Los diodos orgánicos emisores de luz (OLEDs) tienen ventajas considerables con respecto a otras tecnologías de iluminación en estado sólido. No obstante, los que tienen mayor rendimiento emplean una arquitectura multicapa muy sensible al ambiente, por lo que precisan un riguroso encapsulado, y se preparan mediante evaporación secuencial en cámaras de alto vacío.
Las celdas electroquímicas emisoras de luz (LEC), son dispositivos mucho más simples, pueden ser procesados desde disolución, y son menos sensibles al ambiente. Los LEC usan como material electroluminiscente bien una mezcla de semiconductor neutro con una sal, o bien un metal de complejo de transición iónico (iTMC), posiblemente con la adición de una sal.
El primer sistema es difícil de preparar debido a la pobre compatibilidad entre el semiconductor neutro y la sal, lo que lleva a dispositivos inestables. El segundo no presenta problemas de compatibilidad, pero requiere metales de transición (generalmente iridio, rutenio, osmio, etc.) que son materiales muy caros.
Investigadores del Grupo de Dispositivos Moleculares Optoelectrónicos del Instituto de Ciencia Molecular de la Universitat de València han desarrollado un nuevo tipo de LEC que emplea tintes orgánicos iónicos como material electroluminiscente. El uso de tintes iónicos lleva a materiales sin problemas de compatibilidad y permite la producción de LECs mucho más económicos, explica la Oficina de Transferencia de la UV en su web.
Este tipo de tintes se conocen desde hace muchos años y cuentan con aplicaciones diversas, como películas fotográficas y discos grabables de DVD, y se producen en grandes cantidades a bajo coste. Algunos ejemplos de tintes orgánicos iónicos adecuados serían los colorantes cianúricos, los hemicianúricos y los escuarilénicos.
Los investigadores han comprobado que estas pequeñas moléculas iónicas, sin necesitar de un material adicional, pueden realizar todas las funciones necesarias en materiales electroluminiscentes de LEC: transporte de electrones, transporte de huecos y emisión de fotones. De esta forma no es necesario combinar el tinte con otro material de transporte de carga, lo que simplifica y reduce el coste del dispositivo.
Las celdas electroquímicas emisoras de luz (LEC), son dispositivos mucho más simples, pueden ser procesados desde disolución, y son menos sensibles al ambiente. Los LEC usan como material electroluminiscente bien una mezcla de semiconductor neutro con una sal, o bien un metal de complejo de transición iónico (iTMC), posiblemente con la adición de una sal.
El primer sistema es difícil de preparar debido a la pobre compatibilidad entre el semiconductor neutro y la sal, lo que lleva a dispositivos inestables. El segundo no presenta problemas de compatibilidad, pero requiere metales de transición (generalmente iridio, rutenio, osmio, etc.) que son materiales muy caros.
Investigadores del Grupo de Dispositivos Moleculares Optoelectrónicos del Instituto de Ciencia Molecular de la Universitat de València han desarrollado un nuevo tipo de LEC que emplea tintes orgánicos iónicos como material electroluminiscente. El uso de tintes iónicos lleva a materiales sin problemas de compatibilidad y permite la producción de LECs mucho más económicos, explica la Oficina de Transferencia de la UV en su web.
Este tipo de tintes se conocen desde hace muchos años y cuentan con aplicaciones diversas, como películas fotográficas y discos grabables de DVD, y se producen en grandes cantidades a bajo coste. Algunos ejemplos de tintes orgánicos iónicos adecuados serían los colorantes cianúricos, los hemicianúricos y los escuarilénicos.
Los investigadores han comprobado que estas pequeñas moléculas iónicas, sin necesitar de un material adicional, pueden realizar todas las funciones necesarias en materiales electroluminiscentes de LEC: transporte de electrones, transporte de huecos y emisión de fotones. De esta forma no es necesario combinar el tinte con otro material de transporte de carga, lo que simplifica y reduce el coste del dispositivo.
Aplicaciones
Las LEC son candidatos muy interesantes para aplicaciones de iluminación, ya que operan a voltajes muy bajos (dando lugar a dispositivos eficientes de alta potencia) y son fáciles de producir. Tienen las siguientes ventajas:
-Bajo coste: fabricación con materiales comerciales de elevada disponibilidad.
-Niveles de radiancia, eficiencia y vida media del dispositivo satisfactorios, adecuados para futuras aplicaciones tecnológicas.
-Fabricación: procesable desde disolución, a partir de disolventes inocuos.
"Son muy delgadas, y pueden ser aplicadas sobre sustratos flexibles o rígidos", explica el investigador Hendrik Jan Bolink. Por ejemplo, sustratos de cristal.
Pueden utilizarse en pantallas de televisiones, ordenadores, teléfonos, etc. También en fuentes de iluminación decorativas, en señalización, y además pueden encenderse muy rápidamente, más que la tinta electrónica que se usa actualmente en los libros electrónicos.
Las LEC son candidatos muy interesantes para aplicaciones de iluminación, ya que operan a voltajes muy bajos (dando lugar a dispositivos eficientes de alta potencia) y son fáciles de producir. Tienen las siguientes ventajas:
-Bajo coste: fabricación con materiales comerciales de elevada disponibilidad.
-Niveles de radiancia, eficiencia y vida media del dispositivo satisfactorios, adecuados para futuras aplicaciones tecnológicas.
-Fabricación: procesable desde disolución, a partir de disolventes inocuos.
"Son muy delgadas, y pueden ser aplicadas sobre sustratos flexibles o rígidos", explica el investigador Hendrik Jan Bolink. Por ejemplo, sustratos de cristal.
Pueden utilizarse en pantallas de televisiones, ordenadores, teléfonos, etc. También en fuentes de iluminación decorativas, en señalización, y además pueden encenderse muy rápidamente, más que la tinta electrónica que se usa actualmente en los libros electrónicos.