Recreación artística de un planeta gaseoso gigante que se alza sobre el horizonte de un mundo acuático alienígena. Una nueva investigación ha mostrado que los océanos de las supertierras, una vez establecidos, podrían durar miles de millones de años. Imagen: David A. Aguilar. Fuente: CfA.
Un equipo de astrónomos del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) ha encontrado ocho nuevos planetas en una zona de habitabilidad Goldilocks alrededor de una estrella (es decir, una zona en la que hay objetos de masa planetaria con suficiente presión atmosférica como para soportar agua líquida en su superficie).
Este hallazgo ha duplicado el número de planetas pequeños (menos de dos veces el diámetro de la Tierra) que se cree pueden estar en la zona habitable de sus estrellas madre. Entre los ocho planetas, el equipo identificó además dos que son los más similares a la Tierra de los exoplanetas conocidos hasta la fecha.
El avance se une al realizado el pasado mes de febrero por la misión Kepler de la NASA. Esta consiguió entonces aumentar el número total de exoplanetas identificados: de 916 se pasó a casi 1.700. Lo hizo gracias a una novedosa técnica de análisis de los datos registrados por este telescopio espacial.
Este hallazgo ha duplicado el número de planetas pequeños (menos de dos veces el diámetro de la Tierra) que se cree pueden estar en la zona habitable de sus estrellas madre. Entre los ocho planetas, el equipo identificó además dos que son los más similares a la Tierra de los exoplanetas conocidos hasta la fecha.
El avance se une al realizado el pasado mes de febrero por la misión Kepler de la NASA. Esta consiguió entonces aumentar el número total de exoplanetas identificados: de 916 se pasó a casi 1.700. Lo hizo gracias a una novedosa técnica de análisis de los datos registrados por este telescopio espacial.
Los gemelos de la Tierra
Volviendo a los exoplanetas “gemelos” de la Tierra recién encontrados, estos han sido bautizados como Kepler-438b y Kepler-442b y orbitan alrededor de estrellas enanas rojas que son más pequeñas y más frías que nuestro Sol, ha informado la plataforma Sinc. El primero rodea a su estrella cada 35 días, mientras que el segundo completa una órbita en 112 días.
Con un diámetro de sólo un 12% más grande que la Tierra, Kepler-438b tiene una probabilidad del 70% de ser rocoso, según los cálculos del equipo. Por su parte, Kepler-442b es alrededor de un tercio más grande que la Tierra y cuenta con una posibilidad del 60% de tener rocas.
Para estar en zona habitable, un exoplaneta debe recibir una luz similar a la que llega a la Tierra. Si recibiera en exceso, el agua herviría y se transformaría en vapor y si llegara muy poca, el agua se congelaría.
Kepler-438b recibe alrededor del 40% más luz que la Tierra (en comparación, Venus obtiene el doble de la cantidad de radiación solar que la Tierra). Como resultado, el equipo calcula que tiene una probabilidad del 70% de estar en la zona habitable de su estrella.
En cambio, Kepler-442b obtiene alrededor de dos tercios de luz respecto a la que logra la Tierra, por lo que los científicos calculan una posibilidad del 97% de estar en una región estelar habitable.
Antes de este último descubrimiento, los dos planetas más parecidos a la Tierra conocidos eran Kepler-186F, que es 1,1 veces el tamaño de la Tierra y recibe el 32% más de luz, y Kepler-62f –1,4 veces el tamaño de la Tierra con un 41% más luz–.
Supertierras con océanos perdurables
No se sabe aún a ciencia cierta si estos exoplanetas tan parecidos a la Tierra son realmente habitables, pero los científicos los han señalado ya como “candidatos prometedores”.
La búsqueda de planetas habitables fuera de nuestro Sistema Solar responde a varias inquietudes. Por un lado, la necesidad de conocer el cosmos. Por otro, la curiosidad por comprender si la vida es exclusiva de nuestro planeta. Y, por último, la posibilidad de que, algún día, nuestra especie tenga que salir de la Tierra para sobrevivir, colonizando otros mundos.
