Un día despejado en plena temporada de tormentas de polvo, la sonda Mars Express de la ESA (Agencia Espacial Europea) logró fotografiar el interior de la gran Cuenca Hellas, de siete kilómetros de profundidad, desvelando la escarcha que se acumula sobre las formaciones de Hellas Chaos, una zona de la misma.
La Cuenca Hellas se encuentra en las tierras altas del sur de Marte, y sus 2.300 kilómetros de diámetro la convierten en una de las mayores cuencas de impacto de nuestro Sistema Solar. Se calcula que se formó hace unos 3.800-4.100 millones de años, durante un intenso bombardeo de asteroides y cometas que acribilló los planetas del Sistema Solar interior.
Desde su formación, Hellas ha sufrido la acción del viento, el hielo, el agua y la actividad volcánica. La mayor parte de las tormentas de polvo que asolan todo el planeta se originan en esta región.
La zona que se conoce como Hellas Chaos se encuentra al sur de la parte central de la cuenca. La fotografía fue tomada por la Cámara Estéreo de Alta Resolución (HRSC) de Mars Express el 23 de enero de 2014.
La mayor parte de la región está cubierta de escarcha de dióxido de carbono, aunque en algunos lugares aflora el fondo de la cuenca. Las crestas que cruzan el centro de la imagen contrastan con el terreno congelado con sus tonalidades doradas, debidas al bajo ángulo de incidencia de la luz solar, de unos 25°. En sus flancos se puede apreciar un flujo de sedimentos que descienden por la ladera.
Al norte (derecha) de estas crestas el terreno desciende hasta una gran garganta que discurre de este a oeste (se distingue mejor en la vista topográfica), en cuyo fondo se pueden ver numerosos montículos con superficies irregulares.
Un poco más a la derecha se pueden distinguir los contornos curvilíneos de grandes fosas de sublimación, esparcidas sobre un terreno con patrones poligonales. Estas estructuras son el resultado de la contracción y relajación del suelo durante los ciclos de congelación y deshielo que acompañan al cambio de las estaciones.
También se pueden distinguir varios cráteres de impacto. En la esquina inferior derecha llama la atención un cráter de paredes estratificadas. Las vetas oscuras en su interior podrían ser dunas de polvo acumulado por los vientos predominantes en la región.
En la esquina superior derecha destaca una gran mesa de superficie plana, cuyos flancos están cubiertos de una masa de polvo que parece fluir hacia la depresión que la rodea. Al fondo de la ladera se pueden distinguir los bordes paralelos de las distintas capas de sedimentos que se desprendieron de la mesa.
En el límite norte de esta región se puede ver una serie de cráteres más pequeños, varios de ellos rodeados de escombros con una apariencia fluida. Estas formaciones indican la presencia de hielo en el subsuelo, que se derritió durante los impactos que los formaron.
La Cuenca Hellas se encuentra en las tierras altas del sur de Marte, y sus 2.300 kilómetros de diámetro la convierten en una de las mayores cuencas de impacto de nuestro Sistema Solar. Se calcula que se formó hace unos 3.800-4.100 millones de años, durante un intenso bombardeo de asteroides y cometas que acribilló los planetas del Sistema Solar interior.
Desde su formación, Hellas ha sufrido la acción del viento, el hielo, el agua y la actividad volcánica. La mayor parte de las tormentas de polvo que asolan todo el planeta se originan en esta región.
La zona que se conoce como Hellas Chaos se encuentra al sur de la parte central de la cuenca. La fotografía fue tomada por la Cámara Estéreo de Alta Resolución (HRSC) de Mars Express el 23 de enero de 2014.
La mayor parte de la región está cubierta de escarcha de dióxido de carbono, aunque en algunos lugares aflora el fondo de la cuenca. Las crestas que cruzan el centro de la imagen contrastan con el terreno congelado con sus tonalidades doradas, debidas al bajo ángulo de incidencia de la luz solar, de unos 25°. En sus flancos se puede apreciar un flujo de sedimentos que descienden por la ladera.
Al norte (derecha) de estas crestas el terreno desciende hasta una gran garganta que discurre de este a oeste (se distingue mejor en la vista topográfica), en cuyo fondo se pueden ver numerosos montículos con superficies irregulares.
Un poco más a la derecha se pueden distinguir los contornos curvilíneos de grandes fosas de sublimación, esparcidas sobre un terreno con patrones poligonales. Estas estructuras son el resultado de la contracción y relajación del suelo durante los ciclos de congelación y deshielo que acompañan al cambio de las estaciones.
También se pueden distinguir varios cráteres de impacto. En la esquina inferior derecha llama la atención un cráter de paredes estratificadas. Las vetas oscuras en su interior podrían ser dunas de polvo acumulado por los vientos predominantes en la región.
En la esquina superior derecha destaca una gran mesa de superficie plana, cuyos flancos están cubiertos de una masa de polvo que parece fluir hacia la depresión que la rodea. Al fondo de la ladera se pueden distinguir los bordes paralelos de las distintas capas de sedimentos que se desprendieron de la mesa.
En el límite norte de esta región se puede ver una serie de cráteres más pequeños, varios de ellos rodeados de escombros con una apariencia fluida. Estas formaciones indican la presencia de hielo en el subsuelo, que se derritió durante los impactos que los formaron.
Cráteres
En la parte izquierda de la imagen se encuentran dos formaciones dignas de mención. En la esquina inferior se pueden ver dos cráteres solapados, con el más pequeño a caballo sobre el borde del mayor. Los dos han sufrido una fuerte erosión y presentan interesantes estructuras en su interior.
En la esquina superior se encuentra una pequeña depresión salpicada de curiosas crestas y bloques con la misma textura irregular que los montículos en la parte central de la imagen.
El origen de la región Hellas Chaos, explica la ESA en una nota de prensa, sigue siendo sujeto de debate. Una hipótesis sugiere que la Cuenca Hellas se llenó de sedimentos, que fueron erosionados de forma caprichosa por la acción del viento y del agua.
Otra posibilidad sería que estas estructuras sean producto de la actividad volcánica. El mapa del entorno de Hellas Chaos muestra grandes flujos de lava a su alrededor, que podrían haberse originado en la cercana región volcánica de Amphitrites Patera.
Estas formaciones también podrían ser el resultado de flujos de lava en el interior de la propia Cuenca Hellas, posteriores al impacto que la formó.
En la parte izquierda de la imagen se encuentran dos formaciones dignas de mención. En la esquina inferior se pueden ver dos cráteres solapados, con el más pequeño a caballo sobre el borde del mayor. Los dos han sufrido una fuerte erosión y presentan interesantes estructuras en su interior.
En la esquina superior se encuentra una pequeña depresión salpicada de curiosas crestas y bloques con la misma textura irregular que los montículos en la parte central de la imagen.
El origen de la región Hellas Chaos, explica la ESA en una nota de prensa, sigue siendo sujeto de debate. Una hipótesis sugiere que la Cuenca Hellas se llenó de sedimentos, que fueron erosionados de forma caprichosa por la acción del viento y del agua.
Otra posibilidad sería que estas estructuras sean producto de la actividad volcánica. El mapa del entorno de Hellas Chaos muestra grandes flujos de lava a su alrededor, que podrían haberse originado en la cercana región volcánica de Amphitrites Patera.
Estas formaciones también podrían ser el resultado de flujos de lava en el interior de la propia Cuenca Hellas, posteriores al impacto que la formó.