Imagen del terremoto de Haití. Fuente: www.cancunissafe.com
Los movimientos de población que se producen a raíz de los desastres naturales dificultan a los equipos de salvamento y ayuda humanitaria de diferentes organizaciones la entrega de la cantidad exacta de ayuda (alimentos, mantas, medicinas) en los lugares correctos y precisos.
Según publica Alphagalileo, investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, y de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, han desarrollado conjuntamente durante el terremoto y posterior epidemia de cólera en Haití, un nuevo método para resolver este problema: vigilar los movimientos continuos de dos millones de teléfonos móviles anónimos para captar y suministrar información directamente a las organizaciones de ayuda humanitaria sobre el terreno. El método, que se ha presentado en la revista científica PLoS Medicine, podría tener un importante impacto en la gestión de la ayuda humanitaria tras desastres naturales en el futuro.
Cada año, más de 100 millones de personas se ven afectadas por los desastres naturales. Muchas de ellas no tienen más remedio que salir de sus hogares, quedando al amparo exclusivamente de la ayuda humanitaria. A pesar de las enormes sumas de dinero destinadas a la entrega de dicha ayuda en las zonas asoladas por los desastres, a menudo existe una grave falta de información básica sobre la ubicación de las personas que necesitan ayuda, así como del número de personas que han abandonado la zona afectada. Todo esto dificulta en gran medida la labor de las coordinadoras de la ayuda, quienes muchas veces, pese al enorme esfuerzo, no pueden entregar la cantidad de suministros en los lugares correctos, incluso cuando hay suficientes recursos disponibles.
Según publica Alphagalileo, investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, y de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, han desarrollado conjuntamente durante el terremoto y posterior epidemia de cólera en Haití, un nuevo método para resolver este problema: vigilar los movimientos continuos de dos millones de teléfonos móviles anónimos para captar y suministrar información directamente a las organizaciones de ayuda humanitaria sobre el terreno. El método, que se ha presentado en la revista científica PLoS Medicine, podría tener un importante impacto en la gestión de la ayuda humanitaria tras desastres naturales en el futuro.
Cada año, más de 100 millones de personas se ven afectadas por los desastres naturales. Muchas de ellas no tienen más remedio que salir de sus hogares, quedando al amparo exclusivamente de la ayuda humanitaria. A pesar de las enormes sumas de dinero destinadas a la entrega de dicha ayuda en las zonas asoladas por los desastres, a menudo existe una grave falta de información básica sobre la ubicación de las personas que necesitan ayuda, así como del número de personas que han abandonado la zona afectada. Todo esto dificulta en gran medida la labor de las coordinadoras de la ayuda, quienes muchas veces, pese al enorme esfuerzo, no pueden entregar la cantidad de suministros en los lugares correctos, incluso cuando hay suficientes recursos disponibles.
Linus Bengtsson. Foto: Nathalie Roos. Fuente: Instituto Karolinska.
Estudio de datos
"Este es un problema enorme, pero mediante el uso de los datos suministrados por los operadores de telefonía móvil, ahora tenemos una buena oportunidad de trazar los movimientos de las poblaciones en situaciones de desastre", ha señalado Linus Bengtsson en un comunicado emitido por el Instituto Karolinska. Bengtsson es estudiante de doctorado en el Instituto Karolinska y ha liderado el desarrollo del método.
Después del terremoto de Haití de enero de 2010, se recibieron informes de grandes migraciones de personas desde la capital, Puerto Príncipe. Los investigadores del Instituto Karolinska y de la Universidad de Columbia en Nueva York solicitaron entonces la cooperación de Digicel, el mayor operador de telefonía móvil en Haití, y comenzaron a realizar un seguimiento de los movimientos diarios de dos millones de teléfonos móviles.
Así, mediante el análisis de datos anónimos que se obtuvieron gracias a las torres de telefonía móvil utilizadas en las llamadas, se informó a las organizaciones de ayuda de la ONU y otras tantas organizaciones que trabajan en el país.
