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La Politécnica de Valencia lanza el fondo de inversión en empresas Tech Transfer

Tiene ya 4 millones de euros y pretende llegar a 6 en julio


La Universidad Politécnica de Valencia, junto con la gestora de fondos de inversión Clave Mayor, ha lanzado Tech Transfer, un fondo para invertir en empresas jóvenes de base tecnológica, que ya cuenta con 4 millones de euros y pretende llegar a 6 el 31 de julio. El objetivo es invertir en hasta 21 proyectos en tres años, con una dotación máxima por empresa de 500 mil euros, y conseguir rentabilidad en cinco años. Por Carlos Gómez Abajo.


08/03/2016

Tom Hockaday, durante su presentación. Fuente: UPV.
Tom Hockaday, durante su presentación. Fuente: UPV.
La Universitat Politènica de València (UPV) acogió el jueves la presentación oficial del fondo de inversión Tech Transfer, una iniciativa privada impulsada por el Consejo Social de la UPV para invertir en empresas jóvenes de base tecnológica.

La gestora de fondos Clave Mayor es la impulsora del proyecto, que ya cuenta con 4 millones, y pretende llegar a los 6 millones el 31 de julio. El acuerdo permitirá invertir en hasta 21 proyectos durante tres años. Se apoyará a empresas del entorno UPV con una dotación máxima de 500.000 euros. El fondo pretende ser rentable en cinco años.

Los inversores serán empresas valencianas. Pedro de Álava, director del Fondo de Capital Riesgo Tech Transfer UPV y director de inversiones de Clave Mayor, explica: "Tienes que crear un instrumento financiero para que todo ese dinero público y privado se canalice a las empresas."

El empresario Benito Orihuel, director general de Citrosol, empresa de tecnologías post-recolección agrícola, señala: "Siempre estás metido en tu pequeño mundo, y esto es una manera de captar nuevas tecnologías, que en principio a lo mejor no tienen nada que ver con lo que tú haces, pero a las que siempre le puedes encontrar una aplicación".

A través de la empresa Zubi Labs, creada por Iker Marcaide, también se pretende acercar el fondo a pequeños ahorradores de la comunidad universitaria.

Inspiración

El modelo es inédito en España, aunque sí existe desde hace años en universidades como Manchester (Reino Unido) y Lovaina (Bélgica). Está inspirado, de hecho, en Isis Innovation, la organización surgida de la Universidad de Oxford (Reino Unido) que comercializa con gran éxito investigación y tecnología, y cuyo director, Tom Hockaday, estuvo presente en el acto de inauguración junto al rector de la UPV, Francisco Mora, y la presidenta del Consejo Social, Mónica Bragado, entre otros.

El rector destacó durante su discurso, según informa la universidad en una nota, que Tech Transfer es un proyecto de región con el que no se quiere hacer "más fuerte a la UPV, sino a toda una sociedad. Estamos construyendo un ecosistema innovador para la Comunidad Valenciana, fijándonos en quien va por delante de nosotros".

Hockaday, que ya visitó la UPV en 2008 para participar en el Open Innovation que reunió en Valencia a los gurús de las economías basadas en el conocimiento, explicó cómo la Universidad de Oxford apostó en 1987 por crear un instrumento financiero que permitiera generar oportunidades.

"No se trata simplemente de especular y obtener beneficios", señaló Hockaday. "Por supuesto, al gerente le interesa saber que va a lograr grandes rendimientos de capital, y al rector, que su universidad va a ganar en reputación. Pero al inversor y al ciudadano les interesa el compromiso. Quieren ver crecer empresas que tengan impacto en la sociedad y que generen futuro".

Tras destacar la relevancia del nuevo proyecto, Hockaday incidió en su enorme potencial: "Nosotros también empezamos con un fondo pequeño, de 4 millones de libras. Ahora manejamos más de 300 millones y creamos una empresa cada dos meses".

"Mi trabajo es fascinante. Se trata de llenar el vacío que hay entre la universidad, por un lado, y la industria y las finanzas, por otro. Al principio, es difícil. Hay que aprender a decir que sí a las oportunidades, porque lo fácil, lo que surge espontáneamente, es decir que no ante las dificultades".

Clumsy Ninja

Como ejemplo de las posibilidades del modelo, Hockaday recordó uno de sus primeros trabajos: "Fue con Clumsy Ninja, el famosísimo juego del aprendiz de artes marciales para móviles. En 2014, la empresa se vendió al gigante Zynga por más de 500 millones de dólares. A la Universidad de Oxford le correspondió un dividendo de 35 millones, que reinvirtió en investigación. No hay duda de que el ciclo acaba beneficiando a la universidad".

Además, prosiguió, "los fondos semilla como el de Isis Innovation obtienen grandes resultados en términos financieros pero, sobre todo, generan impacto en términos científicos y sociales. Sirven para financiar investigaciones y cambiar el modelo económico de una región. Incluso han llegado a formar parte de los factores productivos con los que se mide la excelencia de las universidades".

"Nuestro sistema es sencillo", ha explicado. "Partimos de un investigador que tiene una idea de gran valor añadido, ha desarrollado una tecnología o ha creado un producto que se puede comercializar. Y, en torno a él, Isis Innovation genera un equipo: banqueros, contables, abogados..."

"El objetivo es que el investigador siga siendo un investigador y que, por el camino, no se convierta en un director general. No queremos que se pierda ese gran talento para la ciencia y la investigación. De todos modos, hay que tener paciencia. Se necesita tiempo para lograr éxito en este tipo de inversiones. Y lo digo como director del mayor fondo de inversión del mundo de este estilo, exceptuando China".

Darse a conocer

Para dar a conocer un fondo de estas características entre los investigadores de la casa, Hockaday explicó que, en su caso, empezaron "visitando a todos los grupos de investigación. Compramos té y galletas y fuimos puerta por puerta preguntando qué podíamos hacer por ellos. Es importante ser amable. Un fondo tiene que caerle bien a la gente. Si nos acogían mal, no volvíamos. Pero si nos invitaban a conocer sus proyectos, nos quedábamos y escuchábamos lo que nos tenían que decir. Tampoco se necesita arrancar con cien propuestas a la vez. Hay que hacer las cosas gradualmente".

Por último, Hockaday, pese a reconocer las dificultades para explicar los factores que llevan a Isis Innovation a invertir en un proyecto debido a la multitud de factores que influyen, destacó que "lo más importante es la persona, ese investigador, medio científico, medio emprendedor, totalmente comprometido con su idea. Es su actitud lo que nos convence. Al final, son siempre las personas. Gente que trabaja en la investigación, en el gobierno, en las empresas inversoras. y disfruta con lo que hace".
 



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