Un análisis de los datos recopilados en 18 estados occidentales, por el International Social Survey Program (ISSP), ha revelado que el deseo de los cristianos de que la religión tenga un papel público es mayor en aquellos países en los que la religión cristiana se ha vuelto más marginal.
Ésta es una de las conclusiones de un estudio realizado por un equipo de sociólogos de la Universidad Erasmus de Rotterdam, entre los que se encuentra Peter Achterberg.
Los resultados obtenidos en esta investigación fueron publicados el pasado mes de diciembre en la revista Journal of Scientific Study of Religion.
Respuesta al pluralismo religioso
Los datos recopilados pertenecen al periodo de tiempo entre 1970 y 1996, y su análisis sugiere que el declive del número de cristianos en diversos estados europeos ha coincidido con un fortalecimiento de la demanda de la presencia del cristianismo en el ámbito público.
Asimismo, la revisión de los datos señala que la polarización entre las perspectivas cristiana y la no-religiosa acerca de la intervención de la religión en la vida pública es mayor en aquellos países donde hay menos cristianos.
Estos resultados pueden ser atribuidos, según los expertos, a factores específicos relacionados con el aumento del pluralismo religioso en Europa.
Cuando en una sociedad se impone el pluralismo religioso, surge un mayor desacuerdo hacia las formas públicas de expresión de las diversas creencias.
Las sociedades europeas se han ido volviendo menos cristianas en las pasadas generaciones, al mismo tiempo que han tenido que ir haciendo frente a un pluralismo religioso creciente.
En consecuencia, los cristianos se han ido volviendo más aseverativos como respuesta directa al crecimiento de otras comunidades religiosas, como la musulmana, que contrarrestarían el monopolio tácito que la cristiandad ha mantenido durante mucho tiempo en lo referente a la fe en Europa.
Mejor organizados
Otra de las conclusiones a las que llega el presente estudio es que, a medida que el número de creyentes cristianos se reduce, el grupo de individuos verdaderamente comprometidos con su fe cristiana se vuelve cada vez más religioso, y exhibe una mayor fidelidad a su propia identidad religiosa que antes.
Como resultado, están apareciendo grupos cristianos mucho más cohesivos y comprometidos con las acciones colectivas que anteriormente.
El poder de una comunidad cristiana bien organizada, aunque sea pequeña, puede verse claramente en ejemplos como el de Corea del Sur, donde sólo alrededor del 30% de la población se considera cristiana, y la mitad de ella se declara sin afiliación religiosa alguna.
En esta situación, sin embargo, los cristianos de Corea del Sur han llegado a estar muy representados en puestos de poder.
Por esto, señalan los investigadores, aunque la expansión del cristianismo se haya frenado en los últimos 15 años, eso no significa que no vaya a seguir siendo influyente en los años venideros.
Relación entre Iglesia y Estado
En los últimos tiempos, los cristianos de diversos países han aumentado su presencia pública, reclamando más escuelas religiosas estatales y presentando más quejas contra lo que consideran discriminaciones anti-cristianas.
Según el estudio de la Universidad de Rotterdam, esto se debe no a un resurgimiento religioso, sino a que cuando la comunidad cristiana ha comenzado a perder su influencia sobre la población es cuando ha intentado con más fuerza que el Estado adopte un carácter cristiano de nuevo.
Así, cuando el número de cristianos desciende, los creyentes restantes parecen volverse más renuentes a aceptar una “tregua secular” (que garantizaría la libertad religiosa y relegaría a la religión al ámbito privado, extrayéndola de la esfera pública).
Por el contrario, en épocas en que la comunidad cristiana ha sido más popular, los cristianos se han mostrado más conformes con la idea de que exista una separación entre Iglesia y Estado.
Los resultados de esta investigación vierten luz sobre una realidad que a menudo no es tenida en cuenta por los investigadores que analizan la secularización de las sociedades.
