008 20:51
Me interesa mucho el tema del “libre albedrío” y si en este blog encuentro personas interesadas, pretendo hacer una muy profunda investigación dialéctica sobre él, discutiendo los que considero importantes aportes que pueden llegar a una nueva visión sobre el tema.
Para comenzar, he leído con atención los artículos “The Value of Believing in Free Will” de Kathleen D. Vohs y Jonathan W. Schooler e “Is Belief in Free Will a Cultural Universal?” de AA.VV entre los que se encuentra Shaun Nichols, autor del artículo “Free will versus the programmed brain” –que también leí- cuyo resumen encabeza este blog.
Estos artículos, cualquiera de los tres, mezclan impropiamente por lo menos dos temas: el problema del libre albedrío y su compatibilidad con el determinismo, por un lado; y el examen de ciertos reducidos grupos de universitarios supuestamente con diferencias culturales con la finalidad de conocer qué piensan sobre el tema y cómo ese pensamiento condiciona sus conductas, por otro. El primero es un problema netamente filosófico, motivo de la curiosidad filosófica desde los albores griegos de la ciencia del pensamiento, con sus puntos más destacados en Aristóteles y especialmente en Epicuro; el segundo es meramente una encuesta sociológico-psicológica, cuyos infantiles “experimentos” arrojan resultados que para nada justifican el pomposo título de “La duda sobre el libre albedrío quiebra la ética”, para mí indigno de una publicación que sigo y respeto desde hace muchos años, como es la “Scientific American”.
No digo que el tema de esos artículos no sea interesante, probablemente lo es y mucho, pero no para mí, ya que como expresé al principio, el que me interesa es el filosófico sobre el libre albedrío. Con todo sirven de motivo para introducirme en el segundo, y se pueden sacar algunas conclusiones que aportan al mismo.
Como ven, no dije nada interesante (todavía). Espero por la reacción a mi primera incursión en un blog.

8.Publicado por Enrique Graner el 20/11/2009 18:09
Enrique

Estoy en absoluto acuerdo, que el libre albedrío es una ilusión, y tal es así que por ejemplo La madre Teresa no puede dejar de atender a los necesitados, aunque se los proponga, y menos hacerles daño, no puede hacerlo. Y el violador es serie no puede cuidar a los niños, auque quiera hacerlo.
El hecho de no poder ver, las leyes y las causas que están detrás de cada uno de nuestros actos, no quiere decir que no existan.
Saludos Enrique


9.Publicado por Beatriz Basenji el 21/11/2009 00:04
Carlos Abraira: Soy de las personas que tienen profundas dudas sobre el Libre Albedrío. Ello surje del hecho de que muchos de nosotros en algún momento de nuestra vida nos hemos sentido predestinados.
Si somos seres PREDESTINADOS, es obvio que no existe para nosotros el Libre Albedrío. Lo que la experiencia me fortifica es en el Sentido Sagrado de la Vida. Experimento tanto un compromiso con mis antepasados como con quienes me sucederán. Venero en el Tiempo a todos aquellos seres que merced a su existencia posibilitaron la mía. Cada uno de nosotros es mediante su dotación genética, un compromiso de eternidad. Hagamos de ese compromiso que, cuando nos toque dejar este plano de existencia, dejemos un mundo mejor que el que conocimos. Con mas Amor, con mas solidaridad. Con menos egoísmo.

10.Publicado por Fernando López el 26/03/2010 19:54
El problema es aun más profundo de lo que parece. Si consideramos una definición amplia de Dios, como la posibilidad de que algo no siga una ley natural estricta, es decir, como la necesidad de que exista algo paranormal, debermos concluir que para que Dios exista debe existir Libre Albedrio. Pues si no existe poder de decisión, si cada acontecimiento es producto de una causa, de una ley inquebrantable, es decir el sistema es totalmente determinista, entonces no hay sitio para Dios, todo tiene explicación aunque no la hayamos captado. Por lo tanto, la existencia o no de libre albedrio es equivalente a la existencia o no de Dios. De momento, existe una esperanza si no se destruye el principio de incertidumbre.

11.Publicado por OSCAR GONZÁLEZ GONZÁLEZ el 13/03/2012 04:52
SIN DUDA QUE EL CONTEXTO MARCA UNA CONDICIÓN DE ELECCIÓN PARA EXISTIR, PORQUE ESTAMOS INMERSOS EN UNA SOCIEDAD QUE SEÑALA NUESTRA CONDUCTA YA SEA BUENA O MALA, SIENDO CATEGORIZADOS POR UNA DECISIÓN QUE SON ESTABLECIDAS POR LAS REGLAS DE LA MORAL, SIN EMBARGO, EL LIBRE ALBELDRÍO ES DETERMINADO POR ESA DECISIÓN QUE ESTA LIGADA EN LA ESENCIA DE NUESTRA EDUCACION INCULCADA POR NUESTROS PADRES (FAMILIA) QUE ES EN SÍ UN REFLEJO DE NUESTRA ELECCIÓN.

12.Publicado por Jan Bover el 17/03/2012 10:07
El libre albedrío no existe por más que nos ilusione tenerlo. Se puede demostrar por medio de la filosofía, física o psicología. La moral no necesita del libre albedrío, pues sigue siendo útil en el determinismo o el azar (indeterminismo). La discusión se debería centrar en cómo debemos vivir sin libre albedrío, cómo podemos ser felices sin libertad. Todo eso es lo que analizo en mi libro: "Cómo vivir feliz sin libre albedrío" que de momento podéis descargar gratuitamente en www.janbover.org.

El libro analiza todos los aspectos debatidos sobre el libre albedrío y más (con bastantes ideas propias). El libro está dividido en 5 apartados: un Estudio filosófico y un Estudio psicológico que analiza la imposibilidad del libre albedrío analizándolo desde todos los ángulos posibles, un Estudio moral que demuestra que la moralidad no tiene nada que ver con el libre albedrio, y un Estudio estadístico y Estudio práctico que analiza de qué modo podemos actuar sabiendo que no somos libres, y a pesar de todo ser felices.

Espero que os interese y, si fuera así, que me devolváis algún comentario al finalizarlo.

Jan Bover
www.janbover.org

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