Portada del disco de Madonna
El término “Generación X” suele utilizarse para “clasificar” a aquellas personas nacidas en la década de los años 70 y que vivieron su adolescencia durante los años 80 y principios de los 90.
Algunos rasgos que se dice caracterizan a esta generación son una suerte de rebeldía conformista y el rechazo a las tradiciones o a los patriotismos. Se suele afirmar, además, que los individuos que pertenecen a la “Generación X”, término popularizado en 1991 por el escritor canadiense Douglas Coupland en su novela “Generación X”, no creen en Dios y rechazan la religión.
Sin embargo, en lo que a este último rasgo generacional se refiere, un estudio reciente realizado por un sociólogo de la Universidad de Nebraska-Lincoln (UNL), en Estados Unidos, ha revelado algo muy distinto: los miembros de la Generación X serían sorprendentemente leales a la religión.
Según publica la citada universidad en un comunicado difundido por Eurekalert, la Generación X sería, concretamente, entre un 40% y un 50% más fiel a la religión que los miembros de la generación precedente: la del Baby Boom (compuesta por los individuos nacidos entre 1946 y 1964).
A medida que los miembros de la Generación X maduran, esta lealtad religiosa se está traduciendo en una estabilidad social religiosa en Estados Unidos, afirma el autor de la investigación, el sociólogo de la UNL, Philip Schwadel.
Para su investigación, Schwadel analizó las respuestas de más de 37.000 americanos recogidas entre 1973 y 2006 en la llamada "General Social Survey", que es una encuesta sociológica que se realiza en Estados Unidos para recopilar datos sobre las características demográficas y las actitudes de los habitantes del país.
Dicho análisis se centró en dos aspectos del comportamiento religioso de los encuestados: la no afiliación (el porcentaje total de americanos no afiliados a ninguna religión particular) y la desafiliación (con la que se mide el número de individuos que, mantuvieron alguna afiliación religiosa durante la adolescencia, para abandonarla posteriormente, en la edad adulta).
Afiliaciones duraderas
De esta forma, se constató en primer lugar que la proporción de americanos sin afiliación religiosa se dobló en los años 90 y ha continuado aumentando en el siglo XXI.
Por otro lado, el análisis demostró también que se ha producido un declive de la desafiliación religiosa entre los individuos de la generación posterior a la del Baby Boom o de la Generación X. Este declive, según Schwadel, podría hacer que el porcentaje de americanos sin afiliación religiosa alguna deje de crecer pronto.
Otro dato arrojado por la revisión de los datos de la General Social Survey es que, a pesar de que las afiliaciones religiosas de los miembros de la Generación X son relativamente duraderas, esta generación parece más propicia que las anteriores a no tener preferencias religiosas.
Schwadel atribuye este último rasgo al llamado “efecto de 1960”: los americanos que eran niños y jóvenes adultos en la década de los 60 tendieron de manera desproporcionada a abandonar la religión, en comparación con generaciones anteriores.
En consecuencia, muchos de estos baby boomers (hijos de la generación del Baby Boom) criaron a sus hijos – de la Generación X- en un entorno no religioso.
De cualquier forma, los miembros de la Generación X que sí crecieron en entornos religiosos son considerablemente menos propicios a abandonar su afiliación religiosa que sus propios padres, afirma Schwadel.
Algunos rasgos que se dice caracterizan a esta generación son una suerte de rebeldía conformista y el rechazo a las tradiciones o a los patriotismos. Se suele afirmar, además, que los individuos que pertenecen a la “Generación X”, término popularizado en 1991 por el escritor canadiense Douglas Coupland en su novela “Generación X”, no creen en Dios y rechazan la religión.
Sin embargo, en lo que a este último rasgo generacional se refiere, un estudio reciente realizado por un sociólogo de la Universidad de Nebraska-Lincoln (UNL), en Estados Unidos, ha revelado algo muy distinto: los miembros de la Generación X serían sorprendentemente leales a la religión.
Según publica la citada universidad en un comunicado difundido por Eurekalert, la Generación X sería, concretamente, entre un 40% y un 50% más fiel a la religión que los miembros de la generación precedente: la del Baby Boom (compuesta por los individuos nacidos entre 1946 y 1964).
A medida que los miembros de la Generación X maduran, esta lealtad religiosa se está traduciendo en una estabilidad social religiosa en Estados Unidos, afirma el autor de la investigación, el sociólogo de la UNL, Philip Schwadel.
Para su investigación, Schwadel analizó las respuestas de más de 37.000 americanos recogidas entre 1973 y 2006 en la llamada "General Social Survey", que es una encuesta sociológica que se realiza en Estados Unidos para recopilar datos sobre las características demográficas y las actitudes de los habitantes del país.
Dicho análisis se centró en dos aspectos del comportamiento religioso de los encuestados: la no afiliación (el porcentaje total de americanos no afiliados a ninguna religión particular) y la desafiliación (con la que se mide el número de individuos que, mantuvieron alguna afiliación religiosa durante la adolescencia, para abandonarla posteriormente, en la edad adulta).
