Protesta política en Washington DC. Imagen: Karol A. Olson. Fuente: Flickr.
A Lindsay Hoffman y sus colegas de la Universidad de Delaware (EE.UU.) les molestaba ver a otros investigadores hacer afirmaciones generales y sin embargo vagas sobre el papel de los medios de comunicación social (las redes sociales) en la participación política. Así que decidieron estudiarlo.
En un artículo que será publicado en noviembre (disponible ya online) en la revista Computers in Human Behavior, la profesora asociada de Comunicación y Ciencias Políticas de la Universidad de Delaware y sus colegas exploraron cómo perciben las personas su propio comportamiento político online. Es parte de un proyecto más amplio para comprender mejor por qué las personas se involucran en la política tanto online como en la vida real.
El estudio se construyó en torno a la cuestión de si, cuando la gente se involucra en la política online -dar a "me gusta " en la página de Facebook de un candidato, tuitear las opiniones sobre una plataforma política, o firmar una petición virtual- ven que sus actividades tengan influencia en las funciones del gobierno, como forma de participación, o si son más bien una forma de comunicación con los demás.
Encuesta a mil adultos
"Una gran cantidad de personas participó en las elecciones de 2008 a través de Facebook y los blogs", señala Hoffman (Twitter no jugó un papel tan fuerte en aquel entonces) en la nota de prensa de la Universidad de Delaware, recogida por Newswise. "Estábamos interesados en dirimir qué se consideraba participativo y qué se consideraba como comunicación".
Hoffman señala que se han hecho muchas afirmaciones sobre el papel de las redes sociales en la movilización política, y que incluso se ha dicho que está sustituyendo a las formas tradicionales de movilización, lo que provoca que, por ejemplo, la gente vote menos. Pero ella y su equipo pensaban que había que conocer lo que la gente pretendía con sus actividades.
Los investigadores realizaron una encuesta a cerca de 1.000 adultos estadounidenses seleccionados al azar para evaluar lo que la gente estaba haciendo políticamente online y offline; lo que habían hecho en el pasado; en qué medida pensaban que sus actividades eran una buena manera de influir en el gobierno; y en qué medida pensaban que sus acciones eran una buena forma de comunicarse con los demás.
La encuesta, que se terminó en el verano de 2010, se centró en 11 comportamientos políticos, incluido el voto, la comunicación online sobre política, suscribirse a información política online, hacerse "amigo" o dar a "me gusta" en el Facebook de un candidato o de un político y la colocación de una pancarta o llevar una camiseta política.
En un artículo que será publicado en noviembre (disponible ya online) en la revista Computers in Human Behavior, la profesora asociada de Comunicación y Ciencias Políticas de la Universidad de Delaware y sus colegas exploraron cómo perciben las personas su propio comportamiento político online. Es parte de un proyecto más amplio para comprender mejor por qué las personas se involucran en la política tanto online como en la vida real.
El estudio se construyó en torno a la cuestión de si, cuando la gente se involucra en la política online -dar a "me gusta " en la página de Facebook de un candidato, tuitear las opiniones sobre una plataforma política, o firmar una petición virtual- ven que sus actividades tengan influencia en las funciones del gobierno, como forma de participación, o si son más bien una forma de comunicación con los demás.
Encuesta a mil adultos
"Una gran cantidad de personas participó en las elecciones de 2008 a través de Facebook y los blogs", señala Hoffman (Twitter no jugó un papel tan fuerte en aquel entonces) en la nota de prensa de la Universidad de Delaware, recogida por Newswise. "Estábamos interesados en dirimir qué se consideraba participativo y qué se consideraba como comunicación".
Hoffman señala que se han hecho muchas afirmaciones sobre el papel de las redes sociales en la movilización política, y que incluso se ha dicho que está sustituyendo a las formas tradicionales de movilización, lo que provoca que, por ejemplo, la gente vote menos. Pero ella y su equipo pensaban que había que conocer lo que la gente pretendía con sus actividades.
Los investigadores realizaron una encuesta a cerca de 1.000 adultos estadounidenses seleccionados al azar para evaluar lo que la gente estaba haciendo políticamente online y offline; lo que habían hecho en el pasado; en qué medida pensaban que sus actividades eran una buena manera de influir en el gobierno; y en qué medida pensaban que sus acciones eran una buena forma de comunicarse con los demás.
La encuesta, que se terminó en el verano de 2010, se centró en 11 comportamientos políticos, incluido el voto, la comunicación online sobre política, suscribirse a información política online, hacerse "amigo" o dar a "me gusta" en el Facebook de un candidato o de un político y la colocación de una pancarta o llevar una camiseta política.