Contra el cólera
Más tarde, ese mismo año, Haití fue golpeado por una grave epidemia de cólera. Rápidamente se recibió información de los teléfonos móviles y en el plazo de doce horas fuimos capaces de enviar los análisis que describían las áreas que habían recibido a la gente procedente de la zona del brote de cólera. De este manera, se pudo además proporcionar información de las áreas de mayor riesgo potencial de nuevos brotes”, ha explicado el doctor Bengtsson.
Los resultados de sus análisis han sido publicados en la revista PLoS Medicine. En su estudio, los investigadores estimaron que más de 600.000 personas habían salido de Puerto Príncipe 19 días después del terremoto, y localizaron los patrones de migración del país sobre mapas. También mostraron cómo los movimientos de los teléfonos móviles coincidían con los de un estudio realizado por la ONU, llevado a cabo en una fase estable de seis meses. Sin embargo, sus análisis fueron muy diferentes de los patrones de migración estimados que se utilizaron durante la fase inicial de la respuesta de socorro.
"Nuestro trabajo fue muy apreciado por las organizaciones no gubernamentales sobre el terreno, y creemos que el método puede dar lugar a importantes mejoras en la ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo”, ha señalado Bengtsson, quien también ha declarado que en estos momentos “estamos creando una organización sin fines de lucro para llevar a cabo este tipo de análisis de forma rutinaria durante los desastres en el futuro próximo”.
"Este es un problema enorme, pero mediante el uso de los datos suministrados por los operadores de telefonía móvil, ahora tenemos una buena oportunidad de trazar los movimientos de las poblaciones en situaciones de desastre", ha señalado Linus Bengtsson en un comunicado emitido por el Instituto Karolinska. Bengtsson es estudiante de doctorado en el Instituto Karolinska y ha liderado el desarrollo del método.
Después del terremoto de Haití de enero de 2010, se recibieron informes de grandes migraciones de personas desde la capital, Puerto Príncipe. Los investigadores del Instituto Karolinska y de la Universidad de Columbia en Nueva York solicitaron entonces la cooperación de Digicel, el mayor operador de telefonía móvil en Haití, y comenzaron a realizar un seguimiento de los movimientos diarios de dos millones de teléfonos móviles.
Así, mediante el análisis de datos anónimos que se obtuvieron gracias a las torres de telefonía móvil utilizadas en las llamadas, se informó a las organizaciones de ayuda de la ONU y otras tantas organizaciones que trabajan en el país.
Contra el cólera
Más tarde, ese mismo año, Haití fue golpeado por una grave epidemia de cólera. Rápidamente se recibió información de los teléfonos móviles y en el plazo de doce horas fuimos capaces de enviar los análisis que describían las áreas que habían recibido a la gente procedente de la zona del brote de cólera. De este manera, se pudo además proporcionar información de las áreas de mayor riesgo potencial de nuevos brotes”, ha explicado el doctor Bengtsson.
Los resultados de sus análisis han sido publicados en la revista PLoS Medicine. En su estudio, los investigadores estimaron que más de 600.000 personas habían salido de Puerto Príncipe 19 días después del terremoto, y localizaron los patrones de migración del país sobre mapas. También mostraron cómo los movimientos de los teléfonos móviles coincidían con los de un estudio realizado por la ONU, llevado a cabo en una fase estable de seis meses. Sin embargo, sus análisis fueron muy diferentes de los patrones de migración estimados que se utilizaron durante la fase inicial de la respuesta de socorro.
"Nuestro trabajo fue muy apreciado por las organizaciones no gubernamentales sobre el terreno, y creemos que el método puede dar lugar a importantes mejoras en la ayuda humanitaria y cooperación al desarrollo”, ha señalado Bengtsson, quien también ha declarado que en estos momentos “estamos creando una organización sin fines de lucro para llevar a cabo este tipo de análisis de forma rutinaria durante los desastres en el futuro próximo”.