Como dijo recientemente el desarrollador de un traje espacial “barato” Cameron Smith, en TEDxBrussels: “el 99% de las civilizaciones desaparecen, y poblar el espacio podría ser nuestra salvación”.
Para los que, como Smith, esperan que se encuentren otros planetas o exoplanetas que poblar en el futuro, el Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) ha publicado esta misma semana otra sorpresa espacial más : según simulaciones informáticas, los océanos de las llamadas supertierras, una vez establecidos, podrían perdurar durante miles de millones de años (condición fundamental para la aparición de la vida y su evolución).
Las supertierras son planetas masivos exteriores al sistema solar que podrían parecerse mucho al nuestro. De hecho, según un modelo teórico publicado en el Astrophysical Journal a principios de 2014, estos exoplanetas gitantes tendrían un ciclo del agua profunda, y océanos y continentes expuestos. Todo ello condiciones que harían posible que su clima fuera similar al del planeta azul.
Volviendo a los exoplanetas “gemelos” de la Tierra recién encontrados, estos han sido bautizados como Kepler-438b y Kepler-442b y orbitan alrededor de estrellas enanas rojas que son más pequeñas y más frías que nuestro Sol, ha informado la plataforma Sinc. El primero rodea a su estrella cada 35 días, mientras que el segundo completa una órbita en 112 días.
Con un diámetro de sólo un 12% más grande que la Tierra, Kepler-438b tiene una probabilidad del 70% de ser rocoso, según los cálculos del equipo. Por su parte, Kepler-442b es alrededor de un tercio más grande que la Tierra y cuenta con una posibilidad del 60% de tener rocas.
Para estar en zona habitable, un exoplaneta debe recibir una luz similar a la que llega a la Tierra. Si recibiera en exceso, el agua herviría y se transformaría en vapor y si llegara muy poca, el agua se congelaría.
Kepler-438b recibe alrededor del 40% más luz que la Tierra (en comparación, Venus obtiene el doble de la cantidad de radiación solar que la Tierra). Como resultado, el equipo calcula que tiene una probabilidad del 70% de estar en la zona habitable de su estrella.
En cambio, Kepler-442b obtiene alrededor de dos tercios de luz respecto a la que logra la Tierra, por lo que los científicos calculan una posibilidad del 97% de estar en una región estelar habitable.
Antes de este último descubrimiento, los dos planetas más parecidos a la Tierra conocidos eran Kepler-186F, que es 1,1 veces el tamaño de la Tierra y recibe el 32% más de luz, y Kepler-62f –1,4 veces el tamaño de la Tierra con un 41% más luz–.
Supertierras con océanos perdurables
No se sabe aún a ciencia cierta si estos exoplanetas tan parecidos a la Tierra son realmente habitables, pero los científicos los han señalado ya como “candidatos prometedores”.
La búsqueda de planetas habitables fuera de nuestro Sistema Solar responde a varias inquietudes. Por un lado, la necesidad de conocer el cosmos. Por otro, la curiosidad por comprender si la vida es exclusiva de nuestro planeta. Y, por último, la posibilidad de que, algún día, nuestra especie tenga que salir de la Tierra para sobrevivir, colonizando otros mundos.
Como dijo recientemente el desarrollador de un traje espacial “barato” Cameron Smith, en TEDxBrussels: “el 99% de las civilizaciones desaparecen, y poblar el espacio podría ser nuestra salvación”.
Para los que, como Smith, esperan que se encuentren otros planetas o exoplanetas que poblar en el futuro, el Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) ha publicado esta misma semana otra sorpresa espacial más : según simulaciones informáticas, los océanos de las llamadas supertierras, una vez establecidos, podrían perdurar durante miles de millones de años (condición fundamental para la aparición de la vida y su evolución).
Las supertierras son planetas masivos exteriores al sistema solar que podrían parecerse mucho al nuestro. De hecho, según un modelo teórico publicado en el Astrophysical Journal a principios de 2014, estos exoplanetas gitantes tendrían un ciclo del agua profunda, y océanos y continentes expuestos. Todo ello condiciones que harían posible que su clima fuera similar al del planeta azul.