Afiliaciones duraderas
De esta forma, se constató en primer lugar que la proporción de americanos sin afiliación religiosa se dobló en los años 90 y ha continuado aumentando en el siglo XXI.
Por otro lado, el análisis demostró también que se ha producido un declive de la desafiliación religiosa entre los individuos de la generación posterior a la del Baby Boom o de la Generación X. Este declive, según Schwadel, podría hacer que el porcentaje de americanos sin afiliación religiosa alguna deje de crecer pronto.
Otro dato arrojado por la revisión de los datos de la General Social Survey es que, a pesar de que las afiliaciones religiosas de los miembros de la Generación X son relativamente duraderas, esta generación parece más propicia que las anteriores a no tener preferencias religiosas.
Schwadel atribuye este último rasgo al llamado “efecto de 1960”: los americanos que eran niños y jóvenes adultos en la década de los 60 tendieron de manera desproporcionada a abandonar la religión, en comparación con generaciones anteriores.
En consecuencia, muchos de estos baby boomers (hijos de la generación del Baby Boom) criaron a sus hijos – de la Generación X- en un entorno no religioso.
De cualquier forma, los miembros de la Generación X que sí crecieron en entornos religiosos son considerablemente menos propicios a abandonar su afiliación religiosa que sus propios padres, afirma Schwadel.
ND. The Wonder Boy. Flickr
Mayor libertad de elección
¿Por qué los miembros de la Generación X tienden menos a desafiliarse de su fe que sus antecesores?, cabe preguntarse.
Según el sociólogo de la UNL, por un lado la escena religiosa americana es actualmente más dinámica y variada que en los años 60 y 70, por lo que ofrece más opciones a las generaciones jóvenes: si cualquier individuo no se siente a gusto con una religión particular, puede encontrar fácilmente una fe o religión de sustitución, en lugar de abandonar la religión completamente.
Schwadel declara: “Los sociólogos han señalado que lo que se denomina el “mercado religioso” se ha expandido enormemente en las últimas décadas. Históricamente, se ha creído que este pluralismo religioso iría en detrimento de la vitalidad de la religiosidad americana. Mientras que algunos especialistas aún mantienen esta idea, otros sugieren que un aumento de las opciones en realidad está propiciando una afiliación y compromisos religiosos mayores”.
Los resultados de la presente investigación han aparecido publicados en The Journal for the Scientific Study of Religion.
Expresión pop
El fenómeno de la religiosidad en la Generación X fue analizado anteriormente, en 1998, por Thomas Beaudoin, del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Santa Clara, en Estados Unidos, en un libro titulado Virtual Faith: The Irreverent Spiritual Quest of Generation X (“La Irreverente Búsqueda Espiritual de la Generación X”).
En este libro, Beaudoin trató de encontrar elementos de expresión religiosa o espiritual en las distintas manifestaciones de la cultura pop en que se movió dicha Generación: en la moda, los videos musicales o el ciberespacio. Para este autor, la Generación X llegó a tratar la teología de una forma radicalmente diferente, pero no menos potente y válida que sus antecesores.
¿Por qué los miembros de la Generación X tienden menos a desafiliarse de su fe que sus antecesores?, cabe preguntarse.
Según el sociólogo de la UNL, por un lado la escena religiosa americana es actualmente más dinámica y variada que en los años 60 y 70, por lo que ofrece más opciones a las generaciones jóvenes: si cualquier individuo no se siente a gusto con una religión particular, puede encontrar fácilmente una fe o religión de sustitución, en lugar de abandonar la religión completamente.
Schwadel declara: “Los sociólogos han señalado que lo que se denomina el “mercado religioso” se ha expandido enormemente en las últimas décadas. Históricamente, se ha creído que este pluralismo religioso iría en detrimento de la vitalidad de la religiosidad americana. Mientras que algunos especialistas aún mantienen esta idea, otros sugieren que un aumento de las opciones en realidad está propiciando una afiliación y compromisos religiosos mayores”.
Los resultados de la presente investigación han aparecido publicados en The Journal for the Scientific Study of Religion.
Expresión pop
El fenómeno de la religiosidad en la Generación X fue analizado anteriormente, en 1998, por Thomas Beaudoin, del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Santa Clara, en Estados Unidos, en un libro titulado Virtual Faith: The Irreverent Spiritual Quest of Generation X (“La Irreverente Búsqueda Espiritual de la Generación X”).
En este libro, Beaudoin trató de encontrar elementos de expresión religiosa o espiritual en las distintas manifestaciones de la cultura pop en que se movió dicha Generación: en la moda, los videos musicales o el ciberespacio. Para este autor, la Generación X llegó a tratar la teología de una forma radicalmente diferente, pero no menos potente y válida que sus antecesores.