Esta secularización no se ha ido produciendo como un proceso aislado, sino que presenta diversos aspectos y tendencias, algunas de las cuales se están desarrollando en direcciones opuestas.
Ésta es una de las conclusiones de un estudio realizado por un equipo de sociólogos de la Universidad Erasmus de Rotterdam, entre los que se encuentra Peter Achterberg.
Los resultados obtenidos en esta investigación fueron publicados el pasado mes de diciembre en la revista Journal of Scientific Study of Religion.
Respuesta al pluralismo religioso
Los datos recopilados pertenecen al periodo de tiempo entre 1970 y 1996, y su análisis sugiere que el declive del número de cristianos en diversos estados europeos ha coincidido con un fortalecimiento de la demanda de la presencia del cristianismo en el ámbito público.
Asimismo, la revisión de los datos señala que la polarización entre las perspectivas cristiana y la no-religiosa acerca de la intervención de la religión en la vida pública es mayor en aquellos países donde hay menos cristianos.
Estos resultados pueden ser atribuidos, según los expertos, a factores específicos relacionados con el aumento del pluralismo religioso en Europa.
Cuando en una sociedad se impone el pluralismo religioso, surge un mayor desacuerdo hacia las formas públicas de expresión de las diversas creencias.
Las sociedades europeas se han ido volviendo menos cristianas en las pasadas generaciones, al mismo tiempo que han tenido que ir haciendo frente a un pluralismo religioso creciente.
En consecuencia, los cristianos se han ido volviendo más aseverativos como respuesta directa al crecimiento de otras comunidades religiosas, como la musulmana, que contrarrestarían el monopolio tácito que la cristiandad ha mantenido durante mucho tiempo en lo referente a la fe en Europa.
Mejor organizados
Otra de las conclusiones a las que llega el presente estudio es que, a medida que el número de creyentes cristianos se reduce, el grupo de individuos verdaderamente comprometidos con su fe cristiana se vuelve cada vez más religioso, y exhibe una mayor fidelidad a su propia identidad religiosa que antes.
Como resultado, están apareciendo grupos cristianos mucho más cohesivos y comprometidos con las acciones colectivas que anteriormente.
El poder de una comunidad cristiana bien organizada, aunque sea pequeña, puede verse claramente en ejemplos como el de Corea del Sur, donde sólo alrededor del 30% de la población se considera cristiana, y la mitad de ella se declara sin afiliación religiosa alguna.
En esta situación, sin embargo, los cristianos de Corea del Sur han llegado a estar muy representados en puestos de poder.
Por esto, señalan los investigadores, aunque la expansión del cristianismo se haya frenado en los últimos 15 años, eso no significa que no vaya a seguir siendo influyente en los años venideros.
Relación entre Iglesia y Estado
En los últimos tiempos, los cristianos de diversos países han aumentado su presencia pública, reclamando más escuelas religiosas estatales y presentando más quejas contra lo que consideran discriminaciones anti-cristianas.
Según el estudio de la Universidad de Rotterdam, esto se debe no a un resurgimiento religioso, sino a que cuando la comunidad cristiana ha comenzado a perder su influencia sobre la población es cuando ha intentado con más fuerza que el Estado adopte un carácter cristiano de nuevo.
Así, cuando el número de cristianos desciende, los creyentes restantes parecen volverse más renuentes a aceptar una “tregua secular” (que garantizaría la libertad religiosa y relegaría a la religión al ámbito privado, extrayéndola de la esfera pública).
Por el contrario, en épocas en que la comunidad cristiana ha sido más popular, los cristianos se han mostrado más conformes con la idea de que exista una separación entre Iglesia y Estado.
Los resultados de esta investigación vierten luz sobre una realidad que a menudo no es tenida en cuenta por los investigadores que analizan la secularización de las sociedades.
Esta secularización no se ha ido produciendo como un proceso aislado, sino que presenta diversos aspectos y tendencias, algunas de las cuales se están desarrollando en direcciones opuestas.