Conclusiones
El trabajo llevó a los investigadores a la conclusión de la gente tiene una idea realista de lo que están haciendo cuando se involucran en la política online. "Las personas son más inteligentes de lo que pensamos que son", afirma Hoffman. "Consideraron que todos los comportamientos mencionados, salvo el voto, eran comunicación".
Las personas encuestadas percibían su comportamiento online y offline como asuntos distintos, y que uno no reemplazaba al otro. "Saben que no influyen en el gobierno hablando por Internet", señala Hoffman.
Los participantes en el estudio que afirmaron tener más confianza en el gobierno y en su capacidad para tener un efecto en él estaban incluso más motivados para participar en actividades políticas online cuando las percibían como una forma de comunicación. "Si la gente lo ve como comunicación, son más propensos a participar", señala Hoffman. "La comunicación es un pilar fundamental en la participación política."
En 2008 ya se dio mucha importancia a las redes sociales en el primer triunfo electoral de Obama. Las herramientas web desarrolladas para su campaña electoral partieron de la pauta de las realizadas en 2004 para el candidato Howard Dean, pero la cantidad de voluntarios con ellas movilizados, la consecución de votos conseguidos por medio de las mismas y los niveles de información puntual a los que en todo momento tuvieron acceso los organizadores fueron un hito en la historia política de los EEUU.
Dos estudios hechos en Estados Unidos y publicados en 2012, uno por la Washington State University y otro de la Universidad de Wisconsin-Madison, comprobaron que los jóvenes que participan en redes sociales y blogs sobre política en Internet, son más políticamente activos también en el mundo real.
Emociones
Los investigadores de la Universidad de Delaware realizaron otra investigación, publicada en 2012, sobre la importancia de las emociones de los candidatos en las elecciones.
Descubrieron que el atractivo emocional de un candidato percibido en el mundo online no influyó en que más gente se implicara en apoyarle; sólo afectaba a los que ya estaban comprometidos. El tipo de emoción expresada tampoco influía en un sentido o en otro.
El trabajo llevó a los investigadores a la conclusión de la gente tiene una idea realista de lo que están haciendo cuando se involucran en la política online. "Las personas son más inteligentes de lo que pensamos que son", afirma Hoffman. "Consideraron que todos los comportamientos mencionados, salvo el voto, eran comunicación".
Las personas encuestadas percibían su comportamiento online y offline como asuntos distintos, y que uno no reemplazaba al otro. "Saben que no influyen en el gobierno hablando por Internet", señala Hoffman.
Los participantes en el estudio que afirmaron tener más confianza en el gobierno y en su capacidad para tener un efecto en él estaban incluso más motivados para participar en actividades políticas online cuando las percibían como una forma de comunicación. "Si la gente lo ve como comunicación, son más propensos a participar", señala Hoffman. "La comunicación es un pilar fundamental en la participación política."
En 2008 ya se dio mucha importancia a las redes sociales en el primer triunfo electoral de Obama. Las herramientas web desarrolladas para su campaña electoral partieron de la pauta de las realizadas en 2004 para el candidato Howard Dean, pero la cantidad de voluntarios con ellas movilizados, la consecución de votos conseguidos por medio de las mismas y los niveles de información puntual a los que en todo momento tuvieron acceso los organizadores fueron un hito en la historia política de los EEUU.
Dos estudios hechos en Estados Unidos y publicados en 2012, uno por la Washington State University y otro de la Universidad de Wisconsin-Madison, comprobaron que los jóvenes que participan en redes sociales y blogs sobre política en Internet, son más políticamente activos también en el mundo real.
Emociones
Los investigadores de la Universidad de Delaware realizaron otra investigación, publicada en 2012, sobre la importancia de las emociones de los candidatos en las elecciones.
Descubrieron que el atractivo emocional de un candidato percibido en el mundo online no influyó en que más gente se implicara en apoyarle; sólo afectaba a los que ya estaban comprometidos. El tipo de emoción expresada tampoco influía en un sentido o en otro.
Referencia bibliográfica:
Lindsay H. Hoffman, Philip Edward Jones, Dannagal Goldthwaite Young. Does my comment count? Perceptions of political participation in an online environment.. Computers in Human Behavior (201). DOI: 10.1016/j.chb.2013.05.010.
Lindsay H. Hoffman, Philip Edward Jones, Dannagal Goldthwaite Young. Does my comment count? Perceptions of political participation in an online environment.. Computers in Human Behavior (201). DOI: 10.1016/j.chb.2013.05.010.